Durante los últimos dos meses, Ismenia se dedicó a
confeccionar pacientemente 50 zorzales, trailes y chiuques en junquillo y
totora, los que hasta el 1 de octubre estarán “sobrevolando” el corredor
principal del Centro Cultural Montecarmelo de Providencia junto a los trabajos
de otras 15 maestras artesanas del país, desde Camarones, por el norte, hasta
Cabo de Hornos, en la zona austral, en la exposición “Fibras en Vuelo”.
“Es muy importante poder exponer en un lugar tan
importante de Santiago el trabajo que hacemos las mujeres artesanas, porque así
se valoriza nuestra labor con materias primas que cada vez son más escasas y
que cuesta mucho conseguir”, expresó Ismenia, quien recolecta las fibras junto
a su madre y luego las seca sobre la plancha de la cocina para que pierdan la
humedad, para finalmente darles forma de paneras, pantallas de lámparas,
cestos, pescados y pajaritos, con distintas técnicas, en su taller Artesanía
Ahoni.
La muestra “Fibras en Vuelo”, organizada por la
Municipalidad de Providencia e INDAP, expone un total de 1.000 aves de nuestro
país, como golondrinas, cometocinos, torcazas, tórtolas, picaflores, tencas,
lechuzas, palomas, chincoles y albatroces, entre otras especies, con fibras
vegetales de los diversos territorios donde viven sus creadoras, como
quilineja, conquillo, ñapo, junco, voqui pil-pil, chupón, paja de trigo ligún y
hoja de choclo.
Las artesanas participantes son Ester Arellano, de la Región de Arica y Parinacota; Marta Godoy, de Coquimbo; Zaida Muñoz, Débora Vidal y Melania Cornejo, de O’Higgins; Elena Paillafil y su hermana Juana Paillafil, de La Araucanía; Isabel Lienlaf y Uberlinda Reiman, de Los Ríos; Adelina Soto, Raquel Aguilar, Fedima Soto, Ismenia Duamante y Angélica Raimapo, de Los Lagos; Emelina Barragán, de Aysén, y Julia González, de Magallanes.
Isabel Lienlaf (34), artesana del sector Alepue de la
comuna de Mariquina, hizo medio centenar de aves en voqui pil-pil para la
exposición. También comenzó de pequeña en la cestería, por tradición familiar:
“Debo haber tenido 4 ó 5 años y no partí haciendo, sino que desarmando las
figuras que hacían mis padres, Abelardo y Gloria. A los 18 comencé a hacer
piezas tradicionales, como chaiwes, teteras, hueveras, peces y pajaritos,
además de cosas a pedido”, comentó.
Agregó que su opción siempre fue quedarse en el campo,
ya que también le gusta la agricultura –con su familia cultivan papas, arvejas,
habas y porotos y además tienen unos pocos animales: vacas, ovejas y gallinas–,
y que la mayor satisfacción que le da la artesanía “es saber que mis trabajos
llegan lejos, como acá al Centro Montecarmelo o a la Expo Milán, en 2015; eso
me da ánimo para continuar en este oficio “.
“Fibras en vuelo” se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 18 horas y los sábados de 10 a 17:30 en Bellavista 0594. Quienes deseen adquirir alguna de las piezas expuestas pueden revisar el catálogo (pinchar acá) y enviar un mensaje al correo a fibrasenvuelo@gmail.com o al WhatsApp +56 9 6613 2494, solicitando el modelo que desean comprar.
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