jueves, 9 de marzo de 2023

Publican ensayo que explica cómo funciona la lógica de la violencia

 A pocas semanas de conmemorar el aniversario 38 del Caso Degollados, el hijo de Manuel Guerrero Ceballos, una de las tres víctimas del brutal crimen cometido en dictadura, entrega un imprescindible ensayo que, desde la perspectiva teórico-social, invita a preguntarnos cuál es nuestro rol en el engranaje de la violencia. 

¿Es lo mismo aniquilación, masacre y genocidio? ¿Cuáles son las características de los contextos de producción masiva de violencia? ¿Cómo alguien llega a convertirse –o no– en delator o torturador? Estas son algunas de las interrogantes que dan origen a “Sociología de la masacre”, el primer libro de Manuel Guerrero Antequera, hijo de Manuel Guerrero Ceballos, una de las tres víctimas del Caso Degollados, ocurrido en marzo de 1985. 

A partir de la delación de su padre, por su ex camarada Miguel Estay Reyno, “El Fanta”, el autor se pregunta en este exhaustivo y documentado ensayo, por qué y de qué manera, la población civil se hace parte o no de las masacres humanas. 

"El texto hace una reflexión teórica del conjunto de violencia aniquiladora extrema que se vivió durante el siglo XX.

Hace un recorrido por el concepto de masacre, definida como aquella violencia que se ejerce contra la población cuando, estando ya neutralizada y se encuentra indefensa, de todas maneras, se le extermina", explica el sociólogo.

En estas 180 páginas, el autor aborda desde lo teórico y lo empírico la complejidad en que se expresa y enfrenta la violencia, para cuestionarnos cómo llega a producirse una masacre. "La población en contexto de violencia, dado ese nuevo marco de orientación para su accionar, evalúa si es que se pone al margen de esta o si es que participa de ella, directa o indirectamente", menciona Guerrero.

En contextos de violencia extrema, como las masacres, explica el autor, la población "a veces se adhiere a ellas colaborando con los perpetradores; otras veces intenta mantenerse al margen y también, hay ocasiones en que parte de esta población, sin ponerse del lado de ninguno de los grandes actores en conflicto, trata de detener esa violencia, de modularla, de evitarla".

El académico revela, en Sociología de la masacre, la lógica que opera detrás de la producción social de la violencia e invita a reflexionar en torno a las posibilidades de enfrentarla, contenerla y prevenirla. 

"A medio siglo de ocurrido el golpe militar, a mí me parece que el papel que nos toca a nosotros, la población, es fundamental, no solo en cuanto a reclamar, de forma justa, que haya juicio y castigo, que haya memoria, que haya reparación -que son los mecanismos de la justicia transicional-, sino también es necesario preguntarnos: puestos nosotros en un contexto similar, cuando la violencia está desatada, ¿qué rol jugaríamos?", plantea el autor y agrega:

"¿Nos pondríamos de parte de la violencia? ¿De qué manera participaríamos, si es que, por ejemplo, nuestra vida está en juego? O, ¿tomaríamos un rol activo para, como hizo la Vicaría de la Solidaridad, tratar de modularla, prevenirla, detenerla?". 

Para Guerrero, a pocas semanas de que se cumpla un nuevo aniversario del Caso Degollados y a propósito de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, hoy "vale la pena preguntarnos por nuestro papel en el engranaje de la violencia aniquiladora, porque comprender el fenómeno nos va a permitir [en el futuro] anticiparlo y, ojalá, evitarlo".

Manuel Guerrero es Doctor en Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, con estudios de postgrado en filosofía política, bioética clínica y ética de la investigación con seres humanos en la Universidad de Chile y de neuroética en la Universidad de Oxford.

Profesor Asistente en Bioética del Departamento de Bioética y Humanidades Médicas de la Universidad de Chile y parte del grupo de investigación en Neuroética y Filosofía del Centro de Ética de la Investigación y Bioética (CRB) de la Universidad de Uppsala, Suecia.

Investigador del Centro de Estudios de Ética Aplicada (CEDEA) de la Universidad de Chile y de la División de Terapia Ocupacional del Departamento de Neurobiología, Ciencias del Cuidado y Sociedad (NVS) del Instituto Karolinska, Suecia.

Desde 2016 lidera el Programa de Relatores Éticos del proyecto europeo de investigación del cerebro humano (Human Brain Project) y desde enero de 202, es responsable del componente ético y filosófico del proyecto Neurotwin, que construirá modelos de cerebro híbrido (“gemelos digitales”) para diseñar estrategias personalizadas para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

Integra el Consejo Directivo de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile y preside el Comité de Consejería Ética de su Facultad de Medicina. 

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