Escrita con una prosa dotada de deslumbrantes poderes
sensoriales, Los recuerdos del porvenir marcó el luminoso arranque en
la trayectoria de Elena Garro.
El pueblo de Ixtepec es quien cuenta en estas páginas
una sucesión de episodios en los que se mezclan la crueldad y la fe, la pasión
y el odio, la mentira y la perfidia, con la mirada propia de los grandes
relatos fantásticos, a través de un amplio reparto de personajes de las
distintas capas sociales, desde las prostitutas y los campesinos hasta las antiguas
familias y los religiosos.
Ixtepec se ubica en la tierra caliente del corazón de
México, en un sitio que es todos y es ninguno, pues se trata del pueblo
imaginario en que Elena Garro ambientó su representación de los
convulsos años posrevolucionarios de un México en el que la injusticia del
despojo de tierras, el racismo y la violencia contra las mujeres eran, como lo
son hoy, un asunto de todos los días.
Fábula poderosa de las heridas históricas de un país y
una época, Los recuerdos del porvenir está llamada a ocupar, finalmente, su
sitio como un clásico indiscutible de la literatura hispanoamericana.
Elena Garro nació en Puebla, México, en 1916.
Escribió novela, cuento y teatro y su vida estuvo marcada por el exilio, las
luchas sociales en México y su matrimonio con Octavio Paz.
Entre sus novelas, destacan Los recuerdos del
porvenir y La casa junto al río (1983); entre sus obras de
teatro, Un hogar sólido.
Murió en Cuernavaca en 1998, donde vivía con su hija
Helena Paz y catorce gatos.
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