Así reza el decreto del Ministerio de las Culturas, las Artes y el
Patrimonio que declara monumento nacional histórico, y manifiesta la
importancia del Teatro Oriente, como escenario patrimonial y cultural de
generaciones de vecinos de la comuna de Providencia y del país.
La firma de esta declaratorio, para que luego tome
conocimiento la Contraloría y sea publicado en el Diario Oficial para su
promulgación, se realizó la mañana del lunes en una significativa ceremonia, en
el mismo teatro, encabezada por la ministra de las Culturas, las Artes y el
Patrimonio Consuelo Valdés, junto a la alcaldesa Evelyn Matthei y
al director del Instituto de Previsión Social, Patricio Coronado.
“Los argumentos para declarar al Teatro Oriente
Monumento Nacional, en su categoría de Monumento Histórico, son contundentes.
No hay duda que el camino que ha recorrido este emblemático espacio cultural
desde su construcción, en la primera mitad de la década del ’30, lo hace
merecedor con creces de esta declaratoria, por lo que, como Ministerio de las
Culturas, las Artes y el Patrimonio ratificamos este compromiso con este
relevante patrimonio y enviaremos este decreto para su toma de razón a la
Contraloría”, dijo la ministra Consuelo Valdés.
Y la alcaldesa Evelyn Matthei señaló: “Esta
declaración que eleva la categoría de nuestro principal escenario de la comuna
nos llena de orgullo y energía para seguir acogiendo espectáculos artísticos
diversos, tan queridos por el público, en este imponente edifico”.
El Teatro Oriente, inicialmente llamado Teatro Olympo,
este edificio estilo Beaux Arts, fue construido en la década de 1930 por los
arquitectos Carlos Cruz Eyzaguirre y Escipión Munizaga Suárez (dos
veces candidato al Premio Nacional de Arquitectura), como encargo de la Caja de
Previsión y Estímulo del Banco de Chile.
Ambos fueron autores también del Mercado Providencia,
de la Embajada de Francia y de la desaparecida casona de Juana Edwards de
Gandarillas.
Fue inaugurado el 17 de septiembre de 1935 con
la comedia musical “Folies Bergére” de París. La construcción del teatro fue
parte de un proyecto urbano mayor, junto a un edificio residencial de seis
pisos -con los primeros departamentos dúplex de Santiago- y una plaza detrás.
Su edificación fue proyectada tipo palacio: su volumen
aislado en los cuatro costados, la simetría de su fachada, las columnas
decorativas en sobre relieve y los rosetones en los antepechos de los balcones
interiores. La planta, en forma de abanico para lograr una mejor acústica
gracias a su forma de megáfono.
Su capacidad inicial fue de 1500 personas distribuidas
en tres plateas, más una sala de proyección independiente e incorporaba, por
primera, vez cortinajes laterales de felpa y puertas acolchadas que asilaban el
sonido hacia el foyer y la calle.
Otra novedad muy bienvenida por los asistentes, aparte
de la calefacción/ventilación, fue la implementación de la butaca retráctil
junto a un sistema de luz para la detección de asientos desocupados, por lo que
no era necesario tener acomodadores.
Hoy, en una vitrina en el foyer del segundo piso se
puede admirar un proyector de cine de 35 mm del año 1957.
En sus 85 años, ha tenido varias remodelaciones
y en la primera de ellas, en 1958, se buscó acentuar su carácter moderno y se
eliminó el pasaje norte, dejando de ser un volumen aislado.
A principios de los años 1980 pasó a depender del Instituto de Normalización Previsional —luego denominado Instituto de Previsión Social (IPS)—, siendo administrado por la Fundación Beethoven y la Universidad de Chile en los años 1990.
Grandes músicos, cantantes, actores, bailarines
nacionales e internacionales subrayan el catálogo de espectáculos que han
recibido el aplauso del público en el escenario del Teatro Oriente, ícono del
desarrollo cultural chileno.
A raíz del terremoto de 2010 tuvo que cerrar
para realizar reparaciones y al año siguiente, fue entregado en comodato al
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), institución que delegó la
administración al Centro Mori.
Cuando finalizó este vínculo, fue devuelto al IPS que
lo entregó en comodato a la Municipalidad de Providencia en 2014.
En 2015 comenzó su renovación, reemplazando las butacas de la platea baja y restaurando las del sector alto. El piso original de roble fue pulido y barnizado y los tres corredores de acceso, se cambiaron por dos pasillos en los extremos de la sala. La capacidad del teatro se redujo de 1.047 a 913 butacas con 100% de visibilidad.
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