Centros
de investigación, universidades y museos de Aysén y Magallanes se unen en el
proyecto Nodo Ciencia Austral, buscando fortalecer la asociatividad en materia
de ciencia y tecnología y conectarse a las problemáticas del territorio y las
comunidades a través de su Hoja de Ruta.
Desde
el archipiélago de las Guaitecas hasta la Antártica Chilena, el proyecto Nodo
Ciencia Austral logró reunir a las principales instituciones vinculadas a la
investigación, la formación y la divulgación en ciencia para apostar por una
red colaborativa con miras a aportar a la descentralización y la equidad en
materia de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI).
Desafío
que impactará en el desarrollo sostenible de la Macrozona Austral y el
bienestar social de sus comunidades.
La
consolidación de esta red fue destacada por la ministra de Ciencia, Aisén
Etcheverry, en el encuentro que sostuvo con los integrantes de Nodo Ciencia
Austral en Coyhaique, durante su primera visita a la Región de Aysén.
"La
coordinación de instituciones de CTCI en la macrozona es fundamental para que
empecemos a funcionar como sistema, en general lo que habíamos visto previo a
la construcción de los nodos, es que las instituciones trabajaban de manera
aislada, sin que existieran instancias donde pudieran compartir preocupaciones,
pero también definir objetivos comunes.
Cuando
tenemos al sistema trabajando como un sistema que es lo que tiene que ser,
articulado y coordinado, lo que hacemos es potenciar la investigación
colaborativa, potenciar el mayor vínculo de las instituciones con las
regiones", manifestó sobre esta iniciativa que nació el año 2020 a través
de una convocatoria levantada en el contexto de la instalación del Ministerio
de Ciencia y Tecnología en los territorios.
Comenzando
su tercer año de implementación del proyecto, su director, el biólogo e investigador
Juan Carlos Aravena, relata que “al momento de iniciar el trabajo del Nodo,
muchos investigadores ni siquiera nos conocíamos y si había algún vínculo era a
nivel personal, no institucional.
Dos
años después, con este proyecto, se ha logrado forjar un trabajo basado en
lazos de colaboración e intercambio entre instituciones que anteriormente
tenían escasas vinculaciones. Consolidar esta red, con la participación de
nuevas instituciones en el Nodo, nos permitirá ampliar las posibilidades de
articulación y fortalecer el capital social de nuestras regiones”.
Para
el año 2023, esta iniciativa interdisciplinaria se fortaleció con una etapa de
continuidad que se traduce en un equipo de más de 30 profesionales y la
incorporación de seis nuevas instituciones que se suman al trabajo impulsado
por Universidad de Aysén, Universidad de Magallanes, Centro de Investigación en
Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) e Instituto Antártico Chileno (INACH).
Las
nuevas instituciones asociadas son Campus Patagonia de la Universidad Austral
de Chile, Red de Museos de Magallanes, Centro Internacional Cabo de Hornos
(CHIC), Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), Museo Regional de Aysén y Centro
de Estudios del Cuaternario, Fuego-Patagonia y Antártica (CEQUA).
Una
de las representantes de las nuevas instituciones, Alejandra Lafón, Directora
de IFOP en Aysén, destacó que este proyecto ha logrado “proporcionar
herramientas e instancias que permiten mejorar la comunicación y el trabajo
colaborativo de las instituciones que desarrollan actividades científicas,
tecnológicas y de investigación en la zona, esto potencia la sinergia,
fortaleciendo capacidades y diálogos, y optimizando acciones para la gestión
del conocimiento que se requiere para una mejor toma de decisiones sobre el
uso, cuidado y protección de sus ecosistemas”.
Complementando,
el director de Investigación de la Universidad de Aysén,
Gerard Olivar Tost, comentó que “otro aporte muy importante es cómo toda esa
ciencia se pone en sincronía con lo que tenemos que transmitir hacia la
sociedad y el sector productivo”.
La Macrozona Austral se caracteriza por ser un
territorio amplio, con pequeñas poblaciones y marcado por el aislamiento, pero
con la ventaja de ser considerada un polo de interés científico, que cumple un
rol estratégico para enfrentar la crisis climática y cuenta con ventajas
comparativas mundiales (Campos de Hielo, Antártica, territorio subantártico,
etc.).
Aun así, las instituciones que trabajan en CTCI en
estas regiones son más bien reducidas, en comparación con otros territorios de
Chile. Oportunidad que también ha impulsado a que los actores más relevantes
del ecosistema se unan en esta red y trabajen coordinadamente por el desarrollo
científico de ambas regiones.
Un
proceso que se ha desarrollado en alianza con la Seremi de Ciencia, Verónica
Vallejos, y que es respaldado por un amplio Comité de Coordinación Macrozonal,
que se reúne mensualmente y es conformado por una diversa representación del
sector público, privado y organizaciones de la sociedad civil.
En ese contexto, Nodo Ciencia Austral apostará por el trabajo en equipos, avanzando este año en tres grandes temas. Primero, en la dinamización y actualización de la Hoja de Ruta, un inédito instrumento de planificación macrozonal hacia el año 2030, donde la ciencia toma un rol relevante en aportar en la solución de problemáticas socioambientales e interculturales del territorio a través de desafíos, programas e iniciativas levantadas participativamente y contenidas en esta carta de navegación.
El segundo eje apunta al diseño de un sistema de gobernanza para que esta articulación permanezca y se consolide en el tiempo. En tercer lugar, se espera fortalecer las redes y el capital social en ciencia, a través de la integración de nuevos actores y desarrollo de programas educativos.
Finalmente, cabe señalar que esta iniciativa es financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
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