En el corazón de la comuna de Las Condes se emplaza
Santa Rosa de Apoquindo, un monumental conjunto arquitectónico centenario, de
gran valor patrimonial, que acaba de cumplir 200 años y hoy está en manos de la
Municipalidad de Las Condes y su Corporación Cultural.
El MUCH invita a conocer una parte
fundamental de nuestra identidad, y da cuenta de tres elementos forjadores de
la idiosincrasia chilena: el caballo, la tierra y sus habitantes. La
interacción entre ellos ha ido escribiendo la historia de Chile como nación,
perfilando los distintos íconos que representan la chilenidad.
“No se puede avanzar hacia el futuro sin conocer
de nuestros antepasados. Por eso, para nosotros es importante que nuestros
vecinos conozcan de nuestro patrimonio, tanto cultural como
arquitectónico. Este nuevo museo es una muestra de ello, y con tecnología
del siglo XXI nos invita a revisar y valorar una parte fundamental de
nuestro acervo e identidad.
Además, como lo requieren los tiempos, hemos intentado
que sea lo más inclusivo posible, para que nadie se quede sin visitarlo y viva
la experiencia visual, auditiva y táctil que ofrece”, señala Daniela Peñaloza
Ramos, alcaldesa de Las Condes.
Conformado por tres salas de exhibición, el nuevo
museo exhibe diferentes piezas históricas y contemporáneas, que conforman el
apero del caballo, como monturas, espuelas y estribos, usados por campesinos,
huasos y mapuche. Todo ello se complementa con audiovisuales, textos y
fotografías.
Asimismo, ofrece una visión histórica de la chilenidad,
a través del relato de viajeros y naturalistas, como Gay, Darwin y Rugendas,
que observaron las costumbres en la zona central de Chile durante el siglo XIX,
y de investigadores y estudiosos del arte popular del siglo XX, como Oreste
Plath, Tomás Lago, entre otros, que valoraron la identidad nacional y
profundizaron en el mundo huaso.
El recorrido culmina con el foco puesto en el
habitante y se inspira en los corredores interiores de las antiguas casas
chilenas. En este espacio se exhiben las vestimentas de mujeres y huasos y se
ponen en valor nuestras tradiciones inmateriales representadas a través de
artesanos y sus obras.
También se incorpora a la mujer, abordando su relación
con la cultura ecuestre y su vida al interior de la hacienda. Desde una mirada
actual, se tributa a las artesanas, cultoras del arte popular campesino, quienes,
a través de sus creaciones en cerámica, fibras vegetales y textiles, mantienen
vivo un imaginario muy característico.
Desde el ingreso, el recorrido del Museo es planteado
de forma inclusiva e integradora, con audioguías en español, inglés y
mapuzungun, e interactividad sensorial para integrar a personas con baja
visibilidad.
En el recinto de más de 300 metros cuadrados, el
visitante puede observar una mezcla mesurada de vanguardia tecnológica (soporte
de imágenes, líneas de tiempo y pantallas interactivas) y exhibición de piezas
tradicionales, gracias a la colaboración de la Federación de Criadores de
Caballos Raza Chilena y coleccionistas particulares.
El parque Santa Rosa de Apoquindo tiene una larga
historia, convirtiéndose en un enclave patrimonial en plena comuna de Las
Condes.
El terreno donde se encuentra ubicado el nuevo museo
de la chilenidad, ha estado ligado desde siempre a grandes hitos y personajes de
nuestra historia.
Las tierras de Apoquindo pasaron a propiedad del
conquistador Pedro de Valdivia quien las cedió en encomienda a Inés de Suárez.
El primer español que se instaló en el lugar fue Juan Bautista de Ureta y
Ayala, quien compró las tierras en 1621.
En el siglo XVII la chacra tuvo varios dueños, entre
ellos el alcalde y corregidor de Santiago, Juan Rudolfo Lisperguer, tío de La
Quintrala, quien la adquirió en 1652. El capitán Francisco Diaz Pimienta la
compró años después y sus descendientes la conservaron hasta fines del siglo
XVIII, cuando fue vendida a Manuel de Coo y Ureta, quien construyó allí su
casa.
A mediados del siglo XIX, el lugar fue comprado como
residencia de verano por Manuel Blanco Encalada, primer presidente de Chile y
Comandante en Jefe del Ejército durante la guerra contra la Confederación
Perú-Boliviana.
Él refaccionó la casa con frisos y columnas, la decoró
con elegantes muebles, obras de arte y tapicería, habilitó el sector de La
Llavería y diseñó un hermoso parque con diversas especies de árboles.
Posteriormente, perteneció a José Eugenio Guzmán Irarrázabal, quien le dio su actual nombre en honor a su esposa, doña Rosa Montt y Montt, hija del presidente Manuel Montt.
En 1919 la propiedad pasó a
manos de su hijo Roberto Guzmán Montt, primer alcalde de Las Condes y desde
entonces hasta 2004 fue el lugar de residencia de sus descendientes, la familia
Gandarillas Guzmán.
Ese año, sus últimas propietarias, las hermanas María Eugenia, Patricia, Paz y Yolanda traspasaron la casa a la Municipalidad de Las Condes, para fines culturales.
Hoy es la Casa-Museo Santa Rosa de Apoquindo,
donde se exhibe la Colección de Pintura Chilena de Las Condes, y en el sector
adyacente de La Llavería se ha construido y diseñado el Nuevo Museo de la
Chilenidad MUCH.
La museografía ha estado a cargo de la oficina de
diseño y arquitectura SUMO, dirigida por el museógrafo Luis Sebastián
Moro.
El NUEVO MUSEO DE LA CHILENIDAD estará abierto al público en Santa Rosa de Apoquindo, Padre Hurtado Sur 1195, de martes a domingo, 10:30 a 14:00 horas y 15:00 a 19:00 horas, con entrada liberada y Pase de Movilidad habilitado. Más info en 22 896 98 91 y museochilenidad@culturallascondes.cl.
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