Un relato que busca remecer a la sociedad
chilena que cada cierto tiempo se impacta al conocer casos tan violentos como
este y que, sin embargo, no ha logrado realizar cambios profundos en la
estructura de un sistema que no cuida a sus niños, niñas y adolescentes.
“En Efectos Secundarios”, Larissa Contreras Briones vuelve a poner su
ojo en un lugar de crisis, que imputa con su característico estilo, manifiesto
en sus ficciones previas, Postales y La leva.
Valiéndose de distintas estrategias
narrativas, como el reporteo periodístico, la interpolación de imágenes e
informes legales y periciales, Larissa ofrece una novela que provoca
impotencia, shock y rabia, precisamente por lo rudo de su abordaje, que nos
enrostra una realidad abismante, y que acusa la carencia de mecanismos de
absorción, incluso recepción, ante tan espeluznante escenario”, dice Nicolás
Poblete, escritor y periodista, en la contraportada del libro.
La novela Efectos secundarios fue presentada el miércoles 7 de
diciembre en el Teatros Ictus, por la periodista Alejandra Matus y Nona
Fernández, escritora y actriz. Al final de la presentación se realizó una
lectura dramatizada por los actores Blanca Lewin, Nicolás Zárate, Cristián
Carvajal y Larissa Contreras, quien además es actriz.
En su presentación Alejandra Matus se refirió a la impotencia que le provoca
este tema.
“No es un relato periodístico afortunadamente, porque como periodista estoy enferma de impotencia de escribir de estos temas o ver que lo escriben los colegas, y cuando no hay nada más importante en la agenda el tema se torna relevante. Y hay comisiones, interpelaciones que se apagan cuando llega el verano, cuando hay un presidente que votar, o pasa otra cosa”.
El libro menciona que entre el 2006 y el 2016 se reportaron 1.313 niños
fallecidos en centros de reparación del Sename.
“Como sociedad seguimos dejando a niños y
niñas en manos de un Estado que no los sabe cuidar y que viola sus derechos
sistemáticamente, grave y groseramente. Son los hijos de nadie, destinados a
nada.
Este libro se mete en el corazón de esa
frustración, de esa corrupción de la que todos somos parte, aunque no queramos
ser parte”. Alejandra Matus finalizó su presentación destacando el sentido del
humor presente en el libro, “un sentido del humor que solo se puede tener
cuando la tragedia es tan grande que solo se puede llorar”.
La autora decide narrar esta historia desde esta jueza que forma parte de la
cadena de decisiones que terminan en tragedia. Con esta estrategia da vuelta la
mirada y no se focaliza solamente en la conclusión, sino que se interroga por
el rol de cada quien en esta sociedad.
Nos increpa y nos exige responsabilidad, mientras saca a la luz la relación entre un acto burocrático, mecánico y aparentemente higiénico, y el destino al que, desde nuestros privilegios, condenamos a quienes no tienen voz ni voto sobre sus vidas.
Sobre la creación de la protagonista Larissa Contreras Briones explicó “decidí que fuera una jueza de familia y luego aparece una niña, Lissette Villa, una niña pequeña que falleció en el Sename el 2016. Toda su tragedia se metió en mi vida y tomé todo ese material y lo uní con la jueza. Este libro se armó solo, las dejé hablar”.
En su presentación, Nona Fernández recalcó que “debe ser uno de los textos más importantes que he leído este año, es un gran texto, importantísimo. El gran acierto literario de este libro es que quienes narran la historia de la jueza, es el equipo de la jueza, que conocen su vida, funcionarios copuchentos, un coro de voces que entregan un punto de vista de esta historia, y entregan humor a esta gran tragedia de la pequeña Catalina y de la jueza, que posiblemente tiene culpabilidad en la muerte de la niña. Para mí lo más interesante es el trabajo con el archivo, el punto de vista de este grupo de funcionarios y la clave del humor”.
Respecto a la creación de la novela Larissa explicó que encontró un informe
criminalístico terrible porque describía la manera cruel en que muerte la niña,
“a través de ese informe y de artículos de prensa, me enteré de muchas cosas
más de esta niña. Tomé la decisión de incluir ciertos pasajes.
Lo expuse, pero tuve muchos problemas
éticos, porque ella fue vulnerada y yo no podía seguir vulnerándola. Por eso
cambié los nombres de la niña, cuidadores y psiquiatras. Sentí la necesidad de
denunciar este caso, remecer, provocar y sentí que no era correcto exponer sus
abusos nuevamente, explica la autora.
Larissa Contreras Briones, es escritora, actriz y guionista. Ha publicado
Postales (cuentos) y La leva (novela). Sus relatos han sido recopilados en
diversas antologías y ha recibido distinciones en certámenes literarios tanto
nacionales como internacionales, entre ellos, el primer lugar en el concurso
Flor de Lena, en España. Actualmente trabaja como guionista de series y
teleseries para televisión.
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