domingo, 13 de julio de 2025

Reconocimiento al trabajo cultural: presentan perfiles ocupacionales y proyectan nuevas certificaciones para el sector

 La mañana del viernes 11 de julio, en el Palacio Pereira, se celebró la firma de un nuevo convenio entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social y ChileValora, que permitirá el levantamiento de dos nuevos perfiles ocupacionales de sector creativo y cultural al alero del Programa de Promoción y Fortalecimiento del Trabajo Cultural.

Los nuevos perfiles, correspondientes a Artista Circense de Tradición Familiar y a Disc Jockey, se sumarán a los cinco perfiles que actualmente están disponibles en el Catálogo de ChileValora: Gestor (a) Cultural, Luminotécnico(a), Escenotécnico(a), Sonidista de Espectáculos y Artista Circense Contemporáneo.

El levantamiento de estos perfiles ocupacionales es un hito para el sector cultural que por primera vez incorpora estándares de competencias para la certificación de trabajadores y trabajadoras en diversos ámbitos. La certificación de competencias busca ser un aporte para la formalización, la empleabilidad y el reconocimiento de habilidades que, en muchos casos, se han aprendido desde la educación informal o no formal.

“Desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio hemos impulsado un compromiso y un trabajo sostenido a través del Programa de Trabajo Cultural, para avanzar, cada vez más, en la profesionalización y en el reconocimiento de los trabajadores y trabajadoras culturales”, dijo la ministra Carolina Arredondo Marzán.

Agregó que “a través del Programa de Trabajo Cultural, hemos dispuesto los recursos para que podamos certificar a 145 trabajadores y trabajadoras este año, en los cinco perfiles, y con eso iniciar con un número importante de trabajadores del sector cultural con su certificación de competencias laborales”.

Tanto los perfiles actualmente disponibles como aquellos que se levantarán este año son resultado del diálogo social tripartito, desplegado a través del organismo sectorial de competencias laborales de Cultura, conformado por representantes de trabajadores, empleadores y del Estado, a los que se sumaron más de 120 agentes culturales ligados a diversas organizaciones y disciplinas del sector, quienes colaboraron para la identificación de estándares de desempeño de cada perfil.         

El ministro del Trabajo y Previsión Social, Giorgio Boccardo, destacó la presentación de los nuevos perfiles laborales y la firma de convenio para que nuevos oficios entren en el catálogo de ChileValora. “Este es un paso muy relevante para avanzar en Trabajo Decente en el sector cultural.

Estos nuevos perfiles permitirán organizar el sector, reconocer, certificar oficios y saberes, fijar estándares, mejorar criterios de seguridad y salud laboral. Todo esto facilita la formalización y el acceso a seguridad social para trabajadoras y trabajadores de las culturas en toda su diversidad”.

Actualmente, el proceso está a la espera de la acreditación de centros certificadores que permitan implementar la evaluación de los perfiles ocupacionales del sector cultural ya incorporados en el Catálogo de ChileValora.

Paralelamente, avanza la habilitación de evaluadores, trabajadores culturales con amplia trayectoria en estos perfiles, quienes estarán a cargo de ejecutar los procesos de evaluación conforme a los lineamientos metodológicos definidos por ChileValora

Desde el Programa de Trabajo Cultural, se han asignado recursos destinados exclusivamente a la certificación de competencias en estos perfiles con el fin de contribuir a dinamizar la oferta y demanda de estos procesos.

Específicamente, se cuenta con $45.000.000 del presupuesto 2025 para la certificación de competencias, con lo que se busca alcanzar la meta para este año de aproximadamente 145 trabajadores culturales certificados a nivel nacional, distribuidos entre los 5 perfiles ocupacionales existentes actualmente.

“Necesitamos del compromiso activo del sector para impulsar su utilización, para promover la certificación de trabajadores y trabajadoras culturales, y para integrar estos estándares en sus propias prácticas y procesos.

Desde ChileValora, asumimos el compromiso de seguir avanzando para que estas certificaciones se concreten, lleguen a todo el territorio y se transformen en una herramienta real de reconocimiento, movilidad laboral y mejora de condiciones para quienes trabajan en cultura”, dijo la directora ejecutiva de ChileValora, Ximena Rivillo Oróstica.

El Programa de Promoción y Fortalecimiento del Trabajo Cultural, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en conjunto con ChileValora, han trabajado desde el 2024 en el levantamiento de perfiles para la certificación de competencias en cultura, enfrentando las brechas de certificación y formalización de competencias levantadas en diversas instancias de diagnóstico y diálogo social desde el Programa de Trabajo Cultural, y respondiendo a su objetivo general de disminuir los niveles de precariedad laboral de las y los trabajadores culturales.

 ChileValora es la Comisión del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales, organismo dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social cuyo objetivo es el reconocimiento formal de las competencias laborales de las personas, independiente de la forma en que hayan sido adquiridas y de si tienen o no un título o grado académico.

Esto permite a los trabajadores que son expertos en lo que hacen, y no tienen cómo demostrarlo, validar su experiencia, aumentar su empleabilidad, y acceder a nuevas oportunidades laborales con una certificación respaldada por el Estado.

Ampliar el catálogo e integrar nuevas disciplinas otorga continuidad a un plan de acción que no solo valoriza el capital humano en cultura, con foco en las trayectorias laborales a largo plazo —procesos de inserción, reconversión laboral, y formalización de trabajadores culturales —, sino que también responde a desafíos sociales inmediatos en torno a nuevas tendencias digitales y nuevos modelos de desarrollo, economía y sustentabilidad, acciones que a nivel general tendrán un impacto significativo en la promoción del Trabajo Cultural Decente.

Punto de Lectura Comunitaria abrirá sus puertas en Chaihuin

Este sábado 19 de julio a las 12.00 horas se realizará la inauguración oficial del Punto de Lectura Comunitaria de Chaihuin, un proyecto que busca acercar los libros, la cultura y la imaginación a este territorio rural de la Región de Los Ríos, emplazado en plena selva valdiviana.

La iniciativa es financiada por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, Convocatoria 2025, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y es liderada por la Fundación San Jorge, en colaboración con el Comité de Defensa del Medio Ambiente de Chaihuin.

El proyecto contempla la revitalización de un espacio inactivo durante varios años, el Centro Cultural Kaykayen, que hoy se transforma en un punto acogedor y accesible, equipado con mobiliario renovado y una colección literaria diversa.

Además, se busca implementar una programación cultural permanente, que pueda incluir instancias como clubes de lectura, talleres, cuentacuentos, intercambios de libros, un rincón infantil y encuentros con escritores, orientados a fomentar el hábito lector, promover la creatividad y fortalecer los lazos comunitarios.

“Creemos profundamente que los libros pueden ser ventanas al mundo, especialmente en territorios donde el acceso a espacios culturales ha sido limitado. Con este punto de lectura apostamos a que la lectura sea un derecho cultivado en comunidad”, señala Ramón Yáñez, gestor cultural y coordinador del proyecto.

El Punto de Lectura se alinea con el Plan de Lectura de la Región de Los Ríos (2021–2026) y responde a una necesidad urgente en zonas rurales: la descentralización del acceso a la cultura y la generación de espacios significativos para todas las edades.

“Nos inspira la idea de que leer es también un acto colectivo, un proceso de descubrimiento compartido. Por eso, este espacio no solo entrega libros: propone una forma distinta de habitar la lectura, como refugio, encuentro y transformación”, agrega Yáñez.

Este espacio busca consolidarse a mediano plazo como una biblioteca comunitaria que aporte al desarrollo cultural del territorio, visibilizando a actores locales y promoviendo la identidad de Chaihuin.

sábado, 12 de julio de 2025

Universidad de Chile inauguró su Gran Sala Sinfónica Nacional

La espera llegó a su fin. 

A diez años de iniciados los trabajos del Complejo Universitario VM20, la Universidad de Chile inauguró de manera oficial su Gran Sala Sinfónica Nacional el jueves 10 de julio.

 La apertura se efectuó con un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Sinfónico Universidad de Chile, dirigidos por el maestro invitado Maximiano Valdés.

El programa incluyó la Obertura Festiva, del compositor chileno Juan Orrego Salas, interpretada por la orquesta, tras lo cual se sumó el Coro Sinfónico, preparado por su director artístico Juan Pablo Villarroel, en la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven, obra que contó también con las voces solistas de Carolina García-Valentin soprano; María Luisa Merino, mezzosoprano; Gonzalo Quinchahual, tenor y Cristian Lorca, barítono.

En la instancia estuvieron presentes las principales autoridades nacionales universitarias, encabezadas por el presidente de la República, Gabriel Boric Font y la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés.

 El Mandatario destacó que "llevar el conocimiento, la cultura y las artes más allá de las aulas es construir y hacer patria”.

“La Universidad de Chile, al igual que el resto de las universidades estatales, son un ejemplo de la diversidad con la que se piensa y se construye al servicio de Chile y su desarrollo.

Este edificio encarna precisamente ese espíritu, porque aquí, en Vicuña Mackenna 20, van a confluir el pensamiento crítico, tan propio de nuestra universidad, la formación académica en torno a la política, el quehacer público y las relaciones internacionales, junto con el arte y la cultura", afirmó.

Por su parte, la Rectora Devés manifestó que “es un orgullo para la Universidad de Chile poner a disposición de la ciudadanía un centro de excelencia para las artes que contempla la Gran Sala Sinfónica Nacional que inauguramos y también, salas de ensayo de alta calidad para la Orquesta, el Banch, el Coro y la Camerata, así como nuevas dependencias para el funcionamiento del Centro de Extensión Artística y Cultural Domingo Santa Cruz, CEAC”.

La Gran Sala Sinfónica forma parte del Complejo Universitario VM20, cuya inauguración también se aproxima y que será la casa de la Facultad de Gobierno, el Instituto de Estudios Internacionales y el Instituto de Estudios Avanzados en Educación, además del CEAC.

“Después de más de ocho décadas cumpliendo con una labor irremplazable en la difusión de la música de excelencia, nuestros conjuntos patrimoniales podrán convivir en un mismo espacio”, añadió la Rectora. 

Asimismo, agradeció a todas y todos quienes colaboraron en concretar este proyecto: “Tres rectorías y sus equipos han aportado a hacerlo realidad, los rectores Víctor Pérez y Ennio Vivaldi que nos antecedieron. Tres directores del CEAC: Ernesto Ottone, Diego Matte y Dominique Thomann.

Infinitas gracias a ellos. Esta obra pertenece a toda la Universidad, cada cual hizo su aporte, poniendo en pausa otros proyectos para privilegiar la construcción del Complejo VM20 o dedicando parte importante de su trabajo a volverla realidad.


Aquí queda su huella, que es reflejo del compromiso de esta universidad: servir a Chile”.

Finalmente, la máxima autoridad universitaria indicó: “Esperamos que todas y todos quienes, en las próximas generaciones, ingresen a esta sala–ya sea para interpretar o para escuchar música–sepan y sientan que este espacio les pertenece y que es posible alcanzar grandes logros cuando las acciones son colectivas”.

Maximiano Valdés

Por su parte, la directora del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad, Dominique Thomann, destacó que “con esta sala cambia la manera de escuchar y hacer música sinfónica tal cual como la conocemos, evolucionando ambas experiencias hacia una mayor excelencia, llevándonos a puntos sin precedentes en Chile”.

 Añadió que “queremos que vengan a conocer y disfrutar la belleza de la música en esta nueva Gran Sala Sinfónica Nacional, un espacio con acústica de primer nivel que permitirá al público escuchar a nuestra Orquesta Sinfónica Nacional de Chile como nunca antes, un sueño de muchas décadas para nuestros músicos que por fin es una realidad”. 

Marta Colvin y sus paisajes esculpidos.

Marta Colvin es, sin duda, una de las grandes representantes de la escultura chilena. Su presencia en el espacio público y en el imaginario escultórico es evidente.

 Recientemente, en dos muestras los escultores Vicente Gajardo y Mauricio Guajardo evidenciaban las huellas de esta artista en la escultura nacional. Y es que su combinación de modernidad y pasado escultórico latinoamericano, la ubican como referente de una tradición -que de una forma u otra- vuelve a nosotros; para algunos como fantasma, para otros, como promesa de renovación. 
 
El punto es que Colvin creó un lenguaje propio que, partiendo del modernismo fue haciéndose cada vez más personal, nutriéndose en el camino de múltiples referentes formales y culturales.

Sin duda los pueblos originarios y también, el paisaje de nuestro continente fueron acervos que logró traducir manteniendo siempre una constante preocupación por los medios plásticos.  

Espíritu del agua.
Maqueta
Bajo el título Inmensidad y forma en el paisaje se exhibe hace ya unas semanas una exposición dedicada a la obra de Marta Colvin.

 Condensada y contundente mini retrospectiva que permite seguir la obra de la artista desde sus inicios en la figuración hasta el desarrollo pleno de su lenguaje abstracto. La exposición abre con una sección dedicada a su obra figurativa.

Marta Colvin se muestra aquí como una clásica moderna. Son figuras de proporciones alargadas, con un evidente dominio de la representación realista y en un estilo que recuerda a la escultura europea que se hizo tras las vanguardias, la llamada “vuelta al orden”, un estilo que adoptó el fascismo italiano, por ejemplo, y que conjuga la monumentalidad de la escultura académica con ciertos aspectos de la modernidad.

Es desde ahí que la artista salta a una abstracción orgánica, es decir formas no reconocibles pero cuyos contornos recuerdan desde semillas hasta microorganismos, un estilo que desarrolló Hans Arp en escultura y Tanguy en pintura. 

“Eslabón” de 1956, una imponente pieza en madera, es un notable ejemplo de este estilo.

Al recorrerla, uno parece ver, por momentos, una figura humana en tensión y por otro, la unidad mínima de una cadena, el eslabón, que le da título. Los especialistas en Colvin, han llamado a esta etapa “periodo Semilla”.

Paloma de la paz
Una fórmula que conjuga las referencias ya señaladas y desde luego la síntesis que Henry Moore o Barbara Hepworth, convirtieron en fórmula -y hasta lugar común- de lo moderno.


Las piezas de los sesentas y primeros setentas, muestran un cambio evidente en el lenguaje de la artista. Parecieran tanto paisajes como arquitecturas. De hecho, “Señal en el Bosque”, de 1971, recuerda por momentos la arquitectura de estilo Pradera, de Frank Lloyd Wright. 

Parece la descripción de una vivienda, pero también la de un paisaje, dispuesto en medio de la naturaleza como comentario y contrapunto del entorno. Cosa muy evidente en sus obras de la serie Horizonte Andino. Esculturas que, contrario a la tradición de la disciplina, se desarrollan de forma horizontal.

Esa horizontalidad es una forma de evocar el paisaje y la superficie accidentada, rica en toda clase de cortes, tan característica de la cordillera. Como si la artista sintetizara, a través de estas formas que se extienden, las alturas andinas y su exuberante topografía. Fisuras que describen el relieve y los traumas de una geografía.

Los colores de Marta 

Algo que podría resultar menos evidente para una escultora, en Colvin es notoria su preocupación por el color. Está desde luego el propio de los materiales que emplea, la madera, la piedra, pero también tinciones con las que dota a las piezas de atmósferas e irradiaciones que las vuelven muy características.

 Está, por ejemplo, el rojo intenso de “Zarza ardiente” de 1967 o el empleo del turquesa en obras como “Vigías” de 1973 o “Machi” del año ´71. En otras piezas, pienso en “Ariki”, aparece en cambio un trabajo de sutiles tonos de verde y sepia que están administrados con un sensible y rico ojo pictórico.

La superficie de la pieza está imbuida de una gran variedad de tonos dentro de su contenida gama cromática. Eso es algo que caracteriza sus obras de los años 60.

Horizonte andino III.
La madera parece a ratos bronce patinado o cerámica, y consigue así ampliar las resonancias del material sin forzarlo. Quizás aquí también había un eco de carácter tradicional. 

La escultura policromada, después de todo, es parte esencial del lenguaje colonial latinoamericano. Quizás.

Pero Colvin era ante todo una escultora, cuya búsqueda principal se articulaba a partir del binomio forma-espacio. No extraña entonces, que algunas obras tengan piezas unidas con bisagras, permitiendo el movimiento de algunas unidades y por lo tanto una reconfiguración de la forma y el espacio que la circunda.

La idea del volumen, que se expande a través de un registro rico en textura, tiene en “Búsqueda o jaula” de 1966, una particular variación porque aparece contenido al interior de una tabiquería que obliga al espectador a recorrer la escultura para descubrir las formas que se esconden en su interior.

Hay aquí, desde luego, un encuentro entre un formalismo de carácter racionalista y una interpretación de la abstracción que tiene evidentes conexiones con las estelas mayas o la escultura y arquitectura de los aztecas.

"Eslabon" (c) MNBA
Tal vez eso es característico en todo el legado maduro de esta artista, porque Colvin pertenece a una generación del arte latinoamericano que reconoce el valor de nuestro continente cuando viaja a Europa e identifica que una porción de la modernidad muy importante se ha forjado desde una reinterpretación de acervos primitivos, ancestrales.

La propia artista contó en alguna ocasión cómo Henry Moore le hizo ver que no era necesario que una artista latinoamericana acudiera a Europa a aprender escultura, pues mucha de la mejor se había realizado en nuestro continente.

La obligación entonces era poner los ojos en esa tradición que las academias habían ignorado. La artista consagró su obra a ese propósito. Esta exposición es una buena prueba de ello.

Felipe Betancourt y familia Flor ganan concurso Arte en tu barrio

 Con una propuesta vibrante, participativa y profundamente conectada con el entorno, el artista visual y gestor cultural Felipe Betancourt Rosas fue el ganador del concurso de fotografía Arte en tu Barrio, iniciativa impulsada por Fundación Actual en colaboración con Actual Chile para promover el arte público y la participación ciudadana en nuestros espacios urbanos. 

La propuesta ganadora no se limitó a capturar imágenes de las esculturas del programa: las transformó en parte de "Familia Flor", una performance colectiva de fuerte carácter comunitario que une arte, naturaleza y conciencia ambiental.

A través de máscaras florales hechas con materiales reciclados, vestuarios coloridos y música en vivo, "Familia Flor" invita a vecinos, artistas y estudiantes a co-crear una experiencia estética única que revaloriza el espacio público como lugar de encuentro y expresión. 

Con más de una década de historia, este proyecto escénico ha recorrido ciudades de Chile y del mundo, dejando una huella de color, colaboración y reflexión. Actualmente, "Familia Flor" forma parte del programa “Gigantes del Reciclaje”, cuya próxima exposición —Un viaje al reciclaje creativo— se inaugurará el 8 de agosto en la Aldea del Encuentro (La Reina), con títeres, máscaras e instalaciones creadas a partir de residuos. Una muestra imperdible que demuestra cómo el arte puede inspirar nuevos imaginarios sobre nuestro presente y futuro sustentable. 

El artista visual y gestor cultural Felipe Betancourt Rosas, junto a su colectivo Familia Flor, fue el ganador de nuestro concurso de fotografía de Arte en tu Barrio, realizado a través de redes sociales junto a Actual Chile, con el objetivo de promover la participación ciudadana, visibilizar el arte público y fomentar una mirada más consciente sobre nuestro entorno urbano.

El ganador no sólo capturó a través de su lente las esculturas de nuestro programa, sino además las llenó de colores y las hizo partícipe de Familia Flor, performance colectiva, nacida en Coyhaique en 2012, que fusiona arte, naturaleza y comunidad a través de máscaras florales confeccionadas con materiales reciclados, música en vivo y vestuarios coloridos, invitando a reconectar con el entorno y con uno mismo.

Uno de los sellos distintivos de Familia Flor es su carácter nómada y colaborativo: el proyecto viaja en una maleta, y cada activación cobra vida junto a comunidades locales —vecinos, estudiantes, colectivos territoriales y artistas— que se suman a la creación de los personajes florales. 

De esta manera, se genera una experiencia artística profundamente participativa que promueve la apropiación del espacio público, la creación colectiva y la conciencia ambiental.

A lo largo de más de una década, Familia Flor se ha consolidado como una propuesta escénica única en el panorama artístico nacional e internacional. Su recorrido ha llevado arte, color y reflexión a diversas ciudades de Chile —como Coyhaique, Santiago y Valdivia— y del mundo, incluyendo Londres, Ciudad de México, París y Chicago. Cada intervención convierte plazas, parques y esquinas en espacios de encuentro, donde lo efímero de la performance deja huellas duraderas en la memoria de quienes participan.

El proyecto ha sido parte de importantes plataformas culturales, como el festival “100 en un Día” en Santiago y Valdivia, y actualmente forma parte del programa “Gigantes del Reciclaje”, una propuesta de arte itinerante que promueve la educación ambiental desde el arte contemporáneo.

Próxima exposición: Los Gigantes del Reciclaje – Un viaje al reciclaje creativo

Felipe Betancourt presentará próximamente su trabajo en la exposición “Los Gigantes del Reciclaje: Un viaje al reciclaje creativo”, que se realizará entre el 8 de agosto y el 8 de septiembre de 2025 en la Aldea del Encuentro, comuna de La Reina. En esta muestra, el público podrá sumergirse en un universo donde el reciclaje se transforma en un lenguaje artístico y pedagógico.

La exposición incluirá títeres gigantes, máscaras de gran formato, vestuarios y tótems construidos a partir de residuos industriales, textiles y plásticos en desuso. Además, contará con una instalación que recrea el proceso creativo detrás de estas obras, ofreciendo una experiencia inmersiva que combina arte, sustentabilidad y conciencia social.

El programa contempla también actividades de mediación artística dirigidas a estudiantes de colegios municipales, ampliando el acceso a la cultura y profundizando el impacto educativo del proyecto.

Desde Fundación Actual celebramos la participación de Felipe y de todas las personas que compartieron su mirada sobre el arte en nuestros barrios. Su obra nos recuerda que el arte no solo se observa: se vive, se comparte y se construye colectivamente

Escultura en piedra textil.

Fundación Actual continúa ampliando las fronteras de su programa Arte en tu Barrio con la incorporación de una nueva escultura en la ciudad de Lima, Perú. En esta ocasión, el artista Rodrigo Zúñiga Giese —conocido como el “Tejedor de Piedras”— fue invitado a crear una obra para el acceso del edificio residencial Faisanes 343, ubicado en el distrito de Chorrillos. La escultura, titulada “La Rueca”, fue instalada recientemente.  

Trabajada en piedra caliza y con una técnica única que transforma lo pétreo en apariencia textil, “La Rueca” marcará la primera experiencia de arte público del artista peruano: “Me siento halagado. Es mi primera obra pública y ambiciono tener más oportunidades como esta”.  

Con esta nueva obra, Fundación Actual reafirma su compromiso con el arte en el espacio urbano y con la creación de vínculos significativos entre artistas, ciudad y comunidad. 

Como parte del programa Arte en tu Barrio, Fundación Actual instaló una nueva escultura, esta vez en el distrito de Chorrillos, en Lima Perú. “La Rueca”, del artista Peruano Rodrigo Zúñiga. 

Fundación Actual continúa ampliando las fronteras de su programa Arte en tu Barrio con una nueva intervención escultórica en Lima, Perú. En esta ocasión, el artista Rodrigo Zúñiga Giese —conocido como el “Tejedor de Piedras”— fue invitado a crear una obra para ser emplazada en el acceso del edificio residencial Faisanes 343, ubicado en el distrito de Chorrillos.

La escultura, titulada “La Rueca”, está hecha de piedra caliza y presenta formas circulares y radiales inspiradas en los telares ancestrales del Perú. 

“Le puse La Rueca porque los tejidos pétreos que diseño se asemejan a las formas en que las hilanderas del Perú ancestral confeccionaban sus prendas”, explica el artista, reconocido por su técnica singular que transforma la piedra en superficies que evocan la suavidad del textil.

Autodidacta y profundamente conectado con la materia que trabaja, Zúñiga considera esta obra un hito en su trayectoria: “Me siento halagado. Es mi primera obra pública. Ambiciono tener más oportunidades como esta”. 

Desde 2024, Fundación Actual ha expandido el programa Arte en tu Barrio fuera de Chile, reafirmando con este proyecto su compromiso con la integración del arte en los espacios urbanos y con el fortalecimiento del vínculo entre artistas y comunidades. 

“Me parece excelente que las empresas piensen así, porque a través de esta inversión se da oportunidades a muchos artistas plásticos, y al mismo tiempo se ofrecen obras artísticas a la ciudad”, agrega Zúñiga.

Más allá de embellecer el entorno, la escultura busca generar un diálogo simbólico con quienes la rodean. “Espero que quienes se crucen con ella en su trayecto cotidiano experimenten algo parecido a lo que siento al trabajarla: una conexión emocional con las formas, con la luz y con las sombras mágicas que proyecta cada día y cada noche”, concluye el artista.

viernes, 11 de julio de 2025

“Encrucijadas de lo público: el Plinto y la Plaza” continúa este sábado en el Centro Cultural La Moneda

 Este viernes se inauguró en el Centro Cultural La Moneda el coloquio “Encrucijadas de lo público: el Plinto y la Plaza”, un espacio de reflexión que reúne a destacadas voces del pensamiento crítico, el arte y la academia en torno al significado y el destino del plinto de la ex-estatua de Baquedano en Plaza Italia.

En esta primera jornada, diversas mesas abordaron el simbolismo del espacio público, las tensiones entre patrimonio, memoria y participación ciudadana, y el rol del arte como vehículo de transformación cultural.

 Destacaron las intervenciones que situaron al plinto como ruina viva y lugar de disputa simbólica, reconociéndolo como parte de una narrativa colectiva en construcción.

La conferencia fue inaugurada por Javier Ibacache, presidente del directorio del Centro Cultural La Moneda, quien destacó que esta instancia se inscribe en el compromiso del CCLM por abrir espacios a los debates que emergen genuinamente desde la ciudadanía y por fortalecer el ejercicio de los derechos culturales.

 “Nos encontramos en un proceso de reflexión institucional con miras a los 20 años del CCLM, y este coloquio encarna el propósito de proyectarnos como un ágora para pensar colectivamente el país que queremos ser”.

Fernando Balcells, fundador del Colectivo de Acciones de Arte (CADA) e impulsor de la iniciativa, enfatizó la urgencia de reconocer al plinto como un símbolo cargado de memoria social y política: “Estamos visibilizando un problema que ha sido ignorado por la autoridad.

Hemos solicitado que el plinto sea reconocido como ocupante legítimo de la plaza y declarado monumento histórico autónomo. Aquí hay una historia hecha de muchas historias, que no caben en un relato único”.

Desde una mirada interdisciplinaria, la arquitecta Gabriela Medrano moderó la mesa “Arquitectura, ciudadanía, arte y patrimonio”, donde se debatió sobre el sentido del patrimonio en clave contemporánea: “El plinto y la plaza forman parte de un conjunto escultórico con historia propia.

El patrimonio debe ser entendido como una construcción dinámica, que se nutre del diálogo, la memoria colectiva y la transformación de los espacios públicos en función de los afectos y los derechos ciudadanos”.

La conversación continúa este sábado 12 de julio, entre las 09:30 y las 14:00 horas, con nuevas ponencias que profundizarán en las políticas de representación, el derecho a la ciudad y los futuros posibles de la plaza como espacio de encuentro, conflicto y resignificación.

El encuentro —abierto y gratuito— busca proyectar una mirada democrática y participativa sobre los símbolos urbanos que conforman nuestra historia reciente. Entre los invitados e invitadas se encuentran Rita Segato, Cecilia Vicuña, Elvira Hernández, Raúl Zurita, Voluspa Jarpa, Gabriela Medrano, Pablo Oyarzún, José Joaquín Brunner, Colectivo interdisciplinario feminista Las Tesis, entre otros referentes.

Programa

Sábado 12 de julio

Mesa 3:  Monumentos y ruinas, homenajes y aperturas al porvenir

09:30 a 11:00 horas

Modera: Fernando Balcells, sociólogo.

Expositores: Elvira Hernández, poeta, Premio Nacional de Literatura de Chile (2024); Raúl Zurita, poeta, Premio Nacional de Literatura (2000); Cecilia Vicuña, artista visual, Premio Nacional de Artes Plásticas (2023); José Joaquín Brunner, sociólogo y Pablo Oyarzun, filósofo.

Mesa 4: Movimientos sociales en el epicentro en común de la ciudad

11:15 a 12:15 horas

Modera: Voluspa Jarpa, artista visual

Expositores: Claudio Alvarado L., antropólogo; Javiera Manzi, Socióloga; Karinna Fernández, abogada defensora DDHH; Carolina Benavente, investigadora en arte y cultura y Sibila Sotomayor y Daffne Valdés del colectivo interdisciplinario feminista Las Tesis.

Conferencia con Rita Segato: 12:30 a 13:30 horas. 

Ministra de las Culturas encabeza devolución de bienes patrimoniales al Perú en el Museo Histórico Nacional

(c) Juan Guajardo
 La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, junto al viceministro de Relaciones Exteriores del Perú, embajador Félix Denegri y el jefe nacional de delitos contra el medio ambiente y patrimonio cultural, prefecto Marcelo Rebolledo de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), encabezó este viernes 11 de julio en el Museo Histórico Nacional (MHN) la ceremonia de devolución de bienes culturales arqueológicos a la Embajada del Perú. En la actividad también participaron la subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez, y la directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Nélida Pozo. 

Se entregaron 19 piezas arqueológicas de origen peruano entre cerámicas y textiles, de las culturas Chancay, Wari y Pativilca que datan entre los años 600 y 1476, y que provienen de contextos mortuorios y ceremoniales, lo que les otorga un profundo valor histórico y simbólico. 

“Con esta entrega no solo estamos devolviendo objetos; también estamos reconociendo el valor cultural de estas piezas y reparando el daño causado al patrimonio y memoria de una nación y de las comunidades que fueron afectadas”, dijo la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo.

“Esto es un acto de justicia, de reconocimiento al valor de las culturas originarias, y de reparación simbólica para las comunidades cuyos saberes están representados en este inconmensurable patrimonio”, agregó la ministra.  

(c) Juan Guajardo
Tras expresar su reconocimiento al gobierno de Chile por este acto de significativo valor, el viceministro de Relaciones Exteriores del Perú, embajador Félix Denegri, destacó que la recuperación de bienes culturales constituye un tema de la mayor relevancia para nuestros países, que tenemos el objetivo común de resguardar nuestra historia e identidad y prevenir daños irreparables a la memoria y al legado de nuestros pueblos.

En ese marco, llamó a intensificar nuestras acciones en el combate al tráfico ilícito de bienes culturales con ese objetivo. 

Estas piezas saqueadas de sitios arqueológicos peruanos, identificadas en colecciones ilícitas en Chile y en plataformas de venta en línea como eBay e Instagram y cuya venta y salida del país están prohibidas, forman parte de un fenómeno global de tráfico ilícito que ha aumentado tras la pandemia, delito que está fuertemente vinculado al crimen organizado y al saqueo de contextos culturales, afectando el patrimonio y el conocimiento de países y comunidades vivas. 

En tanto el prefecto, Marcelo Rebolledo, jefe nacional de delitos contra el medio ambiente y patrimonio cultural de la Policía de Investigaciones de Chile, señaló: “El tráfico ilícito de bienes culturales, se ha convertido en uno de los mercados criminales más lucrativos en el mundo, por lo que la PDI -desde hace más de 20 años- investiga este tipo de delitos a través de sus ocho Brigadas Investigadoras de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural. 

Por ello, esta restitución es el resultado de un trabajo colaborativo y con cooperación internacional de la PDI, con diversas entidades chilenas y del Perú, lo que permitirá que dentro de poco tiempo los bienes restituidos sean observados y admirados por la ciudadanía”. 

(c) Juan Guajardo
Sobre las piezas

Fueron nueve cerámicas (Caso Quinteros) incautadas por la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente (BIDEMA) de la PDI Valparaíso en un museo irregular, incluidas piezas de estilo Chancay y Pativilca (600-1000 d.C.), con cántaros monocromos ovoides decorados con motivos zoomorfos.

Junto con lo anterior también se decomisó un textil Chancay denunciado por venta en Instagram, que corresponde a un fragmento de gasa blanca con diseños antropomorfos y ornitomorfos, elaborado en algodón (1000-1476 d.C.).

Además, nueve textiles detectados en eBay por la Dirección de Recuperaciones del Perú que incluyen piezas de las culturas Chancay y Wari de fibra de camélido y algodón, con diseños geométricos, 600-1000 d.C. 

Sobre el proceso de identificación y recuperación

La Dirección de Recuperaciones del Ministerio de Cultura del Perú identificó estas piezas mediante un riguroso análisis técnico que incluyó un estudio comparativo donde se realizó una evaluación de materiales, técnicas, morfología e iconografía, además de una estimación del estado de conservación e identificación de daños y alteraciones.

 Además, se efectuó una revisión bibliográfica para realizar consultas de publicaciones arqueológicas y catálogos de museos. Así mismo se tuvo se tuvo acceso a información virtual mediante el uso de plataformas como el Sistema Integrado de Patrimonio Cultural Peruano (SIPAC).

(c) Juan Guajardo
Todas las piezas fueron reconocidas como parte del Patrimonio Cultural de la Nación Peruana, amparadas por la Convención UNESCO 1970 (ratificada por Chile en 2014) y el Convenio Bilateral Chile-Perú de 2002. Este marco legal obliga a los Estados a combatir el tráfico ilícito y facilitar la restitución de bienes culturales. 

La recuperación de estos bienes patrimoniales fue posible gracias al trabajo mancomunado y la colaboración del Ministerio de Relaciones Exteriores, BIDEMA de la PDI, Ministerio Público, el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural a través de su Unidad de Asuntos Internacionales y Tráfico Ilícito, quién coordinó la evaluación, conservación y embalaje, con apoyo del Consejo de Monumentos Nacionales, el Museo Histórico Nacional y el Centro Nacional de Conservación y Restauración.

El artista Andrés Vio se sube a la Combi en el Arte.

 Fundación Actual lanza una nueva exposición del programa Arte Sobre Ruedas, esta vez de la mano del artista visual Andrés Vio, quien presenta “Círculo en Tránsito”, una muestra itinerante que recorrerá diversos espacios de Santiago.  

La exposición reúne obras seleccionadas especialmente para viajar en la galería móvil de Fundación Actual, con el círculo como figura central y simbólica. Junto a la muestra, se realizarán talleres y actividades con el artista y la comunidad.  


“Me gusta la idea de que el arte se mueva por la ciudad, que se cruce con la vida cotidiana”, señala Vio, quien desde sus inicios ha cruzado la práctica artística con la docencia y la extensión cultural. Su participación en Arte Sobre Ruedas es parte de esa vocación: abrir el arte, compartirlo, activarlo junto a otras personas.  

“Círculo en Tránsito” es una invitación a la pausa, a observar y crear en conjunto. Muy pronto, en tu barrio, plaza, evento o colegio.

“Círculo en Tránsito” es la nueva exposición que a partir de agosto viajará en la Combi del Arte de Fundación Actual llevando obras del destacado artista chileno a diferentes espacios de la ciudad.   

Después de 2 años de un exitoso recorrido con la exposición de Bruna Truffa, en la que más de 265 mil personas tuvieron la oportunidad de conocer el trabajo de la destacada artista chilena, ahora, con la nueva muestra, la Combi comenzará su recorrido ofreciendo además de la exposición, actividades y talleres artísticos impartidos por el artista.

Y es que, desde sus inicios, Andrés Vio ha cruzado la práctica artística con la docencia y la extensión cultural. Su participación en Arte Sobre Ruedas es parte de esa vocación: abrir el arte, compartirlo, activarlo junto a otras personas.

De esa manera, la Combi recorrerá distintas comunas de Santiago —plazas, colegios, eventos— con una propuesta que fusiona el arte contemporáneo y la participación ciudadana. Más que una muestra estática, esta es una experiencia en movimiento que invita a detenerse, observar y participar.

“Me gusta mucho la idea de llevar el arte donde está la vida real. No como un lujo, sino como algo que debe estar presente en todos lados. Que se mueva por la ciudad me parece potente”, comenta Vio sobre su motivación para sumarse a esta propuesta itinerante.

Una galería en tránsito, un círculo que se expande

La exposición reúne una cuidada selección de obras que dialogan con la movilidad de la Combi y con la idea de tránsito, pausa y observación. El círculo, figura central en el trabajo de Vio, aparece como un símbolo cargado de sentido: “El círculo es tránsito, es conexión. Igual que esta exposición, que no se queda quieta y que invita a participar”, señala el artista.

La propuesta curatorial se construye a partir del lenguaje visual que ha caracterizado la carrera de Vio: el uso del diario como material plástico, la geometría como estructura y la exploración espiritual desde lo cotidiano. Su obra se despliega en soportes diversos —papel, madera, objetos— y evoca influencias que van desde el cubismo al Op Art, sin adherirse a una corriente única.

“Círculo en tránsito” no solo exhibe obras: también propone un encuentro directo entre el artista, el público y la creatividad. A diferencia de otros años, la Combi del Arte viajará preparada para realizar talleres en los que las personas podrán participar experimentando con la metodología de Vio y crear sus propias obras junto al artista.

“El arte tiene que salir del museo, cruzarse con la vida cotidiana. Mientras más personas lo experimenten, mejor. Es una puerta de entrada a mundos nuevos. Y a veces, para muchos, es la primera vez. Eso tiene un valor inmenso”, afirma.

Conmemoran los 121 años del natalicio de Pablo Neruda

 Este sábado 12 de julio, a las 12.00 horas, la Fundación Pablo Neruda conmemorara los 121 años del nacimiento de Pablo Neruda y al mismo tiempo se celebrarán los 75 años de la publicación del canto General.

Esta obra de Pablo Neruda representa una de las cumbres de la poesía latinoamericana, con su célebre poema "Alturas de Macchu Picchu", musicalizado posteriormente por los Jaivas. 

Pablo Neruda, seudónimo y posterior nombre de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto nació en Parral el 12 de julio de 1904 y falleció en Santiago el 23 de septiembre de 1973.

Es considerado entre los más destacados e influyentes artistas de su siglo; además de haber sido senador, cónsul, miembro del Comité Central del Partido Comunista y embajador en Francia.

En 1971 Neruda recibió el Premio Nobel de Literatura «por una poesía que con la acción de una fuerza elemental da vida al destino y los sueños de un continente» y entre sus múltiples reconocimientos, destacó el de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oxford.

En 1910 ingresó al Liceo de Hombres de Temuco, donde cursó todos sus estudios hasta terminar el 6.º año de humanidades en 1920.

El entorno natural de Temuco, sus bosques, lagos, ríos y montañas marcaron el mundo poético de Neruda; en dicha ciudad escribió gran parte de los trabajos que integraron Crepusculario (1923), su primer libro de poemas.

El 18 de julio de 1917 publicó su primer artículo, Entusiasmo y perseverancia, en el diario La Mañana de Temuco. ​ En 1918 su poema «Mis ojos» apareció en la revista Corre-Vuela, donde se publicaron otros tres poemas suyos.

Entre este año y 1922, escribió artículos que fueron publicados en los periódicos temuquenses La Mañana y Diario Austral y en revistas literarias de estudiantes de Temuco, la Revista Cultural de Valdivia y Ratos Ilustrados de Chillán.

​ En 1919 publicó trece poemas en la revista Corre-Vuela, comenzó a contribuir en la revista literaria Selva Austral y obtuvo el tercer lugar en los Juegos Florales del Maule con su poema «Comunión ideal» o «Nocturno ideal».

En 1920 conoció a Gabriela Mistral, por entonces directora del Liceo de Niñas de Temuco ​ de cuyo encuentro recordó: «ella me hizo leer los primeros grandes nombres de la literatura rusa que tanta influencia tuvieron sobre mí».

​ Fue elegido presidente del Ateneo Literario del Liceo de Hombres de Temuco y prosecretario de la Asociación de Estudiantes de Cautín. El 28 de noviembre de dicho año, ganó el primer lugar en poesía de la Fiesta de la primavera de Temuco.

Fue cónsul en Birmania, en Sri Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires, Barcelona y Madrid donde pregonó su concepción poética de entonces, la que llamó «poesía impura» y experimentó el poderoso y liberador influjo del surrealismo.

En 1923 publicó Crepusculario, elogiado por escritores como Hernán Díaz Arrieta, Raúl Silva Castro y Pedro Prado.

(c) Fundación Pablo Neruda 
​ En 1924 salió a luz su famoso “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, donde todavía se nota una influencia del modernismo. 

Posteriormente, se manifestó un propósito de renovación formal, de intención vanguardista, en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza, Anillos (en colaboración con Tomás Lago) y Tentativa del hombre infinito.

En 1939 fue designado, por el presidente Pedro Aguirre Cerda, cónsul especial para la inmigración española en París, donde destacó como el gestor del proyecto Winnipeg, barco que llevó a cerca de 2000 inmigrantes españoles desde Francia a Chile.

Poco tiempo después en 1940, fue asignado como cónsul general en México hasta fines de 1943, ​ donde reescribió su Canto General de Chile transformándolo en un poema del continente sudamericano. 

El 21 de octubre de 1971, Neruda fue galardonado con el Nobel «por una poesía que con la acción de una fuerza elemental da vida al destino y los sueños de un continente»

Su última aparición en público fue el 5 de diciembre de 1972, cuando el pueblo chileno realizó un homenaje al poeta en el Estadio Nacional. En febrero de 1973, por razones de salud, renunció a su cargo de embajador en Francia.

Después del golpe militar del 11 de septiembre, su salud se agravó y el 19 fue trasladado de urgencia desde su casa de Isla Negra a Santiago, donde murió en la Clínica Santa María a las 22:30 del 23 de septiembre.

75 años de Canto General (1950 – 2025)

Este 2025 la Fundación Pablo Neruda conmemora los 75 años de Canto General (México,1950), una obra monumental, considerada un clásico de las letras hispanoamericanas y de la poesía contemporánea universal.

Comparado con libros como la Biblia, el Popol Vuh, La Divina Comedia, La Araucana y Hojas de hierba, este libro es también un gran poema que abarca el continente americano, su historia, su geografía, sus conquistadores y conquistados. Fundación Pablo Neruda rinde homenaje a Pablo Neruda y su Canto General, aportando un contenido educativo y poético, para todas y todos.

El Canto General es el décimo poemario de Pablo Neruda, que fue publicado por primera vez en México, en los Talleres Gráficos de la Nación, en 1950 y que empezó a componer en 1938.

Con pocas semanas de diferencia, se imprimió y circuló en Chile una versión clandestina, con pie de imprenta ficticio (Imprenta Juárez, Reforma 75, Ciudad de México), a cargo de Américo Zorrilla y del ilustrador José Venturelli.

La edición original que salió en México incluyó ilustraciones de los muralistas mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.

Neruda explicó en sus memorias que consideraba Canto general como su libro más importante. Lo concibió como un «proyecto poético monumental» que aborda la historia de América Latina, siguiendo a los antiguos cantos épicos y consta de quince secciones, 231 poemas y más de quince mil versos.

(c) Fundación Pablo Neruda 
Casi todos los poemas que lo componen, fueron creados en circunstancias particularmente difíciles, cuando Neruda vivía en la clandestinidad ya que como miembro del Partido Comunista, era perseguido y acusado de «infringir la Ley de Seguridad Interior del Estado e injuriar al presidente Gabriel González Videla.

 En palabras del propio Neruda, el propósito de su libro fue: «Unir a nuestro continente, descubrirlo, construirlo, recobrarlo. Me propuse también abarcar nuestra inmensidad americana sin temer la fulguración de los héroes ni pasar por alto los crímenes que nos han ensangrentado.  Nuestras plantas, nuestras flores deben ser por primera vez contadas y cantadas».

(Pablo Neruda, Congreso Continental de la Cultura, 1953).

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