En
total, fueron 10 reuniones en distintas bibliotecas de Santiago, financiadas
por el Fondo del Libro y la Lectura, donde se capacitó a profesores y
bibliotecarios respecto a las potencialidades educacionales del formato.
“Diferentes
estudios certifican que las personas absorben la información de mejor manera
por medio de la combinación de imagen y texto.
De
hecho, se ha registrado mayor recordación de los datos cuando estos están
acompañados de imágenes”, sostiene Felipe Benavides, presidente de la entidad,
quien asegura que la fórmula cómic no sólo contribuye al fomento lector en
niños y jóvenes, sino que también ayuda a una inmersión más acabada de los
contenidos.
“Para
los lectores jóvenes resulta más atractivo y llevadero leer un producto que
tenga imágenes y textos, que leer un objeto que contenga sólo texto. Por ese
lado, la historieta puede ser una herramienta novedosa para la lectura y el eventual
desarrollo del cómic en las aulas por parte de los estudiantes, puede generar
una inmersión profunda en las materias de diversas asignaturas”, agrega
Benavides.
Además,
como la esencia de la historieta se vincula al diálogo entre texto e imagen,
los escolares deben necesariamente estudiar la materia, detectar hitos
importantes y resumir, para conseguir un guion funcional.
“Todo
ese proceso de investigación, hace que el estudiante vaya absorbiendo esos
conocimientos por medio del desarrollo de la historieta. Además de eso, con un
producto ya terminado, otro estudiante o amigo va a poder leer el trabajo para,
eventualmente, adquirir esos conocimientos relativos a fechas, nombres, lugares
o el tema que sea”, propone Benavides.
Asimismo,
la entidad plantea que la presencia del cómic en las salas de clases podría
perfectamente facilitar interacciones entre asignaturas, incentivando así un
tratamiento de contenidos que trascienda ramos y profesores.
Finalmente,
el proceso es plasmado con técnicas relativas a las artes, a través de dibujos
o la técnica que estén revisando en ese minuto, como témpera, óleo, fotografía
o collage”.
Para 2023, la Cooperativa de Narrativa Gráfica Chilena pretende continuar con la realización de talleres, ya no sólo en la Región Metropolitana, sino en todo el país. “Los talleres fueron financiados por el Fondo del Libro y la Lectura durante este año, en pro de fomentar la lectura y escritura. Esperamos poder tener financiamiento para este año que viene”, termina Benavides.
No hay comentarios:
Publicar un comentario