La docente Juana María Sancho Gil,
investigadora en el Departamento de Didáctica y Organización Educativa de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de
Barcelona llegó al país invitada por la Iniciativa Bicentenario
Juan Gómez Millas de la
Universidad de Chile.
Durante su permanencia, que se extenderá hasta
el 13 de septiembre, realizará variadas actividades como seminarios, talleres y
una conferencia abierta. Esta última, se titula “Del aprendizaje de la
reproducción al aprendizaje para la comprensión” y se realizará el miércoles 12
de septiembre en la Facultad
de Filosofía y Humanidades de la
Universidad de Chile.
Para la docente “los niños y jóvenes que
actualmente llenan las salas de clases las escuelas, institutos o universidades
viven una realidad muy distinta a la que vivieron sus profesores ya que
mientras los primeros están inmersos en un mundo digital, gran parte de sus
docentes se formaron como tales en uno completamente analógico”.
Para el profesorado actual, la clave del éxito
académico y profesional era aprender a leer y escribir textos para responder de
forma adecuada a las preguntas de los sucesivos exámenes y para trasmitir el
contenido a los estudiantes.
“Hoy se valora no sólo el saber qué, sino
también el saber cómo. El objetivo de la enseñanza y el aprendizaje no es
transmitir lo que uno sabe sino posibilitar que el otro aprenda a la vez que
los niños de hoy viven en entornos literalmente bombardeados de estímulos
orales, visuales y sensoriales que les proporcionan experiencias de aprendizaje
muy características que en general se ven descuidadas o rechazadas por los
centros de enseñanza”, manifiesta la profesora catalana.
Los cambios que han tenido lugar en la
sociedad y el alumnado en los últimos años, no han ido en consonancia con las
transformaciones de la escuela ya que el modelo de enseñanza actual está basado
en premisas como aquella que dice que el conocimiento es una colección de
hechos sobre el mundo y de procedimientos para resolver problemas.
“La finalidad de la escuela es meter estos
hechos y procedimientos en la cabeza del alumnado. Otras premisas son que se
considera educado a quien posee una buena colección de estos datos y
procedimientos y que la labor del profesorado es trasmitírselos al alumnado”,
afirma Sancho Gil
Para la investigadora catalana la adquisición
y el desarrollo de competencias digitales van mucho más allá del aprendizaje de
programas informáticos, de la enseñanza asistida por computador o de la
búsqueda de información en Wikipedia o el “Rincón del vago” ya que hay que
poder entender la lógica de los medios actuales con sus diferentes formatos,
lenguajes y formas de funcionamiento”.
En una buena educación digital, la información
que se maneje ha de ser sobre algo y ha de tener algún propósito y para poder
decidir qué tipo de información necesitamos hemos de tener un objetivo, un
problema o tema de estudio y una mínima noción del sentido que tiene la
búsqueda de la información. En ese sentido, dada la multiplicidad de
información disponible, hay que ir adquiriendo criterios que nos permitan
pronunciarnos sobre la fiabilidad y legitimidad de la información.
Una vez recogida la información, hay que
analizarla, establecer conexiones, interpretarla y llegar a algunas
conclusiones ya que la posibilidad de acceder a diferentes fuentes de
información y de contar con herramientas que facilitan el “cortar y pegar”
conlleva tener que plantearse la ética del uso de la información y no menos importante,
el tratamiento de la información y la competencia digital también implican la
capacidad para representar el resultado
de la investigación y comunicarlo utilizando distintos medios y formatos.