La obra no es un trabajo sobre el estallido, sino que
específicamente sobre la pérdida de la capacidad de mirar. El montaje trabaja
sobre una mirada que está desvaneciéndose, un ojo que cada vez tiene menos
capacidad de percibir la luz y sobre qué tipo de imágenes son las que se
proyectan cuando se está sufriendo este daño.
En el siglo que estamos atravesando, donde las
imágenes ocupan un porcentaje muy grande de lo visible en la cultura popular,
¿fue sólo casualidad que la manera de repeler manifestantes fuera cegándolos?
“La chica que recibió los disparos de perdigones no
está en cuerpo presente. No hay nadie que la represente. Ese cuerpo, en esas
condiciones, es irrepresentable. Ella está a través de la cámara y vemos lo que
ella ve. Al espectador se le ofrece el cuerpo físico del actor y su imagen a
través de procedimientos análogos y digitales para producir que difiera el
actor de su proyección”, explica su director, Guille Aguirre.
MIRAR presenta a una mujer herida por la policía
durante una protesta y a los funcionarios que se reúnen para elaborar el relato
del incidente. Afuera una turba exige su liberación. Archivos sobre casos de
mutilaciones oculares ocurridos en el estallido social fueron una de las
fuentes de creación, pero ésta no es una obra documental ni un trabajo sobre la
revuelta.
“Nuestra Intención es acceder, no sólo a la
manifestación de la violencia, sino también a la violencia soterrada,
invisible, a los múltiples eslabones que hacen que esa violencia exista”,
agrega.
La puesta dialoga también con Hamlet, de
William Shakespeare, y El obsceno pájaro de la noche, de José Donoso, para
ampliar la exploración en torno a la capacidad de mirar y a los eslabones que
al mismo tiempo reciben y ejecutan violencia en el continuo fluir del circuito
del horror.
“En términos temáticos, la obra propone una reflexión
profunda sobre los hechos ocurridos en noviembre de 2019 y meses posteriores
que produjeron traumas oculares importantes en los manifestantes, para que
hechos de este tipo nunca más vuelvan a ocurrir. Y en términos formales, este
proyecto supone que los espectadores sean parte de una obra como nunca lo
han sido antes”, completa.
En el interior de una comisaría, una abogada y un burócrata intentan recomponer el incidente, mientras afuera una turba exige la liberación de la joven.
La nueva creación de Colectivo Zoológico se pregunta sobre la persistencia de la mirada y los múltiples eslabones que componen el circuito de la impunidad y el horror. En MIRAR la versión oficial se construye con los mecanismos de la ficción, pero las horas oscuras de la noche ofrecen imágenes de su reverso. + INFO www.colectivozoologico.cl
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