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Zerreitug en su taller |
Cualquier persona que ha
circulado por museos o algunas de las estaciones icónicas del Metro de Santiago
se ha topado -quizás sin saberlo-, con las obras del artista chileno Rodolfo
Gutiérrez, más conocido como Zerreitug.
Sus dioramas tallados en
madera de pino insigne representan desde gestas heroicas de la historia de
Chile hasta escenas de la vida cotidiana del pasado y oficios tradicionales que
dieron forma a nuestra cultura popular.
Están, por ejemplo, la
fundación de Santiago, el primer vuelo en Chile o el Abrazo de Maipú, junto a
escenas íntimas como una escuela rural, un pescador o un afilador de
cuchillos.
Un diorama es una
representación tridimensional en miniatura de una escena, paisaje, evento
histórico o hábitat natural.
“En los que elaboro se
muestran las grandes hazañas de nuestros héroes, pero también esos actores
secundarios que participan desde lo cotidiano y que nos hacen sentirnos
presentes en ese momento”, explica Zerreitug.
Y en septiembre, mes de la
patria, la Corporación Cultural de Lo Barnechea buscará rescatar ese valor de
la identidad nacional con la exposición “El alma de Chile: Zerreitug”, una
selección de las obras del artista que permitirá al público conocer de manera
gratuita la magia detrás de sus escenas y figuras policromadas.
La muestra se desplegará en
vitrinas que facilitarán un recorrido íntimo por cada pieza, incorporando
además dibujos, herramientas y figuras en proceso de creación que muestran el
oficio detrás de la obra. Todo esto se complementa con material gráfico y audiovisual
que contextualiza los trabajos de Zerreitug.
Alejandra Valdés, directora
ejecutiva de la Corporación Cultural Lo Barnechea, explica que la iniciativa se
enmarca en el propósito de entregar experiencias culturales significativas a
las personas y rescatar el patrimonio local.
“El Alma de Chile tallada por
Zerreitug es una invitación a recorrer Chile con la mirada y el corazón.
Nuestra historia más cotidiana y profunda se deja ver en estas pequeñas
esculturas que ofrecen una mirada conmovedora y contundente donde la madera cobra
vida y se transforma en relato, memoria y sentido de pertenencia. Más que una
exposición, esta es una experiencia educativa y emocional”, comenta.
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Diorama exhibido en la estación San Pablo del Metro de Santiago. |
¿Quién es
Zerreitug?
Zerreitug es el alias de Rodolfo Gutiérrez, quien utiliza su apellido al revés para firmar las obras que realiza desde hace más de cinco décadas.
Comenzó creando figuras desde pequeño
en distintos materiales, inspirado en las historietas de Themo Lobos. A los 20
años, ya se dedicaba exclusivamente a vender tallados a coleccionistas.
“Fue a finales de los años ‘70
cuando vi por primera vez los dioramas en los museos de New York y decidí
contar la historia de Chile recreando sus principales sucesos en estas
representaciones en miniatura”, recuerda. A la fecha, ha realizado 135 obras,
ubicadas en estaciones del metro y museos a lo largo de todo Chile.
Su proceso creativo es tan
minucioso como apasionado. Una figura de apenas 25 centímetros le toma cerca de
dos semanas, mientras que un diorama de gran escala puede extenderse por 3 o 4
meses. “El del Abrazo de Maipú me demoró casi un año.
Fue un desafío enorme porque
tuve que tallar los jinetes y dividirlos en tres partes para después unirlos”,
recuerda. Cada pieza es única, pero él insiste en que no tiene favoritas: “Son
como mis hijos, los quiero a todos por igual”.
Detrás de cada escena hay
también investigación y rigor histórico. En la fase previa, Zerreitug visita
archivos, museos y lugares que luego se convierten en miniaturas realistas y
cercanas. “Busco capturar la emoción de cada momento. Mis esculturas
funcionan cuando el público se ve reflejado en ellas, cuando descubren que ese
personaje o esa expresión es algo que los identifica”, cuenta.
Y aunque gran parte de su obra
ya forma parte del paisaje cultural de Chile, la exposición de Lo Barnechea
tiene un carácter especial: es la más grande que ha realizado, con piezas
inéditas y un foco exclusivo en temáticas chilenas.
Además, se monta en Lo
Barnechea, comuna donde Zerreitug vive hace más de 50 años, y en donde
recientemente fue declarado como hijo ilustre
“En mis obras busco entregar
información sobre costumbres, ritos, vestuarios y detalles que construyen un
relato convincente y emotivo. En cada escena hay pequeños guiños de humor que
invitan a descubrir siempre un nuevo detalle”, asegura.
Su mayor orgullo es ver cómo
sus dioramas se han convertido en un puente entre generaciones. “Muchas
personas me dicen que cuando eran chicos su papá los tomaba en brazos para
mostrarles mis obras en el Metro y que ahora ellos hacen lo mismo con sus
hijos. Esa conexión emocional es lo que más valoro”.
En “El alma de Chile”, el visitante podrá ver reunidas piezas de todas las épocas de su carrera, incluidas obras exclusivas pertenecientes a Lo Barnechea.
Y si hay una
colección que resume su mensaje, es la que realizó en los años ‘70 dedicada a
los oficios tradicionales: el organillero, el chinchinero, el afilador de
cuchillos. “Para mí, ahí está lo más representativo del alma de Chile”,
asegura Zerreitug.
La exposición estará abierta desde el 10 de septiembre al 20 de noviembre y podrá visitarse de manera gratuita en Espacio Arte del Centro Cívico de Lo Barnechea (Av. El Rodeo 12777, piso -1).
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