La muestra está compuesta por una serie de fotografías que registra a cholitas que posan con sus tradicionales polleras en una piscina de Ciudad del Alto, Bolivia.
Son 14 imágenes, realizadas el 2017 bajo el agua con una antigua cámara GoPro, en que las modelos juegan a construir un imaginario de musas cholas.
Wara Vargas Lara, fotógrafa boliviana explica cómo surgió la idea de las fotografías “la idea nace en un sueño. Soñé con unas musas que estaban flotando.
Eran cholas, no mujeres blancas europeas y me pareció lindo, porque era como un imaginario de esa musa chola que no existía ni en la publicidad ni en la televisión acá en Bolivia".
Wara Vargas ha colaborado con el New York Times y por primera vez expone en Chile, en la galería FLACH.
Entre esa fantasía y su realización pasaron cerca de cinco años. Wara tenía esta imagen en su cabeza desde 2012, pero no el dinero para adquirir una cámara y hacer los retratos bajo el agua.
Así, que siguió con su trabajo como fotoperiodista en medios impresos de La Paz hasta que consiguió un antiguo modelo de GoPro, con una carcasa especial para sumergirla.
En ese periodo también conoció a Rosario Aguilar, que creó la primera agencia de modelos cholitas en Bolivia, a quienes reclutó para esta serie.Pero faltaba la piscina. Ninguna tenía la luz necesaria, hasta que el 2017 en una pauta de prensa le tocó asistir a la inauguración de un centro recreativo en Ciudad del Alto y se encontró, con la construcción ideal que afortunadamente el dueño del lugar le facilitó para el proyecto.
“Las primeras fotos fueron malísimas, porque ellas estaban recién comenzando y modelar bajo el agua era un reto de modelo top. Se les inflaban los cachetes, se ahogaban, no estaba tan fácil y tuvimos que repetir mucho”, recuerda la fotográfa.
Finalmente, en cinco meses de trabajo, en frías sesiones que realizaba en la madrugada, antes que la piscina abriera al público, retrató a 15 mujeres con distintos cambios de vestuario de cholitas.
Sobre la importancia de la serie, para la
representación de mujeres cholas, indica que “estas fotos no son para nosotros,
son para que las nuevas generaciones crezcan con un poco más de empoderamiento
y no sientan vergüenza de su mamá chola".
Wara Vargas, cuya abuela es chola, cuenta que muchas veces a ella la trataron mal y sabe lo que es sufrir racismo. Eso sí, apunta que "desde el momento en que yo lo soñé hasta ahora que lo presento en Chile, en Bolivia tenemos políticas antirracistas y estamos en ese proceso de ese cambio en nuestra mirada a nosotros mismos".
Wara Vargas Lara (1977, Cochabamba, Bolivia). Crecí acompañada de la fotografía gracias a mis padres, ambos artistas plásticos. Mi padre me enseñó el arte de parar el tiempo. Y desde que recuerdo, intenté inmortalizar todo mi mundo.
Mi amor por la fotografía me acompañó incondicionalmente durante estos años y me acercó al fotoperiodismo. Trabaje en varios medios de mi país, Bolivia.
Contar historias es lo que siempre me motivo y gracias a las personas que dejaron que contara su historia, logré varios reconocimientos nacionales e internacionales y pude exponer en varios países como Alemania, Estados Unidos, Colombia, Brasil, Uruguay, México, Italia y España.Mis fotos hablan de las mujeres y la historia de mi país. Me gusta mucho la mística de los rituales bolivianos y los nuevos imaginarios, que construyen las nuevas identidades.
Actualmente, gracias a la beca de National Geographic, estoy documentando el trabajo de parteras tradicionales en Bolivia.
La exposición estará abierta al público hasta fines de octubre de 2022, de lunes a viernes de 11:00 a 14:00 horas y de 15:00 a 19:00 horas. Entrada gratuita. Sábado y domingo cerrado.
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