En un futuro distópico, dos
epidemiólogas deben sobreponerse a la muerte de sus hijos y tomar una decisión
acerca del futuro de su nieta, única sobreviviente a una catástrofe provocada
por sucesivas pandemias.
Escrita por Gerardo Oettinger y dirigida
por Manuel Morgado, la obra pertenece al programa de divulgación científica
Ciencia + Artes + Audiencias, cuenta con el apoyo de la Corporación Cultural de
Quilicura y se mantendrá en cartelera entre el 4 y 15 de enero.
Estrenada en julio pasado con gran éxito de crítica y público; RITA,
No basta con sobrevivir, regresa el próximo miércoles 4 de enero a Teatro
Mori Recoleta con sólo ocho funciones, hasta el 15 de enero. Escrita por
Gerardo Oettinger, con dirección de Manuel Morgado y actuaciones de Coca
Guazzini y Patricia Rivadeneira, la obra forma parte del programa de
divulgación científica Ciencia + Artes + Audiencias (Réplica, Greta, Random)
y cuenta con el apoyo de la
Corporación Cultural de Quilicura.
La pandemia de Covid19 ha ido estableciendo la sensación de que no
bastaría con sobreponerse a una situación apocalíptica; se requeriría además de
un propósito. Con una atmósfera de incertidumbre frente al futuro, dado que la
crisis sanitaria tiene como telón de fondo también una crisis ambiental y una
crisis social, se diría que el virus ha acelerado el proceso de desplome de un
orden de las cosas y nos encontramos en un periodo bisagra en que no termina de
configurarse el tiempo que vendrá.
En un mundo convulsionado por pandemias sucesivas que han derivado de la
mutación recurrente de un virus que se resiste al control humano, dos
epidemiólogas de trayectoria se reencuentran en el funeral de sus hijos,
quienes han muerto a causa de la última mutación del virus y que -al igual que
ellas- se dedicaron a la investigación médica, aunque adoptaron visiones
contrapuestas.
Les sobrevive su hija, RITA, una menor de doce años que se encuentra en
estado de coma. En medio del duelo, ambas abuelas pugnan por probar sus métodos
para salvarla: la primera, con un experimento que alterará su perfil genético;
la segunda, con un rito que desanudará el peso de los ancestros.
“Más que una pandemia eterna, es una sindemia. Es decir, la concentración de brotes de enfermedades en una población que interaccionan y son condicionadas por las circunstancias sociales, políticas y económicas en un período y lugar determinado. Queríamos ir más allá del Covid, salir del hoy para darle un tono más futurista, jugar con la ciencia ficción, hablar de mutación, evolución… Poner en pugna distintas dimensiones de ver la sanación (…) Encuentro increíble que el teatro se pueda abrir a esos nuevos temas”, completa su dramaturgo, Gerardo Oettinger.
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