Recogiendo algunos de los 20 episodios del film, en
esta puesta en escena local los actores representan con humor negro una
diversidad de personajes que exponen la mentira, el fraude, la explotación, la
soberbia y el embaucador: un padre monstruoso que convierte a su hijo en un
monstruo más peligroso; un fanático abusador; un sacerdote vanidoso; un amante
manipulador que confunde a su pareja con un oblicuo afán de protegerla;
mendigos que explotan una discapacidad; y un supuesto amigo que se mete en la
mente del más débil por ganar dinero. Con la dirección y dramaturgia de Daniel Marabolí, y
las actuaciones de Nicolás Pavez, Juan Pablo Peragallo, Juan José Acuña y Linus
Sánchez, la nueva coproducción del Instituto Italiano de Cultura-Santiago
y Teatro Finis Terrae conjuga múltiples elementos performáticos, sonoros,
musicales y visuales que dan cuenta de una visión crítica a las masculinidades
desde una perspectiva cómica y contemporánea respecto a las bases del actual
modelo de conducta masculina. “Tras el rotundo éxito de nuestra anterior
coproducción, Inferno, nos planteamos un nuevo desafío. Esta vez, en
ocasión del centenario del nacimiento de los actores Vittorio Gassman y Ugo
Tognazzi llevaremos al público chileno esta adaptación teatral de la célebre
película protagonizada justamente por estos dos grandes intérpretes en la
película de Dino Risi con guion, entre otros, del gran Ettore Scola, una
comedia amarga y sarcástica sobre la Italia de los 60’.
Asimismo, esta adaptación es una lectura en clave local y moderna de aquella despiadada crítica social, en la cual la risa se transforma en una mueca de penosa conciencia de la realidad”, comenta Cristina Di Giorgio, directora del Instituto Italiano de Cultura de Santiago.
El director teatral Daniel Marabolí sostiene que “la
obra rescata dos aspectos importantes de la comedia original: la crítica a las
masculinidades y sus formas conductuales que definen su modelo social de
comportamiento y, por otra, la comedia negra acorde con los films sociales de
la época neo realista italiana”.
“La obra muestra las máscaras de la perversión en un
mundo patriarcal. Estas son pequeñas piezas, cuentos discretos pero espantosos.
El mal en envase chico. Lo que parece canción o chiste esconde el peligro de
toparse con sujetos así” expone el destacado dramaturgo Marco Antonio de la
Parra.
“No estamos limpios, no somos puros ni diáfanos ni
santas palomas. Somos de esos monstruos y vamos al teatro a limpiarnos en la
carcajada o la conmoción. Esperamos haber reconocido monstruos propios y ajenos.
Y ser mejores personas”, concluye el autor.
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