El viernes 25 de mayo de 2018, la Casa
Central de la Universidad Católica amaneció con candados, cadenas y un lienzo
que declaraba “Toma Feminista”. Era la tercera vez en su historia que ocurría
una cosa así (había sucedido en los años 1967 y 1986), solo que esta vez la
ocupación era liderada por mujeres.
La universidad llevaba dos semanas con
distintas facultades paralizadas por presiones del movimiento feminista, el
cual se había gestado sin el liderazgo de la Federación de Estudiantes (FEUC).
El grupo exigía orientar a la UC por el camino de la educación no sexista y
pedía el fin de los abusos y acoso sexual que se habían denunciado en el último
tiempo.
Ese viernes, cerca de las 6 de la mañana,
cerca de 300 estudiantes del denominado “Movimiento Autónomo Feminista
Interseccional” se tomaron el sector norte de la Casa Central, el campus
principal de la UC.
Lo que no sabían, es que otro grupo de
alumnos varios de ellos representantes de organismos estudiantiles de derecha, harían
lo mismo, indignados con lo que consideraban una acción violenta y que no reflejaba
el pensar de la mayoría, buscando presionar por el fin de la toma y evitar su
expansión.
La Contratoma, es la historia de Javiera
Rodríguez, una de las estudiantes que lideró la oposición a la acción del grupo
feminista, publicada por Ediciones El Líbero.
Con valentía, pero sin quererlo, tomó el
rol menos popular: el de oponerse a lo políticamente correcto.
Cuando la toma sólo llevaba unas horas, se
enfrentó verbalmente con las feministas, momento que fue captado y transmitido
por las cámaras de televisión y le valió el hostigamiento y la crítica de
quienes apoyaban la toma.
Sin embargo, fue también lo que aleonó a
su sector y lo impulsó a ingresar también al campus universitario y rechazar,
un acto que consideraban violento.
El relato, escrito en primera persona, da
cuenta del surgimiento del movimiento feminista en Chile, en concordancia con
lo que estaba ocurriendo en el resto del mundo, y su expansión en las universidades.
Al mismo tiempo, permite comprender cómo los
movimientos políticos de izquierda más radicales, hicieron propias las demandas
de este grupo haciendo parecer a todos quienes no apoyaban sus decisiones, como
contrarios a los derechos de las mujeres.
Por último, muestra las dificultades que debe enfrentar la protagonista para entrar y hacer valer su visión más liberal en un sector político conservador.
Este libro, es una invitación a explorar el
resurgimiento del feminismo y a prepararnos para las luchas que se darán en los
próximos años.
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