viernes, 14 de octubre de 2022

Cecilia Vicuña inaugura monumental instalación en Tate Modern

Quiputate
(c)creditoCeciliaVicuna
 Dos grandes quipus tejidos que cuelgan a 27 metros de altura, audios con cantos tradicionales y músicas contemporáneas, videos protagonizados por comunidades indígenas y un ciclo de encuentros de activistas por el cambio climático, concebidos como Quipu Sonoro y Quipu digital son los componentes de la propuesta artística que la artista chilena Cecilia Vicuña abrió ayer en Londres.

Calificada por el diario The Guardian como “la más misteriosa y conmovedora” obra expuesta en el Turbine Hall del Tate Modern, este martes 11 de octubre se abrió al público la muestra Brain Forest Quipu [Quipu cerebro del bosque], la gran instalación multidimensional de la artista y poeta chilena Cecilia Vicuña.

El título de la obra es una Palabrarma, compuesto por “brain” (cerebro) y “rain forest” (bosque de lluvia)- y alude a las conexiones profundas entre lo personal y lo universal que, al igual que las hebras de la instalación, se expresan tanto en la misteriosa materia gris de nuestro cerebro como en la asombrosa cosmología del tiempo y el espacio exterior. Vicuña escribe: “la Tierra es un bosque-cerebro y el quipu abraza todas sus interconexiones”.

La instalación reúne las diferentes líneas de la práctica artística de Cecilia Vicuña: el uso de materiales encontrados para crear formas escultóricas precarias, su trabajo con la voz y el paisaje sonoro, el activismo por los pueblos indígenas y las causas ambientales y su trabajo pionero con la tradición andina del quipu, un antiguo sistema de registro y comunicación basado en nudos, usado desde 2,500 a.d.c (Antes de Cristo).

“En los Andes la gente no escribía, tejían significados en los textiles y anudaban cuerdas. Hace cinco mil años crearon el quipu, un poema en el espacio, una forma de recordar, involucrando el cuerpo y el cosmos a la vez. Una metáfora espacial y táctil para la unión de todos”, cuenta la artista, quien lleva más de 50 años trabajando en torno a este patrimonio.

Con esta exposición en Londres, la artista cierra un año marcado por dos hitos relevantes de los cincuenta años de trayectoria artística: ser la primera mujer latinoamericana en exponer en la rotonda del Museo Guggenheim de Nueva York y en recibir el Premio León de Oro a la trayectoria de la Bienal de Venecia.

En concordancia con sus obras anteriores, la monumental instalación Quipu cerebro del bosque se plantea como un acto de luto por la destrucción de los bosques, el impacto del cambio climático y la violencia contra los pueblos indígenas.

Cecilia Vicuna Photo © Tate, Sonal Bakrania
Creada especialmente para la Turbine Hall del Tate Modern de Londres, esta obra multidimensional o “poema en el espacio” como plantea la artista, se compone de varios quipus, realizados en cuatro formatos: quipu escultura textil, quipu sonoro, quipu video digital y quipu de encuentros públicos.

Las dos esculturas textiles de color blanco hueso -una llamada Madre y la otra, Hija- miden 27 metros de alto por 8 de diámetro, y están confeccionadas con lana sin hilar, fibras vegetales, cuerdas y cartones, intercaladas con objetos encontrados como pequeñas pipas de arcilla y fragmentos de cerámica, que fueron recolectados de las orillas del Río Támesis por una comunidad local de mujeres latinoamericanas.

“Las formas esqueléticas fantasmales de estos quipus representan los bosques muertos y encarnan las delicadas fuerzas del ecosistema, mientras que sus texturas y colores evocan la corteza blanqueada de los árboles de los bosques muertos por la sequía o el fuego intencional”, indica el comunicado de la exposición, que fue curada por Catherine Wood, directora de Programas y Fiontan Moran, curador asistente, junto a Helen O'Malley curadora de Programas comunitarios en Tate Modern.

Desde el interior de cada estructura textil se escucha Sound Quipu, un paisaje sonoro que Vicuña conceptualizó y cuya dirección estuvo a cargo del compositor colombiano Ricardo Gallo y que incluye cantos indígenas, música contemporánea, sonidos de animales, humanos y naturaleza entremezclados. Emergiendo desde pequeños altavoces escondidos, el audio envolvente pareciera subir y bajar por los quipus, alternando también períodos de silencio contemplativo.

En tanto, el componente audiovisual de la instalación es Digital Quipu, una secuencia de videos creados por activistas indígenas y defensores de la tierra, cuya lucha por los bosques destruidos por invasiones ilegales e incendios intencionales, les cuesta violencia y persecución. Estos videos son exhibidos tanto en un espacio de Turbine Hall como en los vestíbulos del Tate Modern.

En tanto, el programa de instancias comunitarias está dado por el Quipu de Encuentros: Rituales y Asambleas, cuya primera sesión se realizará el viernes 14 de octubre, cuando se reúnan artistas, activistas, científicos, poetas y defensores de los bosques de todo el mundo para discutir qué acciones puede tomar la ciudadanía para activar una respuesta efectiva frente a la catástrofe climática.

Esta exposición en el Turbine Hall del Tate Modern es una comisión anual realizada entre el Tate Modern y Hyundai Motors desde 2015, y ha sido reservada anteriormente a grandes artistas internacionales, entre ellos Ai Wei Wei, Tania Bruguera, Louise Bourgeois, Olafur Eliasson, Anish Kapoor.

Cecilia Vicuna Photo
© Tate, Sonal Bakrania
Nacida y criada en Santiago en el seno de una familia de artistas, Cecilia Vicuña se formó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile y en la Slade School of Fine Arts del University College London.

Se exilió después del golpe cívico-militar de 1973 en Londres, donde se encontraba estudiando. Desde entonces, ha residido en Colombia, Buenos Aires y Nueva York, alternando frecuentes estadías en Chile.

Desde la creación del concepto de “Arte Precario”, Vicuña ha desarrollado una prolífica trayectoria artística de cincuenta años.

 Ha fundado diversos colectivos artísticos de resistencia cultural como Tribu-No en Chile y Artist for Democracy en Londres; ha publicado 30 libros de arte y poesía; su filmografía cuenta con cientos de poemas visuales, animaciones y documentales; ha expuesto en museos y espacios culturales en todo el mundo; mientras que sus incontables obras son hoy parte de colecciones de arte del Tate (Londres), MoMA (Nueva York), Guggenheim Museum, MALBA (Buenos Aires) y MNBA (Santiago), entre otras instituciones. Recibió el Premio Velásquez de las Artes Plásticas (2019) y el León de Oro a la Trayectoria en la Bienal de Venecia (2022).

Actualmente impulsa la Fundación “Arte Precario Cecilia Vicuña” en Chile y “Oysi”, una escuela nómade intergeneracional dedicada a valorar el patrimonio oral de las comunidades indígenas. Su próxima exposición será una retrospectiva del futuro en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. 

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