viernes, 15 de marzo de 2024

Orquesta Usach abre su ciclo de sinfonías de Beethoven y estrena obra en memoria de Jorge Peña Hen

Orquesta Usach en Teatro Aula Magna.
(c) Gary Go 

Cuando llegó el siglo XIX, Ludwig van Beethoven (1770-1827) abrió un nuevo capítulo en su biografía. No solo se trató del cambio de siglo y, personalmente, de alcanzar los 30 años. 

Después de unas temporadas ya instalado en Viena, donde se había labrado una fama como pianista y compositor, se decidió a conseguir el Burgtheater de la ciudad, organizar un concierto y estrenar ahí la primera de las nueve sinfonías que completaría en su vida. 

La Sinfonía Nº 1 en do mayor, op. 21 inauguró así el catálogo sinfónico más célebre alguna vez escrito por un compositor. También será la primera que la Orquesta Usach aborde en el concierto inaugural de su temporada 2024, que justamente tiene las nueve sinfonías de Beethoven como eje.

Fijado para este miércoles 20 de marzo (19:30 hrs.) en el Teatro Aula Magna Usach, el programa comenzará con el estreno de Despedida, del compositor chileno Miguel Farías (1983), y continuará con la Sinfonía concertante para violín, viola y orquesta de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), con Oriana Silva (violín) y Priscilla Valenzuela (viola) como solistas. Las entradas son gratuitas y se pueden descargar en el sistema Portaltickets 

Esta es la única sinfonía de Beethoven que es pura felicidad. La Sinfonía concertante de Mozart también es luminosa, así que habrá unidad entre ambas”, adelanta David del Pino Klinge, director titular de la Orquesta Usach, quien enfatiza que la personalidad de Beethoven se impone de inmediato ante la influencia de sus predecesores:

“No es un nieto de Mozart ni un sobrino de Joseph Haydn, ya te das cuenta que es otra persona. Es una época en la que Beethoven estaba enamorado y feliz, sin la sombra de la sordera todavía. No se había convertido en una persona amargada y eso se nota también en su sentido del humor”, explica. 

Antes se oirá la Sinfonía concertante para violín y viola, que tendrá a dos integrantes de la propia Orquesta Usach al frente del escenario: Oriana Silva, concertino de la agrupación, y la violista Priscilla Valenzuela, quien debutará como solista.

“Es un tesoro un poco desconocido”. No se toca tanto porque no es fácil tener dos solistas de buen nivel, con una relación personal para prepararla en conjunto. De los cinco conciertos para violín de Mozart, me atrevo a decir que solamente los últimos tres están a la altura. Es una obra extraordinaria”, asegura David Del Pino Klinge.

Escrita en 1779, durante un viaje que incluyó paradas en París y la ciudad alemana de Mannheim, en realidad la Sinfonía concertante es más parecida a un concierto para dos instrumentos que a una sinfonía propiamente tal.

“Es muy teatral, como una ópera sin voz”, considera el director. “El oyente no se pierde en grandes frases musicales, porque un instrumento pregunta y la otra contesta, tocan muy poco juntos. Es un diálogo entre el violín y la viola”, señala el director de orquesta.

En memoria de Jorge Peña Hen

El concierto se iniciará con el estreno de Despedida, una obra que la Orquesta Usach y el Coro Sinfónico Usach -que dirige Andrés Bahamondes- encargaron a Miguel Farías (1983) y está dedicada a la memoria de Jorge Peña Hen, pionero del movimiento de orquestas juveniles e infantiles en Latinoamérica. “Creo que una de las ideas principales de esta obra es lo íntimo, a nivel sonoro y también en su mensaje”, explica el compositor.

La pieza contempla citas a música creada por el propio director, incluyendo la última melodía que escribió con un fósforo quemado sobre papel de cigarrillos, mientras estaba preso en la cárcel de La Serena, poco antes de su asesinato. 

David del Pino Klinge. (c) Gary Go
Además, el texto está basado en una carta que envió a su familia durante esos días, justo antes de convertirse en una de las víctimas de la Caravana de la Muerte.

“Es una carta y no es poesía, pero tiene una energía muy fuerte y traté de llevar eso a colores y sonidos, sin nunca desviarme de lo íntimo. Aunque hay una orquesta y un coro, quise hacer una música que fuera casi como un susurro, en voz baja, y al mismo tiempo tuviera un mensaje desgarrador y muy real”, detalla Farías.

 “Quizás lo íntimo sería que una sola persona cantara este texto, pero me interesaba esta idea de una muchedumbre, muchas personas siendo una sola, cantando juntas esta carta”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Daniel Muñoz se presentará en Llay Llay junto a dos agrupaciones folclóricas de la comuna

  Tras su paso por Quilpué y Cabildo, el Centro Cultural Quilpué Audiovisual con el apoyo de la Ilustre Municipalidad de Llay Llay, traen a ...