jueves, 7 de marzo de 2019

Nuevos monumentos nacionales se suman al patrimonio de todos los chilenos


Luego de su publicación en el Diario Oficial, se oficializó la declaración de monumentos nacionales del l Estadio Municipal de Cavancha, en Iquique, como Monumento Histórico (MH); el Paso San Carlos, en la comuna de Cochrane, también como MH y las poblaciones obreras de la Plaza Chacabuco, en la comuna de Independencia, como Zona Típica.

Todos ellos fueron reconocidos y aprobados, tras un estudio por parte del Consejo de Monumentos Nacionales y posterior firma y dictación del decreto por parte de la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Consuelo Valdés.

“Es una buena noticia, se trata de un paso relevante para la protección y puesta en valor de estos sitios, así como un reconocimiento a la importancia que le otorgan las propias comunidades. El Paso San Carlos, es una obra monumental emplazada en la ribera sur del Río Baker, que reconoce la importancia del patrimonio cultural en territorios extremos.

El reconocimiento de las poblaciones de Plaza Chacabuco, surge de la propia ciudadanía y reconoce formas urbanas propias del mundo obrero de comienzos del siglo XX. Y el estadio de Cavancha, es un hito muy relevante para la memoria colectiva de Iquique, siendo de hecho la infraestructura deportiva más antigua de la región” sostuvo la ministra Valdés.

El Estadio Municipal de Cavancha, cuya construcción se inició en 1927, abrió sus puertas en 1932 y se convirtió un lugar emblemático en la memoria colectiva de Iquique, por haber sido por más de 80 años el escenario de acontecimientos deportivos, artísticos y sociales.

Es, asimismo, uno de los vestigios materiales sobre los que se sustenta la denominación “Tierra de Campeones”, con la que se identifica a nivel nacional a los iquiqueños.

Junto con ser la infraestructura deportiva más antigua de la región, con una superficie de dos hectáreas, da testimonio de los esfuerzos realizados desde el Estado para el desarrollo de la región tras la crisis económica de 1929 y refleja, los cambios sociales y económicos que supuso la industrialización de la zona.

En términos arquitectónicos, junto con ser uno de los primeros edificios construidos en hormigón armado, tiene características únicas, como los torreones unidos por una galería en el piso superior, el acceso principal al estadio, las estructuras de madera en techos y pérgolas, la variedad de arcos ornamentales y su balcón.

A su vez, el Paso San Carlos, en la comuna de Cochrane, región de Aysén, se encuentra entre 26 y 107 metros de altura sobre el río Baker, en un acantilado de unos 590 metros de altitud. Su longitud total es de 644,67 metros y se emplaza en la ribera sur del río Baker.

Fue declarado Monumento Histórico en 2014, con un polígono de protección que estaba definido por el norte en el río Baker, coincidiendo con el límite del Parque Nacional Laguna San Rafael y por el oriente, con el límite hacia la fallida central hidroeléctrica Hidroaysén.

Considerando que el proyecto no se llevó a cabo, el CMN aprobó ampliar el límite de protección, con lo que el nuevo sitio abarca una superficie total de 5.123.849 metros cuadrados (512,38 hectáreas).
Por otra parte, un barrio configurado en los albores del siglo XIX es el que representan las poblaciones obreras de la Plaza Chacabuco, en la comuna de Independencia de la capital chilena, que fue declarada Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica a petición de vecinos, diputados y el alcalde.

A principios del siglo XX, el área en torno a Avenida Independencia inició un proceso de expansión urbana que significó la ocupación progresiva de las quintas y predios agrícolas que marcaban el carácter rural del sector.

Su nombre está dado por ser un barrio residencial que se desarrolló en torno al nodo de conectividad y servicios de la Plaza Chacabuco, que desde sus comienzos y hasta la actualidad, ha sido un punto de encuentro, identidad y socialización para la comunidad y la puerta de entrada al barrio.

La Plaza Chacabuco se consolidó como un centro social y lugar de encuentro, sumando en el sector al Hipódromo Chile y el Estadio Santa Laura. En el entorno, se encuentran presentes equipamientos a escala regional como el Cementerio General, Escuela de Medicina y Hospital José Joaquín Aguirre, Hospital Roberto del Río y Hospital San José.

La urbanización, significó la construcción de viviendas para particulares, ubicadas en los ejes de mayor importancia del barrio, en terrenos entregados a Cajas de Empleados (públicos y particulares) para la realización de los conjuntos habitacionales.

Por tanto, se trata de un barrio de interés histórico, que representa el proceso de crecimiento urbano hacia el norte de Santiago producto, de la explosión demográfica de comienzos del siglo XX y de la acción del Estado en materia de vivienda.

Su conformación, alberga la evolución histórica de la concepción de la ciudad y la arquitectura en Chile, dejando de manifiesto, en una única unidad territorial, los distintos procesos constructivos arquitectónicos y urbanos del periodo en materia de vivienda, desde la concepción obrera hasta el período moderno.

Es testimonio, además, del anhelo de la clase trabajadora chilena de mejorar su calidad de vida, mediante la construcción de un conjunto de viviendas homogéneas y armónicas.

 Pese a ser la suma de diversos proyectos de vivienda, actualmente se reconoce como un único proyecto social exitoso, pues integra una comunidad diversa y heterogénea que actúa de manera cohesionada y participativa, que valoriza la dimensión patrimonial de su territorio y constituye, un ejemplo positivo de convivencia de habitantes de distinto origen social: empleados particulares, públicos, carabineros, obreros y profesionales. 



El sitio abarca una superficie total de 304.489 metros cuadrados (30,44 hectáreas).

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