Se llamó Un bocconcino di fantasia y su
autor es uno de los nombres más destacados en el ámbito de la música
renacentista y barroca: Rodrigo Díaz Riquelme (1968), quien exhibió ahí su
dominio del singular instrumento de 14 cuerdas, surgido a fines del siglo XVI
en Italia, similar a un laúd e impresionante por su gran tamaño.
Seis años más tarde, esa destreza tiene una nueva muestra: Intavolatura di
tiorba, un nuevo disco dedicado exclusivamente a ese instrumento, será
presentado este miércoles 11 de agosto a través de Aula Records, el sello
discográfico de la Universidad de Santiago de Chile (Usach). Con ediciones
en formato de vinilo, CD y formato digital, es el segundo registro que se
publica en el país en torno a este instrumento.
“Grabar es importante porque es un documento que queda para el futuro, una
referencia, más aún cuando se trata de un repertorio que todavía no es tan
recurrente”, valora Rodrigo Díaz, quien es parte del conjunto Syntagma
Musicum Usach y dirige el Coro Madrigalista Usach.
Formado como guitarrista por el maestro Ernesto Quezada, fundador de
Syntagma Musicum, se especializó luego en instrumentos como el laúd y la
guitarra barroca y ha construido una trayectoria en la que también destaca su
trabajo con los grupos La Pulsata y Les Carillons.
La tiorba es un instrumento que comenzó a estudiar en los albores del siglo XXI y profundizó en el Conservatorio Superior de Sevilla (España) con el reconocido intérprete Juan Carlos Rivera.
A partir de entonces, se ha
perfeccionado en un instrumento que “hechiza a quienes sucumben a sus encantos,
mediante una combinación de sensualidad y profundidad que nunca ha sido
superada por ningún invento posterior”, según escribe el musicólogo
australiano John Griffiths en las notas del disco.
Pese a que son estilos distintos, son obras creadas más o menos en la misma época, poco después de 1700”, explica Rodrigo Díaz sobre el repertorio, que incluye piezas de los franceses Robert de Visée y François Couperin y del alemán Johann Sebastian Bach.
En el caso de los dos últimos, son transcripciones hechas especialmente para el instrumento: “A diferencia del primer disco, acá hay un poco de creación mía. Así como Robert de Visée transcribió obras para clavecín, yo lo hice con cinco piezas de Couperin que creo que son un aporte para el repertorio de la tiorba actual, porque no hay grandes autores para este instrumento.
(c) Víctor Castillo |
De ese ejercicio se desprende el título del disco, Intavolatura di tiorba (En tablatura de tiorba, en italiano), que alude a la forma de escritura musical a la que Rodrigo Díaz debió acudir: “Quería hacer recreaciones propias, por eso se llama así. Me basé en partituras de clavecín y las puse en tablaturas, que es un sistema de lectura de estos instrumentos, tratando que fuera un aporte para el repertorio del instrumento.
Ese fue mi principal objetivo”, detalla Rodrigo Díaz. “Es un
trabajo que toma tiempo y hay que ir probando mucho, porque es algo nuevo. Creo
que las obras de Couperin tienen un grado de dificultad que no hay en el
repertorio para tiorba original que yo conozco y lo mismo pasa con Bach, no hay
ejemplos en tiorba con este nivel de dificultad”.
Como ocurre con cada publicación de Aula Records, Intavolatura di tiorba cuenta con un diseño encargado especialmente a una artista visual. En este caso, ese rol fue para Kimberly Halyburton (1990), profesora de artes plásticas y fotógrafa establecida en Valparaíso, quien trabajó con la técnica de la cianotipia.
Kimberly Halyburton |
En ese sentido, Kimberly Halyburton explica que el arte del disco destaca dos elementos: los rosetones de la tiorba de Rodrigo Díaz, construida por la luthier española Lourdes Uncilla, y las tablaturas a las que alude el título: “Para resaltar los rosetones de forma sutil, se repite la imagen en la carátula y así se muestran diferentes partes.
Por otro lado, las tablaturas son una
forma de escribir que se relaciona con la cianotipia en el sentido de que son
técnicas artesanales, un trabajo directo con las manos”, dice.
La versión íntegra del disco se publica en formato digital y CD y contiene 17
movimientos, mientras que la edición en vinilo recoge una selección de diez
piezas, para que su duración sea óptima en ese formato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario