Hace 50 años, en 1972, un terremoto asoló
a Nicaragua, provocando miles de muertes y millares de damnificados. Ante ello,
Kitty Meyer, una filántropa y mecenas neoyorkina que había vivido en el país
centroamericano tras salir de su natal Hungría, convocó a artistas de talla
mundial para que produjeran obras en beneficio de los nicaragüenses.
Alexander Calder (1898-1976), el gran
artista norteamericano, se hizo eco de la convocatoria y junto a artesanos de
Nicaragua y Guatemala trabajó una serie de tapices inspirados en sus conocidos
gouaches. Años después, parte de esas obras fueron adquiridas por el
coleccionista chileno Juan Eduardo Salinas y permanecieron guardadas hasta
ahora con el fin de traspasarlas a sus hijos, conformando la Colección Salinas
de la Piedra Humeres.
Hoy y gracias a la producción de la
Corporación Cultural de Las Condes el coleccionista expone al público la serie
51 de los tapices y en un ejercicio de audacia, los reúne con otras obras de su
colección, las esculturas y bordados de la artista chilena Pancha Núñez (1961),
cuya materialidad y lenguaje renovaron la escultura chilena a fines del siglo
pasado.
La muestra VIBRANTES será inaugurada el
sábado 6 de agosto, a las 12:30 horas, en las salas del Centro Cultural Las
Condes y permanecerá abierta al público hasta el 25 de septiembre. Este
insólito encuentro es contextualizado por el teórico del arte Guillermo
Carrasco Notario, estudioso de la obra de Núñez, quien señala:
“Existe una sincronicidad entre ambas
obras, en la elección del color, en cierto desparpajo del dibujo, especialmente
en el uso de líneas y espirales, en aquello que algunos llaman lúdico; pero
sería inoficioso forzar analogías cuando podemos definir con más precisión la
poética de este encuentro artístico por sus diferencias”.
Y agrega: “Muchos tenemos en la retina a
ese niño grande, viejo niño, jugando con los personajes del circo que él mismo
fabricó con alambres, trapos rotos y otros desechos animados por el ingenio…
Pancha Núñez también tiene una porción de niña en su ser; y también con
alambres, telas, cartones y otras materias reciclables puebla su universo con
sus reconocibles personajes.
Pero lo que en Calder son juegos de niño
contento; en el caso de nuestra escultora lo son de niña triste. En el
imaginario de Pancha Núñez el vibrante colorido de sus bufones no puede
separarse de la sombría presencia de otros…”.
Alexander Calder fue un destacado artista
nacido en Pensilvania, quien se hizo conocido por ser el inventor del móvil,
esculturas cinéticas colgantes, siendo precursor de la escultura cinética.
También creó pinturas, grabados, miniaturas, escenografías, joyas, alfombras y
carteles. Ante el llamado de Kitty Meyer, a inicios de los 70, trabajó en forma
colaborativa con artesanos e hilanderos en torno a sus gouaches.
Éstas son obras
recientes de Pancha Núñez, realizadas en su taller de Laguna Verde, durante la pandemia
y luego de recuperarse la propia artista del Covid19 que sufrió el año 2020”,
concluye Carrasco.
Para el teórico, el principal valor de una
colección, como la de Salinas de la Piedra Humeres, tiene que ver con el
discurso que subyace a la reunión de obras. El coleccionista busca transformar
el caos en un cosmos organizado.
”Juan Eduardo Salinas ha tenido un
reconocido ojo para lograr el encuentro, pleno de sentido, de una máquina de
coser y un paraguas en una mesa de disección, para recordar la célebre paradoja
surrealista, propiciando el encuentro caprichoso y poético de dos creadores
aparentemente distantes; pero que reunidos en el recinto acotado de la
colección, generan diálogos inesperados y plenos de significados”.
La exposición se extenderá entre el 6 de agosto al 25 de septiembre 2022 en el Centro Cultural Las Condes (Avda. Apoquindo 6570 ) de martes a domingo, 10:30 a 14:00 y 15:00 a 19:00 horas
La entrada es liberada con Pase de Movilidad habilitado mayores de 12 años.
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