Realizar estudios que permitan conocer cuál
es el verdadero rol e importancia que juegan las “costras biológicas del suelo”,
en relación a las distintas especies que
habitan las zonas más áridas del planeta como el Desierto de Atacama y suelos
más aislados y extremos como la Antártica, es el objetivo de un pionero estudio
en nuestro país, liderado y desarrollado por la investigadora Andrea Barrera
Valenzuela, estudiante de Tercer Año del Doctorado en Ciencias, mención
Ingeniería Genética Vegetal de la Universidad de Talca.
La importancia del estudio sobre las
Costras, es que su capacidad de retención de agua puede ser la respuesta a
épocas de sequias y sustentabilidad a suelos agrícolas con deficiencia hídrica
dada por el nuevo escenario del cambio climático.
El estudio que realiza Andrea Barrera,
busca en una primera instancia, saber cuál es la comunidad microbiana existente
en suelo nacional.
Actualmente, se sabe que hay 3 grandes
tipos, que están dominadas por cianobacterias que son potentes fertilizantes
naturales, otras que son dominadas por líquenes y un tercer tipo dominada por
musgo, tipos que varían según la edad que tenga de formación de la Costra.
En una segunda instancia, se buscará entender
cuál es la contribución al suelo y la vegetación que existe a su alrededor y,
por último, saber qué tipo de molécula es la que liberan estas comunidades microbianas.
Barrera, explicó las metas principales de
su trabajo de doctorado. ”De conocer el funcionamiento y composición podríamos
llegar a desarrollar y diseñar costras artificiales que sirvan a los agricultores
de todo nuestro país para aumentar la producción de sus cosechas”.
Los ecosistemas áridos, constituyen uno de
los biomas terrestres más extenso, cubriendo más de un tercio de la superficie
continental de la Tierra.
En estos ambientes, principalmente, los
organismos que en ellos se desarrollan son interesantes modelos de estudio, basados
en posibles estrategias que les permiten sobrevivir frente a condiciones
ambientales adversas.
Ejemplos de ecosistemas áridos son el
Desierto de Atacama y la Antártica, considerados dentro de los hábitats
naturales más extremos de la Tierra, especialmente para el desarrollo de
plantas terrestres.
Por otra parte, la profesional destacó la
trascendencia que ha tenido el particular estudio.
“Ha sido un proyecto muy bien acogido, reconocido
como innovador y que claramente puede causar un real impacto en la posteridad.
Las respuestas que saquemos de este estudio, podrán ayudar a entender el
funcionamiento de la vegetación existente en estos terrenos áridos. Hay que
tener en cuenta, que estas costras cubren el 80 % de los desiertos, que a su
vez abarcan el 40% del territorio del planeta”.
Los resultados obtenidos permitirán
determinar la contribución de las CBS sobre flora nativa en ambientes extremos,
su implicancia bajo un escenario de cambio climático y los mecanismos que
subyacen a esta interacción.
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