En este viaje sentimental por Bretaña, la tierra
idílica de su infancia, Le Clézio nos invita a reflexionar sobre la
identidad territorial, los nacionalismos y el paso del tiempo. Desde su primer
recuerdo —la explosión de una bomba en el jardín de la casa de su abuela—,
pasando por los años vividos como niño de la guerra, que de forma tan terrible
impactaron en su aprendizaje del mundo, el Premio Nobel de Literatura dibuja
una página imprescindible de su geografía emocional que habla de la pertenencia
y su lugar en la memoria.
Un recorrido hacia la madurez, pero sobre todo una mirada lúcida sobre los
cambios sociopolíticos en un territorio único, la progresiva desaparición de su
economía tradicional y la orgullosa dignidad de un pueblo que, pese a todo, se
aferra a sus raíces.
La crítica ha dicho...
«Si hay un escritor que, como decía Borges de Shakespeare, podría ser todos los
hombres, es sin duda Jean-Marie Gustave Le Clézio», Andrés Seoane, El
Cultural
«Todo un regalo para los sentidos donde este francés itinerante, pese a esa
repulsión a la nostalgia, abre la puerta a los recuerdos de la infancia y nos
invita en estos tiempos de encierro a un viaje a nuestros primeros años de
niñez con sus luminosos momentos de belleza y, a veces, de tragedia. [...] Hay
viajes que no requieren pasaporte ni visas. Son esos que apelan a la memoria y
las sensaciones», Francisco Millet Alcoba, La Opinión de Málaga
«Le Clézio ha terminado volviendo al país de su infancia, entre la Costa Azul y
la Bretaña, para descubrirnos otros mundos, fábulas celestes que nos ayudan a
comprender, quizá, la crisis universal en curso, la pandemia», Juan Pedro
Quiñonero
«Otra vuelta atrás, otra retrospectiva dedicada a sus lugares predilectos, pero
se centra en el espíritu de la época y desecha la nostalgia. [...] Aflora la
melancolía, la belleza de lo perdido», Alberto G. Palomo, InfoLibre
«Una mezcla entre la nostalgia y la aflicción. Sin embargo, detrás de estos
sentimientos no se esconde ninguna idealización nostálgica del pasado ni una
folclorización reaccionaria, sino un puente con los temas más urgentes de la
agenda social contemporánea», Ana Llurba, COOLT
«Le Clézio, a través de dos cuentos unidos entre sí, habla de la pertenencia,
el amor a la tierra y el descubirmiento del mundo a través de la mirada de un
niño», Irene Adler, La Región
«Con una sencillez casi bíblica, estos dos cuentos trazan una autobiografía
infantil y destilan un polvo dorado entre las palabras más sencillas, como una
niebla de otro tiempo», Bertrand Leclair, Le Monde
«Le Clézio en busca de la infancia perdida. [...] Un gran libro de emociones
contenidas escrito por un arqueólogo de lo sensible», Muriel Steinmetz, L'Humanité
«Le Clézio narra con un lenguaje suntuoso cómo uno se convierte en hombre
cuando huye de la violencia de los hombres», Marie Laurent Delorme, Le
Journal du Dimanche
«Un himno radiante, [...] un homenaje a la infancia y a sus vacaciones de
verano, pero también a las mujeres: su imaginación y coraje, el respeto que se
les debe», Isabelle Spaak, Le Figaro
«El lector asiste al nacimiento del futuro escritor que congela imágenes, aísla
detalles y construye historias más verdaderas que la propia realidad»,
Jean-Claude Raspiengeas, La Croix.
Jean-Marie Gustave Le Clézio nació en 1940 en
Niza. Es uno de los novelistas más celebrados y leídos de Francia, ganador del
Premio Nobel de Literatura en 2008. Originario de una familia de Bretaña
emigrada a la isla Mauricio en el siglo XVII, Le Clézio realizó sus estudios en
Niza y se doctoró en letras por el Collège Littéraire Universitaire.
Ya consagrado con su primera novela, El atestado
(1963), galardonada con el Premio Renaudot, pero incómodo en la vida cultural
parisiense y ajeno a las modas literarias, Le Clézio llevó una existencia
nómada entre África del Norte, Asia y América hasta recalar, en 1970, en
México.
Allí fijó su residencia hasta 1992, año en que se
trasladó a Albuquerque, Nuevo México, donde hasta hoy trabaja como profesor de
literatura francesa.
Es autor de más de treinta novelas, entre las que destacan El diluvio (1966), La guerra (1970), Mondo y otras historias (1978), Desierto (1980), ganadora del Gran Premio Paul Morand de Literatura de la Academia Francesa, El buscador de oro (1985), Viaje a Rodrigues (1986), Printemps et autres saisons (1989), Onitsha (1991), Étoile errante (1992), Pawana (1992), La cuarentena (1995), El pez dorado (1997), La música del hambre (2008) y Bitna bajo el cielo de Seúl (Lumen, 2019).
Canción de infancia es su última novela.
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