Era un puesto prestigioso y demandante,
porque debía hacerse cargo de la música de cuatro iglesias de la ciudad, y él
respondió a la altura de su genio: durante el primer año compuso nuevas
cantatas para cada misa dominical y fiesta religiosa y para el segundo
repitió el ejercicio, basándose en himnos luteranos.
Ese empleo lo conservó hasta su muerte y,
aunque en años posteriores no mantuvo aquel ritmo frenético, continuó
escribiendo cantatas religiosas y profanas de forma incansable. Hoy se
conservan cerca de doscientas.
Con el paso del tiempo, ese vasto
repertorio se transformó en una pieza crucial para valorar el legado de
la máxima figura del Barroco, y una selección de esa inmensa cantidad de
música se podrá escuchar en vivo el próximo miércoles 21 de diciembre
(19:30 hrs.), interpretada por la Orquesta Clásica y el Coro
Sinfónico Usach, bajo la dirección artística de David del Pino Klinge. Será
en el tradicional Concierto de Navidad que la Universidad de Santiago de
Chile ofrecerá en el Teatro Aula Magna Usach, luego de dos años sin realizarse
a causa de la pandemia, y las entradas gratuitas pueden encontrarse en la plataforma Portaltickets.
El programa contempla pasajes de las cantatas
número 1, 21 y 130, además de la número 51, conocida como “¡Aclamad a
Dios en todas las naciones!”, que será interpretada con la soprano Paulina González y
el trompetista Claudio Anais como solistas.
“Johann Sebastian Bach hace que todos
sintamos que hay algo más que solamente nosotros mismos”, dice David del Pino.
“Creo que él se emocionaba igual que cualquier ser humano frente al misterio de
lo divino y su obra, dirigida hacia esa energía especial de Dios, tiene ese
toque de humanidad. En Bach, el ser humano tiene una oportunidad de
acercarse a un clímax de espiritualidad”.
El director titular de la Orquesta Clásica Usach considera
que es una música cuya profundidad sobrepasa las creencias personales: “La
religiosidad está siempre presente, hasta en el más ateo de los seres humanos.
Uno se puede emocionar con un paisaje de
belleza inusitada, por ejemplo, o con una tormenta que es destructora, pero al
mismo tiempo te deja sin aliento frente a la naturaleza. Sin ser una persona
religiosa, yo he dirigido La Creación de Joseph Haydn y
el Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart y, aunque
esa música es bellísima, solo Bach me conmueve como lo hacen estas
cantatas”.
Según David del Pino, la
clave de este repertorio se encuentra en la combinación entre elementos
musicales y textos, que en esta ocasión serán interpretados por el Coro
Sinfónico Usach que dirige Andrés Bahamondes.
“La partitura no tiene dinámicas, porque
era raro en esa época que un compositor pusiera forte o piano,
no había tiempo y él tenía que escribir una cantata para cada domingo, entonces
la dinámica está en la intensidad del texto. Ahí está la verdad esencial
de la cantata de Bach”, detalla.
“No se trata de las notas y ni siquiera de
la traducción, sino de tener dentro tuyo ciertas palabras claves. Si no lo
haces, solo estás diciendo sonidos raros en alemán. Cuando entiendes que estás
expresando amor, amenaza o dolor, la voz sale diferente y se produce una
emotividad que es el secreto de la música barroca. Sin excesos, pero con mucha
profundidad”.
Antes de las cantatas de Johann Sebastian Bach,
en el Teatro Aula Magna Usach se podrá escuchar al
segundo de sus hijos: Carl Philipp Emanuel, que vivió entre 1714 y 1788 y
llegó a ser uno de los principales clavecinistas de Europa.
Como músico de la corte de Federico
el Grande compuso principalmente obras para teclado, pero también escribió
para uno de los instrumentos predilectos del rey de Prusia: la flauta, que el
mismo monarca dominaba con precisión.
Justamente, el Concierto para flauta,
cuerdas y continuo en Re menor, Wq 22 abrirá el programa y tendrá como
solista a Diego Vieytes, quien ya ha actuado con la Orquesta Clásica Usach en
dos ocasiones: en 2016 abordó música del autor francés André Jolivet (1905-1974)
y al año siguiente hizo lo propio con la Suite Nº 2 del propio Johann Sebastian Bach.
Esta vez interpretará uno de los títulos
esenciales en el repertorio para flauta: “Me gusta este concierto porque
es versátil, cada movimiento es un mundo en sí mismo”, describe. “El primero se
acerca mucho al Barroco y la flauta ha brillado con la música de esa época. El
segundo tiene una atmósfera lírica y calma que me encanta.
En el tercero, la flauta tiene una fuerza
que no se ve en otros conciertos. Es una obra que también me gusta porque
es disruptiva, rompe esquemas para su época”. Orquesta Clásica y Coro Sinfónico Usach en el Teatro Aula Magna.
Foto: Gary Go.
Precisamente para replicar el contexto en que fue creado, estará acompañado
por una pequeña orquesta de cuerdas y un clavecín, que será tocado por el
mismo David del Pino. “Cuando hice la suite de Bach también
tocamos así y hace años que me dedico a la música de cámara. Para esto,
esa experiencia es ideal”, dice.
Además de solista en la Orquesta Clásica Usach, Diego Vieytes es
integrante del Ensamble Flautotum y el Quinteto Metropolitano de
Vientos, antes llamado Quinteto de Vientos Usach.
Junto a este ensamble, durante este año participó en tres discos: Enrique Soro, el último de los románticos; Eolia, con el bandoneonista argentino Leandro Ragusa; y Fewla, con música del compositor chilote Claudio Pérez Llaiquel. Todos han sido editados por Aula Records, el sello discográfico de la Usach.
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