Luego de su publicación en el Diario Oficial, se
oficializó la declaración de monumentos nacionales del l Estadio Municipal de
Cavancha, en Iquique, como Monumento Histórico (MH); el Paso San Carlos, en la
comuna de Cochrane, también como MH y las poblaciones obreras de la Plaza
Chacabuco, en la comuna de Independencia, como Zona Típica.
Todos ellos fueron reconocidos y aprobados, tras un
estudio por parte del Consejo de Monumentos Nacionales y posterior firma y
dictación del decreto por parte de la Ministra de las Culturas, las Artes y el
Patrimonio Consuelo Valdés.
“Es una buena noticia, se trata de un paso relevante
para la protección y puesta en valor de estos sitios, así como un
reconocimiento a la importancia que le otorgan las propias comunidades. El Paso
San Carlos, es una obra monumental emplazada en la ribera sur del Río Baker,
que reconoce la importancia del patrimonio cultural en territorios extremos.
El reconocimiento de las poblaciones de Plaza
Chacabuco, surge de la propia ciudadanía y reconoce formas urbanas propias del
mundo obrero de comienzos del siglo XX. Y el estadio de Cavancha, es un hito
muy relevante para la memoria colectiva de Iquique, siendo de hecho la
infraestructura deportiva más antigua de la región” sostuvo la ministra Valdés.
El Estadio Municipal de Cavancha, cuya construcción se
inició en 1927, abrió sus puertas en 1932 y se convirtió un lugar emblemático
en la memoria colectiva de Iquique, por haber sido por más de 80 años el
escenario de acontecimientos deportivos, artísticos y sociales.
Es, asimismo, uno de los vestigios materiales sobre
los que se sustenta la denominación “Tierra de Campeones”, con la que se
identifica a nivel nacional a los iquiqueños.
Junto con ser la infraestructura deportiva más antigua
de la región, con una superficie de dos hectáreas, da testimonio de los
esfuerzos realizados desde el Estado para el desarrollo de la región tras la
crisis económica de 1929 y refleja, los cambios sociales y económicos que
supuso la industrialización de la zona.
En términos arquitectónicos, junto con ser uno de los
primeros edificios construidos en hormigón armado, tiene características
únicas, como los torreones unidos por una galería en el piso superior, el
acceso principal al estadio, las estructuras de madera en techos y pérgolas, la
variedad de arcos ornamentales y su balcón.
A su vez, el Paso San Carlos, en la comuna de
Cochrane, región de Aysén, se encuentra entre 26 y 107 metros de altura sobre
el río Baker, en un acantilado de unos 590 metros de altitud. Su longitud total
es de 644,67 metros y se emplaza en la ribera sur del río Baker.
Fue declarado Monumento Histórico en 2014, con un
polígono de protección que estaba definido por el norte en el río Baker,
coincidiendo con el límite del Parque Nacional Laguna San Rafael y por el
oriente, con el límite hacia la fallida central hidroeléctrica Hidroaysén.
Considerando que el proyecto no se llevó a cabo, el
CMN aprobó ampliar el límite de protección, con lo que el nuevo sitio abarca
una superficie total de 5.123.849 metros cuadrados (512,38 hectáreas).
Por otra parte, un barrio configurado en los albores
del siglo XIX es el que representan las poblaciones obreras de la Plaza
Chacabuco, en la comuna de Independencia de la capital chilena, que fue
declarada Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica a petición de
vecinos, diputados y el alcalde.
A principios del siglo XX, el área en torno a Avenida
Independencia inició un proceso de expansión urbana que significó la ocupación
progresiva de las quintas y predios agrícolas que marcaban el carácter rural
del sector.
Su nombre está dado por ser un barrio residencial que
se desarrolló en torno al nodo de conectividad y servicios de la Plaza
Chacabuco, que desde sus comienzos y hasta la actualidad, ha sido un punto de
encuentro, identidad y socialización para la comunidad y la puerta de entrada
al barrio.
La Plaza Chacabuco se consolidó como un centro social
y lugar de encuentro, sumando en el sector al Hipódromo Chile y el Estadio
Santa Laura. En el entorno, se encuentran presentes equipamientos a escala
regional como el Cementerio General, Escuela de Medicina y Hospital José
Joaquín Aguirre, Hospital Roberto del Río y Hospital San José.
La urbanización, significó la construcción de
viviendas para particulares, ubicadas en los ejes de mayor importancia del
barrio, en terrenos entregados a Cajas de Empleados (públicos y particulares)
para la realización de los conjuntos habitacionales.
Por tanto, se trata de un barrio de interés histórico,
que representa el proceso de crecimiento urbano hacia el norte de Santiago
producto, de la explosión demográfica de comienzos del siglo XX y de la acción
del Estado en materia de vivienda.
Su conformación, alberga la evolución histórica de la
concepción de la ciudad y la arquitectura en Chile, dejando de manifiesto, en
una única unidad territorial, los distintos procesos constructivos arquitectónicos
y urbanos del periodo en materia de vivienda, desde la concepción obrera hasta
el período moderno.
Es testimonio, además, del anhelo de la clase
trabajadora chilena de mejorar su calidad de vida, mediante la construcción de
un conjunto de viviendas homogéneas y armónicas.
Pese a ser la suma de diversos
proyectos de vivienda, actualmente se reconoce como un único proyecto social
exitoso, pues integra una comunidad diversa y heterogénea que actúa de manera
cohesionada y participativa, que valoriza la dimensión patrimonial de su
territorio y constituye, un ejemplo positivo de convivencia de habitantes de
distinto origen social: empleados particulares, públicos, carabineros, obreros
y profesionales.
El sitio abarca una superficie total de 304.489 metros cuadrados (30,44 hectáreas).
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