Cabe señalar que el canal principal
de MTV seguirá en el aire, pero hará una transición hacia los reality shows y
el entretenimiento, con programas como Teen Mom y Geordie Shore, abandonando
definitivamente su concepto original de música 24/7.
Con la confirmación de su cierre a la
música, MTV deja atrás más de cuatro décadas de historia. El canal que acompañó
a millones de jóvenes en todo el mundo no solo cambió la forma de ver música,
sino que también marcó profundamente la identidad cultural de América Latina y,
especialmente, de Chile.
Desde su irrupción en el cable a fines de
los años ochenta y su consolidación con la llegada de MTV Latinoamérica en
1993, la señal se convirtió en un punto de encuentro entre la juventud chilena
y las tendencias globales. Fue el espacio donde se mezclaban guitarras
eléctricas, estética visual, rebeldía y pertenencia.
“MTV ayudó a insertar a Chile en la
cultura pop global. Y la juventud chilena consumía con emoción su programación
de forma habitual desde sus hogares”, explicó Leonardo Cabezas, encargado de
Vinculación con el Medio y académico del Departamento de Bachillerato de la
Universidad de Santiago.
Guitarras afiladas
Durante los años noventa, MTV fue clave
para que bandas chilenas encontraran una vitrina internacional. Los Tres, La
Ley, Los Prisioneros y, más adelante, Los Bunkers, tuvieron presencia en la
programación del canal, compartiendo espacio con artistas de toda América
Latina.
“MTV fue muy influyente en Chile a fines
de los ochenta, durante los noventa y a principios de los 2000. Marcó una era
cultural donde la música y los programas musicales dominaban el cable. Ayudó a
visibilizar y exportar talentos nacionales hacia otros países y continentes;
con especial énfasis en abrir el mercado mexicano y norteamericano a nuestros
exponentes”, agregó Cabezas.
Uno de los grandes hitos del canal se
generó en su apertura de la señal latina, donde se escogió la canción “We are
Sudamerican Rockers” de Los Prisioneros como el video que daría el puntapié
inicial a las transmisiones. La canción se convirtió en un himno del rock
latinoamericano, marcando el inicio de una nueva era para la música en la
región.
De ese modo, en la letra Jorge González
deslizaba una ingeniosa reflexión sobre el menosprecio que sufrían los rockeros
latinoamericanos de este lado del continente, en comparación con los artistas
que cantaban en inglés, sugiriendo que, si bien los primeros eran hijos
bastardos del rock anglosajón, no por ello eran menos interesante y “dignos” de
estar en las pantallas de MTV.
Posteriormente, la internacionalización de
la música chilena se reflejó en los “MTV Unplugged”, formato que permitió
mostrar a las bandas en sesiones íntimas y acústicas.
“La música chilena también marcó fuerte su
presencia en los ‘MTV Unplugged’. Los Tres en 1995 fueron el primer grupo
chileno en grabar un Unplugged. Luego siguió La Ley en 2001, cuyo disco les
otorgó el Grammy Latino 2002 al Mejor Álbum Vocal Rock Dúo o Grupo. Y más
recientemente, en 2024, Los Bunkers reaparecieron con su propio Unplugged”,
recordó el académico de la Usach.
Chile en la pantalla global
Más allá de la música, MTV fue una escuela
visual y cultural para toda una generación. Los videoclips se convirtieron en
un lenguaje cotidiano, y las estéticas juveniles comenzaron a reflejar lo que
se veía en la pantalla: desde el grunge y el pop-rock hasta el hip hop y la
cultura alternativa.
El canal también tuvo rostros locales que
ayudaron a construir ese puente entre Chile y el continente.
“Recordemos que incluso el periodista y crítico musical chileno, Alfredo Lewin, fue uno de los rostros/VJ para MTV Latinoamérica”, comenta Cabezas. Su presencia en pantalla consolidó el vínculo del país con la señal, en una época donde ser parte de MTV era estar en el corazón de la cultura pop.
El legado que no se apaga
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La Ley |
“MTV no sólo proyectó a nuestros artistas: también formó parte de la educación cultural y emocional de los jóvenes chilenos”, concluyó Cabezas.
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