Por María Inés Lagos, artista visual
Actualmente, la inteligencia artificial (IA) está desempeñando un papel crucial en la transformación del mundo y, el arte y la creatividad, no se han quedado atrás.
En lugar de resistirse, los artistas han optado por romper con las ideas de que la tecnología amenaza la autenticidad y han tomado esta evolución como una oportunidad para enfrentar los desafíos que trae este nuevo escenario.
Los más tradicionales están descubriendo distintos campos de trabajo al incorporar la inteligencia artificial en su proceso creativo al mostrar una perspectiva innovadora y original. Han logrado redefinir los límites del arte y servir como punto de partida inspirador para futuras obras que, sin lugar a duda, van a romper con las convenciones ya establecidas.
La colaboración entre humano y tecnología ha posibilitado a los artistas explorar nuevas técnicas y fuentes de inspiración, innovar en sus trabajos y captar públicos interesados en descubrir formas de expresiones artísticas con ideas más frescas y creativas. Este enfoque les ha permitido potenciar y transformar el arte, junto con explorar territorios creativos que antes no existían o, más bien, no habían sido creados.
El arte, lejos de limitarse, está superando barreras y dando lugar a métodos que van de la mano de procesos digitales que buscan acercar el arte a la sociedad de una manera más novedosa, moderna y original. Por lo mismo, la fusión de lo tradicional y lo digital ha despertado la curiosidad de un público que busca nuevas experiencias visuales gracias a este moderno abordaje.
Proyectos de alta complejidad desde el punto de vista técnico y digital, se han transformado en piezas de arte innovadoras que cuentan con una perspectiva, esencia y sensibilidad que solo el ser humano puede aportar.
Reflejo de lo anterior, es la creación de una pieza artística que surge de la inspiración que recibió la artista María Inés Lagos de una imagen creada con inteligencia artificial de un videojuego del superhéroe Spider-Man.
La artista pintó el cuadro utilizando la técnica de óleo y recreando con fidelidad la gráfica, logrando así fusionar lo digital con arte convencional. Esta creación sirve de ejemplo sobre cómo las fronteras creativas entre el artista y la tecnología pueden disolverse al combinar la expresión humana con las capacidades innovadoras de la IA.
Claramente la tradición artística y la innovación tecnológica no solo representan una contribución al presente, sino que además están forjando un camino que será seguido por las nuevas generaciones, quienes serán los próximos encargados de explorar las infinitas posibilidades que esta fusión entrega y redefinirán lo que se considera posible en el ámbito artístico.
En ese contexto, la colaboración estrecha entre la mente humana y la inteligencia artificial está abriendo un nuevo camino hacia el futuro del arte, donde la tecnología no solo debe ser considerada una herramienta, sino también como un impulso hacia la creatividad sin límites que no dejará de sorprender.
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