La primera
traducción del libro “Las aves y el hombre” de W.H. Hudson será presentado por
Ediciones Libro Verde, el próximo 30 de marzo a las 19:00 horas en librería Libro
verde (Orrego Luco 051) y estarán invitados Eduardo
Pavéz (Ornitólogo y escritor chileno) e Ivo Tejeda (director de la Red de
observadores de aves de Chile) y conversarán con Diego Alfaro Palma, traductor
del libro.
El naturalista W.H. Hudson es una de las voces más destacadas de la narrativa de naturaleza que jamás hayan existido.
Las aves y el hombre, una de sus obras más relevantes y que
hasta ahora se encontraba inédita en español, nos devela los albores de la divulgación
científica del siglo XX, expuesta en clave narrativa cautivará a todos los
amantes de los pájaros.
William Henry Hudson (1841 – 1922), conocido también como Guillermo Enrique Hudson fue un naturalista y escritor nacido en Quilmes, Argentina, país del que luego emigró para asentarse en Inglaterra.
Su trayectoria está marcada por su pasión
por la naturaleza y el amor que sentía por los animales, en especial por los
pájaros. Esto fue la principal motivación para comenzar a escribir y publicar
sus obras, convirtiéndose en uno de los escritores más icónicos de la lengua
inglesa. Entre sus publicaciones destaca La tierra purpúrea (1885), El
Ombú (1902) y Mansiones verdes (1904), entre otras.
Esta
edición fue traducida por Diego Alfaro Palma y Fernando Correa, quienes se
basaron en la edición inglesa de 1920, publica en Londres. Hudson utiliza los
nombres populares de cada una de las aves que avista y estudia, por lo que fue
necesario cotejar esa denominación con el término latino con el que se las identifica.
Lo
que Hudson buscaba era acercar al público común y no conocedor estas
experiencias mediante fórmulas narrativas que nos van envolviendo. En otras
palabras, buscaba inventar aquello que se define como “divulgación científica”,
usando la literatura a su favor para acercar contenidos y observaciones en
torno a las aves, con un fin didáctico y de conservación. Hudson lo logra de
tal manera que no solo revolucionó la ornitología, sino que cambió para siempre
la manera que tiene la literatura de mirar la naturaleza.
Esta edición fue traducida por Diego Alfaro Palma y Fernando Correa, quienes se basaron en la edición inglesa de 1920, publica en Londres. Hudson utiliza los nombres populares de cada una de las aves que avista y estudia, por lo que fue necesario cotejar esa denominación con el término latino con el que se las identifica.
Lo que Hudson buscaba era acercar al público común y no conocedor estas experiencias mediante formulas narrativas que nos van envolviendo.
En otras palabras, buscaba inventar aquello que se define como “divulgación científica”, usando la literatura a su favor para acercar contenidos y observaciones en torno a las aves, con un fin didáctico y de conservación.
Hudson lo logra de tal manera que no solo revolucionó la ornitología, sino que cambió para siempre la manera que tiene la literatura de mirar la naturaleza.En
Hudson la curiosidad es una pasión o, mejor dicho, forma parte de una pasión
mayor que es el amor. Él ama las cosas como son. Es decir, ama la vida en su
totalidad”.
Edward Thomas
«Mejorando una frase que James Boswell ha divulgado, Hudson refiere que muchas
veces en la vida emprendió el estudio de la metafísica, pero que siempre lo
interrumpió la felicidad”.
Jorge Luis Borges
“Sus libros son un almacén de hechos y observaciones de gran valor para el
naturalista, mientras que para el lector común resultan ser los más
interesantes y deliciosos libros modernos de historia natural”. Russel
Wallace.
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