El 23 de noviembre tendría que haberse realizado la
tercera Noche de los teatros, un evento que la Red Salas de Teatro y sus 23
espacios asociados, impulsa como un modo de facilitar el acceso de las personas
a las salas, poniendo a disposición entradas a $1.000 para una variada
cartelera.
Las movilizaciones sociales, sin embargo, han mutado
el panorama completo de cómo se hace cultura hoy y han obligado a replantear la
manera en que los espacios se relacionan con su público.
Es en este contexto que la Noche de los teatros
se convierte en un Ciclo de los Teatros que se realizará durante un mes, lapso
en el que las 23 salas que integran la red realizarán actividades gratuitas y
funciones a mil pesos que agendarán dependiendo de sus posibilidades de
apertura.
Verónica Tapia, presidenta de la Red Salas de Teatro y
Directora Ejecutiva de Teatro UC, explica que “si bien ha sido un desafío
replantear nuestra tradicional Noche de los teatros, es una posta que hemos
tomado con mucho compromiso porque las salas de teatro somos espacios que
pertenecen al patrimonio nacional, que resguardan la memoria y que juegan un
rol fundamental en la historia, la crítica social y el desarrollo del alma del
país.
Es por eso que replanteamos nuestras actividades,
manteniendo en el centro la importancia de las entradas rebajadas para
facilitar que el público asista y asegurarnos, también, de que las salas estén
con sus puertas abiertas cumpliendo el rol fundamental que nos cabe en este
escenario”.
En vez de realizarse durante una sola noche, las salas
de teatro abrirán sus puertas entre el 22 de noviembre y el 22 de diciembre.
Cada espacio realizará una función a $1.000 en fechas que serán informadas
durante la misma semana, considerando lo difícil que es organizarse con mayor
anticipación.
“La dinámica
será la siguiente: cada lunes subiremos a nuestras redes sociales y a la web,
las funciones que están a luca, de ese modo logramos mantener cierta
flexibilidad pensando en que tenemos salas que están en lugares donde hoy es
difícil abrir y encontrarse con el público, así es que aquellos espacios que
hoy están cerrados, podrán programarse para más adelante; mientras que quienes
ya están con funciones en cartelera, pueden dar un incentivo extra para que el
público asista”, explica Tapia.
La apertura de los teatros no se trata de un proceso
de normalización de la vida ni de las actividades, sino que responde a la
necesidad de los espacios por mantenerse activos y a la pulsión de las y los
creadores por conectar con el público hoy, aunque sea en circunstancias
adversas.
“Sabemos que hoy es difícil y puede costar tomar la decisión de asistir al teatro, pero también sabemos que quienes lo han hecho han encontrado comunidad, reflexión, un espacio de emoción y catarsis que es fundamental en los tiempos que vivimos.
La presencia, compañía y cercanía de los otros en un
entorno de amor como el del teatro, mantiene viva la esperanza y nos hace
soñar, junto con enfrentarnos, también, a la oscuridad y el dolor de lo que
sucede en las calles. No estamos ajenos a la lucha, somos parte de ella y abrir
nuestras puertas es otra forma de resistencia más”, finaliza Tapia.
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