Se presentará el sábado 24 de abril a las 17:00 horas en el Facebook Live de la Escuela de Teatro UV, parte de la temporada teatral Sala Negra En Línea.
El reencuentro de una mujer astrónoma y su sobrino, un adolescente que intenta ser youtuber y es aficionado al libro de El Principito, se convierte en una sorprendente aventura. Ambos tienen un misterioso viaje por el universo en el que la tía le enseña diversos objetos astronómicos (como exoplanetas, nebulosas o púlsares), sorprendiendo al joven con la belleza del universo, su inmensidad, y por el lugar que ocupa la humanidad en él.
Por una parte, la visualidad y los códigos del mundo gamer-youtuber que tienen como locación el living de una casa, y por otro lado, el lenguaje astronómico que la tía trae consigo, despliegan hacia el espectador ilustraciones enciclopédicas en movimiento, que se concretan en una sorpresiva fantasía sideral.
Esta obra fue creada por un equipo interdisciplinario, compuesto por Luis Pinto, Elena López, José Farías, Zimri Bani, Andrés Pérez, y Sofía Solís, quienes se preocuparon de compartir un conocimiento científico actualizado a través de una dramaturgia, actuación, sonido y diseño integral.
Luis Pinto, dramaturgo y director, comparte que “el proceso de escritura comenzó desde la observación hacia las generaciones de niños que hoy se relacionan con la tecnología y la virtualidad. A partir de eso y de la necesidad de guiar el interés de niñas, niños y niñes hacia el campo científico, se buscó generar una comparación entre las profundidades del ciberespacio y del universo”.
Zimri Bani, actriz principal, comenta sobre su personaje: “Se cruza la autoobservación, la observación de otras personas, astrónomas conocidas, la propuesta dramatúrgica y el goce. Con esas cuatro aristas fui desarrollando mi personaje. Es súper importante el goce, que se vive en comunicación con mi compañero de escena, de acuerdo a como vamos jugando se desarrolla el personaje en comunicación con el otro.”
Respecto a la complejidad que implica hacer teatro infantil, Andrés Pérez, actor principal, comenta: “Hay que considerar los conocimientos de les niñes, no subestimarlos. No porque no sean adultos no tienen emociones ni pensamientos complejos, de hecho, llegan a resultados filosóficos y científicos con mucha capacidad y entusiasmo.
Pensar que como son niños hay que utilizar un lenguaje muy básico limita la creación en el teatro infantil. Tenemos que salir de ese paradigma y tratar de trabajar de manera más compleja, sin mirar a la infancia con prejuicios de adulto.”
José Farías, diseñador integral, explica que: “El diseño integral generalmente considera el diseño de escenografía, vestuario e iluminación. Estos tres ámbitos del diseño, que suelen trabajarse por separado, al quedar al cargo de solo una persona existe la ventaja de la unificación estética.”
“El diseño de la obra lo partí imaginando desde los lugares que habitan los personajes y cómo generar un cambio con los mismos elementos que ya estaban en escena, tomando como referencia un observatorio tipo domo para luego transformarlo en una nave espacial.A diferencia del teatro para público adulto, creo que el teatro infantil debe ser más atractivo y estimulante en cuanto a formas y colores, ocupar contrastes y jugar con la fantasía-imaginación” agregó José.
Respecto a cómo se gestó la obra, Elena López, supervisora científica y productora, comenta que: “Se trata de un proyecto personal. Terminé mi magíster en Astronomía en España y vine a Chile a hacer un doctorado. Comenté la idea de hacer teatro de divulgación astronómica para niños y niñas.
Mi grupo de investigación, núcleo milenio TITANS, me apoyó económicamente y dieron la idea de basarnos en el libro “El universo del principito” que Dominik Schleicher, director del grupo, tradujo al español. Adaptamos el libro a guión teatral y a crear el diseño integral con Luis y Jose. A partir de ello todo fue fluyendo.”
Hace énfasis en la importancia de la divulgación científica sobre estos temas: “La ciencia en la educación es sumamente importante. Desarrolla capacidades que nos acompañan en todos los ámbitos de la vida: observación, experimentación, análisis, pensamiento crítico, estimula la imaginación y creatividad. Siempre digo que los y las científicas tienen mentes muy creativas porque siempre están pensando en nuevas formas de entender lo que nos rodea. La astronomía nos da la oportunidad de descubrir la inmensidad del universo y entender nuestro lugar, que es a lo que se llama perspectiva cósmica”, finaliza Elena.
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