“Demandas
Impresas” y “Ninguna calle llevará tu nombre” proponen un recorrido que inicia
en la Unidad Popular, tiene un prolífico desarrollo en el período de la
dictadura, y finalmente tiende un puente con la actualidad, transitando por
diversas formas de expresión gráfica que han sido plasmadas en los muros
públicos en estas distintas etapas de la historia.
A
50 años del golpe de Estado, el Museo de la Memoria y los Derechos
Humanos reivindica las calles como lugar de expresión y resistencia e
invita a preguntarse ¿qué nuevas demandas han surgido y cuáles persisten hasta
hoy?
Durante
la dictadura, la producción de afiches realizada a través de redes
colaborativas permitió comunicar, instalar y colectivizar demandas y denuncias.
Con escasos recursos técnicos y económicos, los afiches se distribuían de
manera rápida y secreta, y en ese gesto develaban la urgencia por verdad y
justicia, y logran configurar un movimiento de resistencia que desafió la
censura y la represión.
Los
muros fueron en ese contexto, y hasta hoy, la vitrina de una ciudadanía que
expresa consignas y demandas cargadas de humanismo social.
“En
el marco de la conmemoración de los 50 años, nos pareció muy relevante dar
visibilidad al afiche como forma de expresión artística y popular, que además
está muy vigente hasta la actualidad”, señala la
directora ejecutiva del Museo, María Fernanda García.
“Demandas
Impresas”, la exposición anual del Museo de la Memoria, exhibirá afiches
históricos desde la Unidad Popular hasta una gran cantidad de trabajos
de colectivos gráficos contemporáneos, tales como Diablo
Rojo o Pésimo Servicio, que ilustran problemáticas actuales. Las
piezas de esta exposición son parte del patrimonio gráfico del Museo de la
Memoria y los Derechos Humanos, cuya colección está constituida por más
de 2000 afiches originales, producidos tanto en Chile como en el extranjero.
“Ninguna
calle llevará tu nombre”, en tanto, recorre la historia del Taller
Marca, emblemático grupo de jóvenes estudiantes de arte de la
Universidad de Concepción, que durante los años 80 desarrolló
un arte político que desafió las censura y dio origen a una gráfica
popular cargada de resistencia y resuelta en su compromiso liberador.
Esta exposición mostrará por primera vez obras aún inéditas del Taller Marca en espacios expositivos, armando un testimonio fundamental del levantamiento contracultural de Concepción que hasta ahora ha quedado en gran medida fuera del relato de la memoria oficial.
“En
el Taller Marca los artistas nos sumamos al levantamiento
popular poniendo los conocimientos y capacidades físicas a disposición de
los colectivos y las comunidades.
El
que esto se exponga ahora en el Museo es romper con un sesgo geográfico
territorial de la historia del arte chileno contemporáneo que hasta ahora solo
ha considerado el centro”, asegura Iván Díaz, uno de los fundadores de esa
instancia, junto a Ricardo Pérez.
Y
agrega: “tal como en los 80 las fuerzas creativas resistentes se replegaron en
corrientes subterráneas, esperando el momento político para emanar a la
superficie, eso ocurrió nuevamente el 2019. Para mí el arte callejero del
estallido fue la continuación, el relevo de las nuevas generaciones que
recogieron y reanimaron lo que en los 90 fue apagado, una misma lucha y una
misma resistencia”.
Ambas exposiciones se inauguran este 7 de junio a las 18:30 en la explanada del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. “Demandas impresas” estará abierta al público hasta el 23 de julio en el tercer piso del Museo y “Ninguna calle llevará tu nombre”, hasta el 13 de agosto en la Galería de la memoria, sala del Museo que conecta con la estación de metro Quinta Normal.
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