Palmas de Ocoa. Parque Nacional La Campana |
Proyecto financiado por el Fondo de Artes Visuales, Convocatoria 2023, “Kan
Kan, el susurro de la palma”, es una propuesta de exploración sensorial que
integra las obras gráficas de la artista visual Ximena Bórquez, quien
lidera este proyecto que se complementa con el trabajo sonoro del músico Fernando
Godoy y el registro audiovisual de la documentalista Emilia
Simonetti.
Si bien es un proyecto que se trabajó con anterioridad, los incendios que
afectaron a la región dan hoy a la exposición una resignificación, rememorando
y homenajeando estas áreas protegidas a nivel nacional, donde crece de manera
natural la palma chilena, una especie endémica cuyas características la hacen
única y que tomará varios años en ser recuperada.
Es una exposición que se abre al público luego de un trabajo en terreno de 8
meses, con estudio y levantamiento de información en el Palmar de Ocoa,
del Parque Nacional La Campana, elegido por ser el que alberga la mayor
población de palma chilena del país, el Palmar de Cabritería, ubicado en
la quebrada del cerro Barón y Rodelillo en Valparaíso y el Palmar El Salto de
Viña del Mar, recientemente siniestrado en un alto porcentaje de su territorio
por los devastadores incendios.
“Los trabajos que he hecho están sumamente relacionados con lo que está
perdido, por el momento. Es un testimonial de vivencias; de encuentros con
seres, como la lagartija esbelta que es una especie típica que vive en las
palmas, de la energía que entrega, de cómo respetarlo y la conexión que se
generó con este hábitat que no volverá a ser igual”, cuenta Ximena Bórquez.
“Kan Kan, el susurro de la palma”, es una muestra que se compone por
piezas gráficas de frottage de grandes y medianas dimensiones, en cuyo proceso
fueron cambiando sus materiales de elaboración, como el grosor del papel y la
utilización de pastel graso que luego se reemplazó por carbones vegetales y
minerales para dibujar su corteza y texturas.
A
esto se suma: un corto documental, una cápsula sonora, dibujos a partir de
lenguaje vectorial, obras volumétricas y otras con intervención tecnológica
sensorial, junto a una página web que reunirá todo este trabajo.
“Los estímulos sensoriales que recibe el cuerpo, como los sonidos, las
temperaturas y los olores, son posibles de graficar. En esta exploración, se
profundizó la experiencia táctil que derivó en un afecto y se generó una
reciprocidad, permitiendo una comunicación más performática, más del cuerpo”, comenta
la artista.
Obra: Palma Tronco (Cortesía de la artista) |
De
esta manera, se logró captar el sonido de sus hojas en la parte alta de
manera más nítida, como también el sonido de la propia vibración de las hojas
producto del viento mediante micrófonos de contacto.
Estos archivos sonoros fueron utilizados por Ximena para exploraciones
sinestésicas, en donde tradujo los sonidos a dibujos y luego a patrones
gráficos con los que construyó su propuesta multimedial de diversos formatos.
“Transmitir la palma con sus misterios y con su antigüedad, fue entrar en una frecuencia lenta, de coincidir con el lugar, bajar los decibeles, calmar la mente, silenciarse, situándose en un estado de atención.
Es notar que pertenecemos a un todo y que la mente muchas veces nos impide percibirlo. Hay una conexión con el mundo espiritual, con eso antiguo que es parte de una”, destaca Bórquez.
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