Millarca Valenzuela, experta
en meteoritos e Investigadora Asociada del Centro de Astrofísica y Tecnologías
Afines - CATA (Centro Basal de ANID) y académica de la Universidad Católica del
Norte (UCN) explica este fenómeno, sus características y oportunidades que
ofrecerá este evento.
¿Qué son las
Leónidas?
Las Leónidas son generadas por
diminutos fragmentos de roca y polvo (meteoroides) que ingresan a gran
velocidad en la atmósfera terrestre.
“Estos restos provienen del
cometa 55P/Tempel–Tuttle, cuyo período orbital de 33 años deja tras de sí una
estela de material que la Tierra cruza anualmente entre el 17 y 18 de
noviembre”, explica Millarca Valenzuela.
La académica enfatiza que,
aunque los meteoros pueden aparecer en cualquier zona del cielo, sus
trayectorias apuntan hacia un punto común llamado radiante, ubicado en la
constelación de Leo.
Sin embargo, las Leónidas
poseen un elemento distintivo: son los meteoros más rápidos observables
regularmente, ingresando a la atmósfera a unos 71 kilómetros por segundo.
“Dependiendo de si la Tierra
cruza filamentos de polvo más densos del cometa, las Leónidas pueden
convertirse en espectáculos extraordinarios, como ocurrió en 1966, cuando se
registraron hasta 3.000 meteoros por hora en Estados Unidos”, explica la Investigadora
Asociada del CATA.
¿Cómo y cuándo
observar desde Chile?
La experta señala que el mejor
momento para contemplar la lluvia será justo antes del amanecer, cuando el
radiante se ubica más alto en el cielo. “Desde Santiago, es recomendable
comenzar a observar a partir de las 03.00 y 04:00 horas, aunque los trazos pueden
aparecer en cualquier parte del cielo, siempre ‘naciendo’ desde Leo”, detalla
la experta.
Asimismo, la académica de la
UCN afirma que este fenómeno no considera ningún tipo de riesgos y que en
escenarios óptimos se podrán observar entre 10 a 20 meteoritos por hora, sin
necesidad de instrumentos. Las condiciones ideales para ver este fenómeno son
cielos oscuros libres de contaminación lumínica y la ausencia de Luna
brillante.
Recomendaciones y
oportunidades de observar las Leónidas
Además de su espectáculo
visual, Valenzuela explica que cada lluvia de estrellas proviene de un cuerpo
progenitor (cometa o asteroide), por lo que cada evento representa una
radiografía dinámica del cuerpo que la originó, trayendo valiosas oportunidades
científicas.
Por último, la Investigadora
Asociada del CATA señala que valdrá la pena el esfuerzo para ver este evento e
invita a expandir el conocimiento sobre estos fenómenos astronómicos. “Sucesos
como éste pueden ser una poderosa puerta de entrada a la astronomía para
jóvenes y familias.
Ver caer decenas de estrellas fugaces puede despertar curiosidad y motivar preguntas sobre el funcionamiento del universo”. En esa línea, enfatiza la importancia de que padres, madres o responsables acompañen a niñas y niños a observar el cielo nocturno, idealmente alejándose de la ciudad para disfrutar plenamente del espectáculo.



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