En la ocasión, también se
presentará el libro homónimo, que reúne 75 fotografías inéditas tomadas entre
2018 y 2025, bajo un enfoque riguroso, monocromático y profundamente autoral.
La exposición permanecerá abierta al
público hasta el 30 de noviembre y durante enero, el proyecto continuará con
una segunda muestra en un espacio de alto valor simbólico: la Sala de Correos
de Chile en Plaza de Armas, en el corazón de Santiago.
Metrópolis Fractal es el resultado de
más de seis años de trabajo fotográfico, desarrollado con cámara técnica
analógica en blanco y negro. Jorge Prat despliega en este proyecto una mirada
silenciosa, crítica y profundamente reflexiva sobre la transformación urbana de
Santiago. Lo hace desde una fotografía depurada, que evita el espectáculo
visual y prioriza el pensamiento visual.
El título del proyecto no es casual: “Metrópolis Fractal” alude a una ciudad fragmentada, compuesta por capas disímiles de historia, arquitectura y memoria. Cada imagen de Prat captura ese tejido urbano discontinuo, desarticulado por décadas de políticas neoliberales, donde la modernización muchas veces implicó que se borraran barrios y memorias colectivas.
Como señala el Dr. Gonzalo Leiva Quijada, curador de la exposición “Al igual
que el intuitivo Atget en el París de comienzos del nuevo siglo XX, Jorge Prat
consignaba “esto va a desaparecer”. Por cierto, el gesto insistente de
testimoniar una ciudad en metamorfosis es vital. Hoy vemos cómo la línea del
horizonte cordillerano contrasta con la verticalidad vertiginosa de tantos
edificios estandarizados que han derribado barrios con identidad propia.
¿Qué nos queda en la retina? Un corpus de fotografías límpidas, metáforas transparentes de esa sentencia urbana que no cesa de inquietarnos: “para modernizar hay que derribar”.
La propuesta visual de Jorge Prat se articula como una cartografía urbana crítica, capaz de interpelar al espectador desde el silencio de sus encuadres. Sus fotografías, muchas de ellas deshabitadas, revelan una ciudad donde la ausencia de personas no significa vacío, sino una presencia latente: las huellas de lo que fue y de lo que está en disputa.
El libro que acompaña la muestra permite expandir esa reflexión al tiempo que documenta un proceso que carecía de registros sistemáticos en las últimas décadas.
“Los edificios, las infraestructuras, los vestigios de épocas pasadas y las
nuevas construcciones se convierten en portadores de memoria, en testigos
silenciosos de la evolución de la ciudad. La fotografía, en este sentido, no
solo registra la apariencia actual, sino que también evoca las ausencias, las
transformaciones y las huellas del pasado que persisten en el presente”, dice
el arquitecto y académico C. Sebastián Navarrete Michelini.
El libro se concibe como un soporte
narrativo y poético que trasciende la mera documentación. Cada fotografía es
leída como un fragmento, un vestigio o un eco de un Santiago que cambia, que
resiste y que a veces se desdibuja frente a nuestros ojos. “No son no-lugares,
sino espacios vacíos de actos, como si su vitalidad hubiera sido súbitamente
interrumpida”, plantea Navarrete.
La ciudad aparece como una estructura
fractal, donde las tensiones entre pasado y presente, entre lo global y lo
local, definen un nuevo paisaje urbano.
Las exposiciones están pensadas como
espacios de diálogo con distintas audiencias. Al realizarse en dos polos
opuestos —Las Condes y Plaza de Armas— el proyecto busca conectar con públicos
diversos, en zonas con realidades sociales contrastantes.
Desde la institucionalidad cultural, esta
propuesta también pone en valor la fotografía como herramienta testimonial,
algo que Jorge Prat ha sostenido durante sus más de 25 años de trayectoria
artística. La exposición busca abrir un espacio de reflexión sobre la ciudad,
su memoria, sus fracturas y su posible porvenir.
Proyecto financiado por el Fondo Nacional
de Desarrollo Cultural y las Artes (FONDART), convocatoria 2025.
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