A este evento se le conoció como
“Operación Joaquín” o Vuelo de Justicia”. Todo el proceso no duró más de 58
segundos.
A través de una historia relatada en
primera persona, Claudio Martínez Cerda, autor de “Punto de fuga” hace un
recuento apasionante acerca de cómo se fueron dando las condiciones
sociopolíticas y sistémicas para que la reconocida Operación Vuelo de Justicia
o fuga del siglo resultara de manera tan asombrosa.
A través de sus páginas, el autor toma
como eje central el rescate de Palma Salamanca, Hernández Norambuena, Muñoz
Hoffman y Ortiz Montenegro, relatándolo en calidad de testigo y protagonista a
la vez, ya que Martínez Cerda se desempeñaba como Director Nacional de
Gendarmería en pleno 1996.
Para Claudio Martínez, este libro llega en
un momento importante. Tras la publicación del libro “Puntapeuco: la historia
desconocida” (Ril Editores, 2019) el autor procesó información archivística y
realizó una investigación exhaustiva de lo que significó el rescate en
helicóptero y la construcción de la Cárcel de Alta Seguridad.
“Luego de procesar la información desde
documentación que tenía archivada hice una investigación exhaustiva de todo el
publicado, y me entrevisté con actores claves. A partir de esto fue como
rescatar un disco duro desde mi memoria, de mis propias vivencias.
En ese momento surgen emociones que ya
parecían olvidadas; tal como ocurre al interior de la familia que se ve
naturalmente afectada por el vértigo de la función pública que me tocó vivir, y
de cómo inesperadamente me convertí en protagonista de un hecho inédito en la
historia penitenciaria chilena”, comenta el autor recordando su proceso
creativo.
“Punto de fuga”, además de ser el relato de la fuga del siglo, también busca ser una visita a uno de los momentos más intensos de la historia contemporánea de Chile: el periodo de la transición a la democracia en Chile.
Es un recorrido funcional, que sirve para recordar que
a pesar de que el país se encontraba nuevamente viviendo en democracia, aún
existían grupos de resistencia armada; como lo fueron el Frente Patriótico
Manuel Rodríguez y el Movimiento Juvenil Lautaro, quienes cometieron delitos
que se califican como actos terroristas. Entre ellos, el secuestro de Cristián
Edwards y el asesinato a Jaime Guzmán, lo que posteriormente derivó en la
creación urgente de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS).
El hecho ocurrido en la CAS llevó a que
Martínez renunciara a su cargo como Director Nacional de Gendarmería,
convirtiéndose en una especie de “quinto pasajero”, al ser el único que asumió
la responsabilidad política en ese momento.
Hoy, con la perspectiva del tiempo
reflexiona sobre lo ocurrido y añade: “No es propiamente un reflejo de una
debilidad del sistema penitenciario, sino más bien es la debilidad de sectores
transversales de la política que no fueron capaces de dar el sustento a un
régimen que habría impedido este rescate. […] Ese fenómeno de una u otra manera
está presente en el Chile de hoy cuando no se logra trazar una línea clara
entre lo que es la violencia y lo que es una reivindicación social legítima.
Mientras
no seamos claros frente a esos límites seguirá habiendo un mensaje confuso para
la ciudadanía que siempre cree ver en el Estado una suerte de cómplice pasivo,
y muchas veces de actos delictuales altamente graves. La construcción y puesta
en marcha de la Cárcel de Alta Seguridad fue un intento de trazar esa línea. Si
se mira con la perspectiva del tiempo fue una decisión correcta, porque
significó más allá del rescate en helicóptero el fin de las acciones armadas en
Chile post dictadura.”
“Punto de fuga” se encuentra disponible
para preventa en nuestra tienda
virtual, y en librerías a partir del 28 de julio.
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