Dorian Lamotte |
Para Dorian Lamotte, músico francés solista en violín, “las estaciones de Vivaldi son en esencia una obra de teatro musical, cercana a lo que hoy interpretamos como música de película” y agrega que esta obra está ligada a sus años de estudiante en Francia, mientras estudiaba en la Universidad, iba aprendiendo la vida y ganando recursos tocando en el metro de Paris.
“Es una obra que exige y requiere un desarrollo instrumental superior, en tanto las exigencias musicales son de alto nivel técnico” indica el maestro Pedro Sierra, quien destaca que este concierto es financiado por el Programa PAOCC (Programa de Apoyo Organizaciones Culturales Colaboradoras)
Música de película
Las cuatro Estaciones de Vivaldi es una obra escrita en los primeros años de la década de 1720 y representan, una importante innovación en la música instrumental barroca por su intento de expresar musicalmente, elementos descriptivos de la naturaleza y de la vida cotidiana, constituyendo un hito en la historia de la denominada “música programática”, es decir un tipo de música eminentemente descriptiva.
“Cada nota musical, frase, efecto, corresponden a momentos o sensaciones de cada estación, y de hecho el compositor lo anoto en la partitura… me encanta cuando por ejemplo en el invierno describe notas y palabras este gesto tan natural de golpear el suelo con el pie para mantener el cuerpo caliente en el frio intenso” describe Lamotte indicando que la tocaba varias veces a la semana en polera o con guantes, según el mes.
“En este contexto, todos los instrumentos son narradores de una parte de la historia, el violín, instrumento favorito de Vivaldi, tiene el rol principal, virtuosa y poderosamente presentando los elementos musicales. Notas rápidas para tormentas y frases líricas para la siesta en el pasto”.
“Interpretarlas ahora me trae recuerdos bonitos, y también me permite observar el cambio en mi técnica, sensibilidad, estilo, en 20 años… es bello, y estoy agradecido de la aventura”.
Enfoque narrativo
“En estos conciertos, todos ellos para violín y orquesta, representando cada uno una estación del año, Vivaldi incorpora ingeniosamente elementos sonoros que evocan la atmósfera, los paisajes y las actividades asociadas con cada estación.
La audacia de Vivaldi radica en la introducción de un enfoque narrativo en la música, rompiendo con la convención de la época” explica el maestro Pedro Sierra.
Asimismo,
“Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi implican una nueva organización de la
orquesta: Violín solista, cuarteto de cuerda (primer y segundo violín, viola y
violonchelo) y bajo continuo (clave u órgano).
Maestro Pedro Sierra |
Por su parte el solista Dorian Lamotte expresa ¡estoy listo y feliz de interpretar nuevamente con la Orquesta de San Javier música de película antes de la invención de las películas!
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