Este catastro fue realizado por un equipo
de académicos y colaboradores de la Escuela de Arqueología de la Universidad
Austral de Chile de la sede ubicada en la ciudad de Puerto Montt.
Los autores son Simón Urbina Araya,
arqueólogo; Ricardo Álvarez Abel, antropólogo; Carolina Maturana Ibáñez,
historiadora; Simón Sierralta Navarro, arqueólogo; Rafael Labarca Encina,
arqueólogo; Elisa Calas Pérsico, arqueóloga; Aldo Farías Herrera, geógrafo;
Constanza Roa Solís, arqueóloga; Mauricio Álvarez Abel, ilustrador científico;
y Víctor Martínez Mellado, diseñador infografista. Ilustraciones: Mauricio
Álvarez Abel. Revisión editorial: Carmen Cecilia Díaz.
Al revisar el texto, es posible conocer la
relación estrecha entre el patrimonio arqueológico de las provincias de
Llanquihue y Chiloé y sus habitantes actuales.
Según señala el libro, “el mejor ejemplo
de que disponemos son los curantos. Este término huilliche refiere a una forma
de cocción de alimentos provenientes del mar y la tierra, en base de piedras
calientes, técnica que ya era utilizada por grupos canoeros hace miles de
años”.
En la publicación, se relata que el
curanto es un medio de subsistencia y socialización.
En algunas islas del mar interior existen
curantos situados en el borde costero que refieren a prácticas reiterativas del
mariscar colectivo en cada isla. Al parecer, varias familias preferían juntarse
y compartir las playas para fortalecer redes de colaboración y cuidado.
Calentando las piedras |
Hasta el día de hoy, los cantos rodados o
piedras que se usan en los curantos son probadas antes de ser usadas. Se llama
a esto curantear las piedras, lo que permite evaluar si pueden soportar
altas temperaturas sin romperse.
Cuando una piedra es adecuada, su uso se
prolongará por muchos años y curantos, siendo incluso obsequiadas o prestadas a
otros por su valor práctico.
El Dr. Simón Urbina, arqueólogo y
académico de la Escuela de Arqueología UACh, destaca que “elementos del pasado
mantienen activos los vínculos identitarios con las personas, territorios y
tiempos que habitamos.
Nos permiten reconocer que otras personas,
desarrollaron actividades en el pasado, de manera similar a como hoy en día las
familias usan el borde costero. Esto ayuda a los habitantes locales, a
reconocer un curanto sepultado profundamente en una pared de conchal milenario,
como algo propio.
También, nos permite dimensionar cómo
estas particularidades culturales se trasmiten de un territorio a otro, tal
como sucede con los curantos que existentes en diversos puntos de la Patagonia
archipelágica”.
El libro ha sido construido para ser usado
o leído de tres maneras distintas: una secuencial, otra temática y otra visual.
Por supuesto, pueden existir otras múltiples maneras de leerlo y disfrutarlo.
El proceso de recopilación de información
fue acompañado por una serie de talleres educativos sobre el patrimonio
cultural arqueológico de la región de Los Lagos y el sur austral de Chile.
En estas actividades virtuales y
presenciales participaron estudiantes, docentes y comunidades escolares de
colegios de Chayahué, Ancud, Chacao y Chonchi. El trabajo de divulgación y
socialización del conocimiento científico, ha permitido comprobar los vínculos
estrechos entre memoria, identidades y el Patrimonio Cultural Arqueológico
(PCA) local y regional con el aula y las comunidades escolares situadas en los
territorios estudiados.
El libro se estructura en cinco capítulos
temáticos: los dos primeros, describen el contexto que dio origen a este
trabajo y la relevancia de preservar y conocer nuestro patrimonio arqueológico en
relación, con las diversas identidades y memorias que le dan sentido.
El tercer capítulo aborda temáticas
sugerentes sobre investigaciones arqueológicas recientes en las provincias de
Llanquihue y Chiloé. Del mismo modo, el cuarto y quinto capítulo abordan temas
significativos para la historia colonial y republicana.
Pensado especialmente para docentes y
comunidades escolares, el texto incluye un apéndice que detalla el enfoque de
educación patrimonial que inspiró los talleres realizados, como una invitación
a incorporar métodos innovadores en la sala de clases, utilizando los
contenidos de este libro.
En ese sentido, Arqueología de
Llanquihue y Chiloé busca dar continuidad al trabajo pionero de dos obras
de divulgación de contenidos patrimoniales y arqueológicos en nuestra región:
los antiguos habitantes de la Provincia de Llanquihue (2011) y Chiloé y su
patrimonio-arqueología insular (2015).
Herencias culturales y sus relaciones
Este libro se trata de las herencias
culturales y sus relaciones. En sus páginas, se pueden revisar partes
significativas de la historia regional, sin dejar de lado procesos globales y
continentales ocurridos hasta el siglo XIX.
Desde aquellas familias que arribaron y
poblaron sus distintos espacios hace 12.000 años, hasta nuestros tiempos,
identidades y tradiciones se han configurado y transformado producto del
crecimiento de la población y la llegada de nuevos habitantes: migración,
colonización y urbanización.
En estos miles de años de historia, los conocimientos ancestrales y formas de habitar han cambiado, pero siguen presentes como memorias y experiencias de lugares, como los atardeceres junto al mar, en los artefactos que en conjunto marcan las huellas humanas que la arqueología busca estudiar, compartir y legar a las nuevas generaciones.
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