El jueves 2 de octubre se
lanzó el libro La gruta no tiene límites. Arquitectura sagrada y
comunitaria de las grutas de Lourdes en Chile, fruto de una investigación
inédita sobre la arquitectura y el valor cultural de estas manifestaciones
religiosas en el país.
La publicación, desarrollada
por un equipo de investigadoras e investigadores vinculados a la fundación
Aldea, es el resultado de cinco años de trabajo y busca mostrar cómo una
tradición mariana nacida en Lourdes, Francia, en 1858, se ha arraigado en el paisaje
cultural chileno.
El proyecto fue impulsado por
Fundación Aldea y financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las
Artes, convocatoria 2024, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el
Patrimonio.
El estudio recorre la
expansión global de la devoción a la Virgen de Lourdes y analiza sus cinco
símbolos centrales —el agua sanadora, la roca protectora, la luz de las velas,
la procesión multitudinaria y la búsqueda de alivio de los enfermos—, que en Chile
fueron primero promovidos por las élites y luego apropiados por comunidades de
todo el país.
Hoy existen centenares de
representaciones de la gruta de Lourdes, muchas de ellas en lugares apartados,
donde funcionan como santuarios comunitarios.
“El libro demuestra que las
grutas, antes de ser católicas, son lugares sagrados que conectan con antiguos
cultos prehispánicos y con arquitecturas simbólicas de protección y fertilidad”,
afirma Soledad Díaz de la Fuente, una de las autoras de la investigación.
En sus 96 páginas con
ilustraciones y fotografías a todo color, el libro va revelando en forma amena
cómo esta tradición se integra a cerros tutelares, vertientes y rituales
agrícolas, vinculando a la Virgen con antiguas deidades de la madre tierra.
En estos espacios conviven
bailes religiosos, danzas tradicionales y expresiones de fe que fortalecen la
identidad comunitaria y un patrimonio vivo de gran valor.
Ocho casos de estudio ilustran
esta diversidad: desde la Gruta de Lourdes de Carrizalillo, en Atacama, rodeada
de olivos y vertientes; hasta la de Cay Cay, en Olmué, levantada en un antiguo
asentamiento indígena; pasando por santuarios a la orilla de rutas, enclavados
en cerros con significación indígena, rodeados de bosques australes o
integrados a la arquitectura chilota.
Cada uno de estos lugares refleja cómo las claves devocionales de Lourdes se han reconfigurado según la geografía, la historia y la memoria de cada comunidad.
“El libro analiza una de las expresiones más representativas de la religiosidad tradicional en Chile: las grutas.
Estas conforman parte del diverso y complejo entramado religioso local, en el que los sujetos manifiestan su devoción mediante rituales elaborados y expresiones en las que se entrelazan la religión oficial y diversos sistemas de creencias, configurando así un sistema religioso híbrido.
Asimismo, se evidencia cómo los fieles construyen progresivamente sus espacios de culto, gestionando recursos materiales, desarrollando una estética propia y otorgando sentido a lo religioso a partir de sus experiencias vitales, profundamente arraigadas en el territorio (como Carrizalillo, Cay Cay, San Javier, entre otros).
En este contexto, adquiere especial relevancia la recuperación de la historia local, para lo cual los autores recurren a la recopilación de testimonios de pobladores y devotos vinculados a las Grutas de Lourdes estudiadas”, señaló el dr Luis Bahamondes, director del Centro de Estudios Judaicos de la Universidad de Chile.La gruta no tiene límites no solo documenta un patrimonio arquitectónico y espiritual, sino que también revela cómo las comunidades reinterpretan símbolos globales y los resignifican desde su propia identidad. El libro ya está disponible en línea para su lectura.Acceder al documento en https://arquitecturasagrada.cl/libro-gruta/
.jpg)
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario