Con más de treinta años de trayectoria, alrededor de ochenta
exhibiciones individuales, 173 muestras colectivas, presentadas en 28 países, y
participaciones en seis bienales nacionales e internacionales, el destacado
pintor chileno CIRO BELTRÁN, de 54 años de edad, es quizás el más joven
postulante al Premio Nacional de Arte 2019.
Es un artista multifacético que se reconoce en lo
latinoamericano y que busca recuperar los espacios públicos, en una constante
búsqueda por ampliar los límites del arte. Un verdadero embajador artístico de
nuestro país.
Por lo anterior, la Corporación Cultural de Las Condes
reconoce su trabajo presentando la exposición antológica CIRO BELTRÁN.
VASTEDADES DEL ÁNIMA, entre el 9 de agosto y el 22 de septiembre, en las salas
del Centro Cultural Las Condes.
La muestra reúne un cuerpo acotado de su extensa obra,
que da cuenta de un recorrido pictórico desde mediados de los ochenta con un
lenguaje sostenido y coherente.
El autor ha desarrollado su obra desde la pintura. Su
obra en constante transformación, revisita la palabra y la imagen para fundirse
y dar origen a libros-objeto, murales, performances y pinturas sobre alfombras,
telas estampadas, objetos u otros soportes. En Las Condes también estarán
presentes los bocetos del mural que está preparando para el Metro de Santiago.
“Ciro Beltrán
es sin lugar a dudas un creador reconocido y destacado por su constante
innovación y búsqueda de lenguajes visuales renovadores. Desarrolla series
paralelas que mantiene en el tiempo y entrecruza, logrando una obra extensa y
significativa, múltiple y abierta a diferentes expresiones artísticas. Se
muestra particularmente atento a la realidad y preocupado del medio ambiente,
es sensible al recuperar los espacios públicos en su búsqueda por ampliar los
límites del arte”, señala la curadora Inés Ortega-Márquez.
En 1990 se presentó en el mismo Centro Cultural Las
Condes a un joven artista recién titulado de la Universidad de Chile, que, a
pesar de su corta trayectoria, ya había exhibido en el extranjero y en algunas
galerías locales.
Hoy, 29 años después, ese pintor inquieto y visionario
se transformó en un autor maduro. Su obra, vinculada al expresionismo
abstracto, ha evolucionado desde aquella muestra fundacional, sin embargo,
mantiene intacta la frescura y el original lenguaje plástico con que construye
sus relatos.
Ya en su etapa primaria definió experimentar con el soporte
y extender su trabajo al espacio público, constituyéndose en uno de los
primeros artistas en abordar esta función.
Desde su primer viaje a Vancouver en 1985, y posteriormente en Santiago, como expresa la curadora, “Beltrán realiza su trabajo también directamente en la calle, iniciando su serie de Pinturas en la vía pública. Desarrolla acciones performativas, mientras su grafismo lo acerca a los petroglifos del arte precolombino.
Desde su primer viaje a Vancouver en 1985, y posteriormente en Santiago, como expresa la curadora, “Beltrán realiza su trabajo también directamente en la calle, iniciando su serie de Pinturas en la vía pública. Desarrolla acciones performativas, mientras su grafismo lo acerca a los petroglifos del arte precolombino.
Las relaciones entre la palabra, la poesía y las artes
visuales conforman una obra pictórico-poética en nuevos soportes,
libros-objeto, pinturas con palabras y sus series de Dibujos teóricos, Dibujos poéticos,
y Poesía instalada”.
Perteneciente junto a artistas como Francisca Núñez, Pablo Domínguez y Víctor Hugo Bravo, a la segunda oleada de la generación de transición 80-90, tras el primer grupo conformado por Bororo, Jorge Tacla y Omar Gatica, entre otros, en la primera mitad de la década, la pintura de Ciro Beltrán practica una reformulación de la tradición del arte chileno de los sesenta a los noventa -que pasa por el informalismo y la crítica conceptual- y proponiendo una nueva mirada para realizar un arte que amplía los lenguajes de expresión formal.
Esta exposición antológica, permite seguir los pasos
mediante los cuales, durante más de 30 años, el artista va respondiendo a sus
propios desafíos. Desde las intervenciones en la ciudad, redimensiona el
paisaje y lo confronta como parte de la obra, al instalar una nueva visualidad
en el contexto urbano, sirviéndose de sus superficies como escenario y soporte
pictórico”.
Los artistas que proponen a Ciro Beltrán para el
Premio Nacional de Arte 2019 plantean doce puntos que explican las razones de
la postulación, entre ellos, su reformulación de la tradición pictórica del
arte chileno de Balmes a Bororo; instalación de una nueva visualidad en el
contexto urbano; investigación constante; propuesta poética; consciencia del
medio ambiente, y su calidad de embajador cultural, considerando que expone
regularmente y con gran éxito en Europa y Latinoamérica.
Nacido en Santiago de Chile en 1965, se gradúa en la
Universidad de Chile en 1990 y posteriormente, entre 1995 y 2000 realiza
estudios de postgrado en la Kunstakademie de Düsseldorf, Alemania. Ha realizado
más de ochenta exhibiciones individuales en museos, instituciones y galerías de
arte de diferentes países del mundo.
En 2004 regresa a Chile para participar en la
formación de la Escuela de Arte de la Universidad Austral de Chile donde se
desempeñó como director entre 2005 y 2007. En el 2008 se instala nuevamente en
Europa residiendo entre España y Alemania. En 2019 un grupo de artistas,
curadores e intelectuales lo presentan al Premio Nacional de Arte en Chile.
Actualmente vive y trabaja alternadamente entre Berlín y Santiago de Chile.
La exposición se extenderá entre el 9 de agosto al 22
de septiembre de 2019 en las salas de Exposición del Centro Cultural Las Condes
(Apoquindo 6570) y podrá verse de martes a domingo, 10:30 a 19:00 horas. La
entrada es liberada.
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