En un hecho sin precedentes
para la ciencia polar y para la virología a nivel mundial, un equipo de
investigadores e investigadoras de la Universidad de Chile y el Instituto
Antártico Chileno (INACH) ha logrado secuenciar por primera vez los genomas
completos del virus de la influenza aviar altamente patógena (H5N1) en aves de
la Antártica.
Este hallazgo, que representa
el primer análisis genético directo de esta peligrosa variante viral, fue
publicado recientemente en la revista Emerging Infectious Diseases, publicación
del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos
(CDC por sus siglas en inglés). El logro marca un hito en la vigilancia
sanitaria del continente antártico.
Este estudio se llevó a cabo
gracias a la recolección de muestras durante un evento de mortalidad masiva de
escúas antárticas (Stercorarius antarcticus) ocurrido en la isla James Ross, en
el verano austral de 2024, en el marco de la LX Expedición Científica Antártica
(ECA 60) organizada por el INACH. El trabajo fue liderado por el Dr. Marcelo
González Aravena, investigador del Departamento Científico del INACH, junto al
Dr. Víctor Neira, académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias
de la Universidad de Chile.
“Es la primera vez que se
logra secuenciar y caracterizar genéticamente el virus H5N1 en aves antárticas,
lo que nos permite comprender su comportamiento en un ecosistema extremo,
prístino y particularmente vulnerable”, destaca Neira, quien además es el autor
principal del artículo.
Las muestras fueron
inicialmente procesadas en terreno y posteriormente secuenciadas en Santiago,
empleando equipos portátiles de última generación. Empleando tecnología MinION,
de Oxford Nanopore, el equipo logró secuenciar seis genomas completos del virus,
todos correspondientes al clado 2.3.4.4b, el mismo que ha causado mortalidad
masiva en aves silvestres, mamíferos marinos e incluso humanos en múltiples
continentes.
“Este trabajo posiciona a
Chile como un líder en la vigilancia genómica de virus emergentes en regiones
polares”, afirma González. “Desde INACH, estamos comprometidos con una ciencia
antártica que no solo observe, sino que también alerte y actúe frente a
amenazas globales en el ecosistema más frágil del planeta que está bajo el
Sistema del Tratado Antártico y que nos permita aportar en la toma de
decisiones con datos validados en este foro internacional.”
El análisis genético permitió
identificar mutaciones asociadas a resistencia antiviral y virulencia, aunque
no se detectaron, por el momento, mutaciones ligadas a adaptación en
mamíferos.
La investigación también contó
con la colaboración de expertos de centros internacionales, entre ellos el Dr.
Rafael Medina del Emory University Center of Excellence for Influenza Research
and Response (EE. UU.), quien valoró el carácter pionero de la secuenciación en
un entorno tan desafiante. “El acceso temprano a datos genéticos es clave para
anticipar el riesgo de nuevas adaptaciones virales. Este tipo de vigilancia en
terreno es el futuro de la epidemiología global”, comentó Medina.
Más allá del valor científico, el estudio demuestra que, con tecnología accesible, formación técnica y cooperación internacional, es posible generar conocimiento crítico incluso en los lugares más remotos del planeta.
El uso de plataformas portátiles y
metodologías eficientes permitió realizar secuenciaciones completas con costos
moderados y alta precisión.
El equipo advierte que, dada
la persistencia del virus en la región durante la temporada 2024-2025, será
fundamental reforzar la vigilancia en distintas especies, incluidos pingüinos,
lobos marinos y aves marinas, y estar atentos a posibles eventos de recombinación
genética entre cepas antárticas y sudamericanas, que podrían dar origen a
nuevos linajes virales.
“Secuenciar este virus en la Antártica no es solo un logro técnico. Es una señal de alerta y, al mismo tiempo, un ejemplo de que desde el sur del mundo también se puede producir ciencia de alto impacto para proteger al planeta”, concluye Neira.
El INACH es un organismo
técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo
relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, tecnológico y de
difusión.
El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación de excelencia, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía. El INACH organiza el Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN).
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