Que resultó desastrosa: mientras se lo presentaba, Rubinstein guardó un incómodo silencio, hasta que explotó con demoledoras críticas. Le dijo que era imposible tocarlo y le dejó un cúmulo de exigencias para interpretarlo en público por primera vez. “¡No voy a alterar una sola nota!”, respondió el compositor.
Aunque efectivamente luego revisó detalles de la partitura, como sucede con cualquier obra, Tchaikovsky mantuvo su postura y acudió al pianista y director alemán Hans von Bülow, quien aceptó el reto: fue él quien estrenó el Concierto para piano Nº 1 en Si bemol menor, op. 23, durante un concierto realizado en octubre de 1875 en Boston, Estados Unidos.
Fue un éxito: desde entonces, sus emotivos y grandilocuentes pasajes gozaron de popularidad. Incluso Nikolai Rubinstein terminó tocándolo, años más tarde.
Esa obra, que superó un rechazo inicial para
convertirse en pilar de la popularidad de Tchaikovsky, será central en el
concierto que la Orquesta Clásica Usach realizará el próximo miércoles 26 de
octubre, a las 19:30 horas, en el Teatro Aula Magna Usach. La entrada es
gratuita, previa inscripción en este formulario.
La dirección estará a cargo del titular del elenco, David del Pino,
y el solista será Armands Abols, quien volverá a encontrarse con una
agrupación con la que ya colaboró en 2016, para tocar el Concierto para
piano Nº 2 de Ludwig van Beethoven. “Tengo buenos recuerdos de ese
encuentro.
Me gustó mucho trabajar con los músicos y el Aula
Magna me sorprendió por su buena acústica, que es inusual”, dice. “También me
alegra mucho volver a trabajar con David del Pino, con quien
tengo una relación desde que estuvo en la Sinfónica Nacional de Chile. Es
un director enérgico, con mucho temperamento y carisma, que transmite bien esa
energía a los músicos”.
Orquesta Clásica Usach. (c) Gary Go. |
A Chile llegó en 1992 para participar del Concurso Dr. Luis Sigall de Viña del Mar, donde obtuvo el primer premio, y en 1997 se estableció en el país.
Ha tocado con las principales orquestas, ha actuado en espacios como el Teatro Municipal de Santiago y las Semanas Musicales de Frutillar y desde 2003 es profesor titular en el Conservatorio de Música de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.
El Concierto para piano Nº 1 de Tchaikovsky lo interpretó por primera vez junto a la Sinfónica Nacional de Letonia, en los ‘90, y con la Sinfónica de la Universidad de Concepción, en 2002. “Ahora lo propuse porque lo tengo en el repertorio y tenía muchas muchas ganas de retomarlo”, explica.
“Es una obra que tiene de todo. Lo más característico es la introducción y luego está el aspecto melódico de Tchaikovsky, que tenía un talento muy grande creando melodías hermosas, que quedan en la memoria. Es un concierto bien emotivo también. Está lleno de distintos caracteres, como lo poético que es el segundo tema del primer movimiento, y el final es apoteósico”, describe.
Además del concierto de Tchaikovsky, la Orquesta
Clásica Usach ofrecerá un programa centrado en algunos de los más grandes
compositores rusos del siglo XIX. El concierto se iniciará con la obertura
de la ópera Ruslán y Ludmila, estrenada en 1842 en San Petersburgo, con
música de Mijaíl Glinka (1804-1857).
Armands Abols. (c) Dimitry Kolbassenkov |
Finalmente, el concierto contempla el “Vals” que
se interpreta en el segundo acto de Eugenio Oneguin, ópera que el mismo Tchaikovsky compuso
poco después de su Concierto para piano No. 1, basándose en la novela homónima
de Aleksandr Pushkin, y que fue estrenada en 1879 en Moscú.
En esta pieza también participará el Coro de Cámara Usach, un ensamble formado por 20 cantantes profesionales que integran el Coro Madrigalista Usach, dirigido por Rodrigo Díaz y el Coro Sinfónico Usach, que encabeza Andrés Bahamondes.
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