La derecha liberal sí existe es el relato
en primera persona de un esfuerzo colectivo por ampliar las fronteras de la
derecha chilena, dejando atrás la dictadura y consolidando un proyecto
comprometido con las libertades individuales, la diversidad, la competencia en
los mercados y el reformismo gradual.Desde su gestación hasta sus momentos más
complejos, esta crónica recorre la historia de Evópoli: sus orígenes,
fundamentos ideológicos y proyección. Hernán Larraín Matte, abogado y
exconstituyente, ofrece un análisis honesto y valioso sobre los avances,
dificultades y desafíos de este proyecto, reivindicando la vigencia de una
derecha liberal en tiempos de polarización y populismo.
Con una mirada optimista, pero sin evadir
las complejidades, este libro invita a reflexionar sobre el devenir político de
Chile y el rol central que debe jugar una derecha democrática y moderna.
Por qué leer este libro
El libro ofrece una visión audaz sobre el
papel del liberalismo en Chile, abogando por transformar la política desde una
base ideológica sólida. La crítica a los métodos tradicionales y la propuesta
de un cambio hacia una política más inclusiva y moderada es un gancho inmediato
para los lectores interesados en la evolución política del país.
El autor defiende la idea de que la
derecha liberal no solo puede existir, sino que tiene un rol crucial en un
contexto global de creciente polarización política. En tiempos donde los
extremos dominan el debate público, el libro convoca a quienes creen en el
poder de la moderación.
Larraín propone una reflexión crítica sobre
los problemas sociales y políticos de Chile y sobre cómo la derecha liberal
puede ofrecer respuestas que no solo sean pragmáticas, sino también alineadas
con los valores de la justicia social.
Al compartir su experiencia personal y
política, el autor ofrece una perspectiva que conecta profundamente con la
realidad política chilena, haciendo que el contenido sea accesible y directo.
El autor explora cómo el liberalismo,
lejos de estar obsoleto, debe renovarse para afrontar retos actuales, como el
auge de los populismos y la polarización política en Chile y en el mundo. •
Este libro no se limita al análisis, también ofrece propuestas concretas para
mejorar el sistema político y social de Chile.
El autor es partidario de aplicar
soluciones prácticas y realistas orientadas a conseguir un cambio gradual, en
lugar de reformas abruptas.
Larraín aboga por una política centrada en
el diálogo, el respeto y la búsqueda de consensos, lo que resulta atractivo en
un escenario político de confrontación constante. •
La
necesidad de conectar con los sectores más amplios de la sociedad es una de las
propuestas centrales, a fin de evitar el aislamiento de los partidos
tradicionales y renovar la confianza pública.
Datos que encontrarás en el libro.
Según un informe de 2024, Chile tiene
actualmente 19 partidos con representación parlamentaria y más de 10 en
formación, lo que genera una notable fragmentación política. Esto dificulta la
gobernabilidad y la capacidad de tomar decisiones a nivel nacional. •
Un estudio realizado por el CEP en 2022
revela que un 80% de los ciudadanos apoyaban el reemplazo de la Constitución,
pero con una clara oposición a que los políticos tradicionales redactaran la
nueva carta magna, mostrando la desconfianza generalizada en los actores
políticos tradicionales.
De acuerdo con la encuesta CEP de 2024, el
crecimiento económico se ha ralentizado en la última década, generando un
malestar social. La estabilidad económica y el desarrollo social alcanzados
durante los 30 años previos se ven desafiados por la ineficacia del sistema
político y la creciente corrupción.
En cuanto a valores, el 60% de la
población está de acuerdo con que las parejas del mismo sexo puedan criar a
hijos, un aumento significativo respecto al 26% de 2011. En términos de
derechos reproductivos, el 84% apoya alguna forma de libertad en el aborto, lo
que refleja un cambio en los valores sociales hacia una mayor apertura y
tolerancia.
Las movilizaciones estudiantiles de 2011
marcaron el inicio de una nueva generación política en la izquierda de Chile,
con un discurso más crítico que el acostumbrado, que impugnaba la obra de la
Concertación.
Este giro ideológico y su tono de
superioridad moral fueron claves para que sectores de la derecha tomaran
decisiones que, en otras circunstancias, podrían no haberse considerado. El
siguiente paso fue la creación del centro de estudios Horizontal y el movimiento
Evópoli en 2012, un proyecto político que emergió tras un año que cambió las
preguntas políticas del país.
El primer gobierno de Sebastián Piñera
impulsó significativas reformas sociales. En 2011, envió al Congreso el
proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja, que más tarde se convertiría en el
Acuerdo de Unión Civil (AUC), reconociendo diferentes formas de familia y
sentando las bases para un cambio cultural en la sociedad chilena.
Además, en 2012, se promulgó la Ley Zamudio,
para proteger a las personas de distintos tipos de discriminación. Durante su primer mandato, Piñera alcanzó
logros económicos importantes, como la creación de un millón de empleos y un
crecimiento promedio anual del 5,3%, superando el 3,3% del gobierno anterior.
Estos resultados, junto con las políticas
públicas implementadas, fueron fundamentales para consolidar el éxito de su
administración.
En 2013, al cumplirse 40 años del golpe de
Estado, Piñera y su equipo político emitieron una carta condenando las
violaciones de derechos humanos, lo que dio paso a un cambio importante dentro
de la derecha chilena. La propuesta de retirar la frase que justificaba el
golpe de Estado en las declaraciones de principios de la UDI y RN fue
finalmente aceptada por ambos partidos, un paso simbólico hacia la
despinochetización del sector.
El informe del PNUD 2024 destacó que el
88% de los chilenos desea cambios, pero el 67% prefiere que estos sean
graduales. Además, un 75% expresó disposición a apoyar a un líder capaz de
cambiar de opinión si presenta soluciones efectivas.