Tras dirigir el último concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, que contó con la participación del solista en guitarra Emmanuel Sowicz, el director británico Andrew Gourlay vuelve a tomar la batuta de este elenco en un variado programa que invita a un viaje sonoro desde Chile a Europa.
El repertorio incluye la Obertura
sinfónica del compositor chileno Carlos Riesco – a cien años de su natalicio –,
la Sinfonía n.º 31 “París” de Wolfgang Amadeus Mozart y las célebres Variaciones
Enigma de Sir Edward Elgar.
“Este programa parece haberse
fusionado de manera natural: la ligereza clásica de Riesco conecta con el aire
parisino de Mozart, y ambos dialogan con la textura y la emocionalidad de
Elgar”, destaca el maestro Gourlay.
“Comenzamos
nuestro programa con una pieza que no se ha escuchado en mucho tiempo. Es
fascinante desenterrar algo del pasado e intentar encontrarle un nuevo sentido.
Todos creemos que es bastante prometedora”, añade
Gourlay.
Premio Nacional de Artes
Musicales 2000, Carlos Riesco (1925-2007) compuso su Obertura sinfónica en
1948, mientras se perfeccionaba en Estados Unidos.
Dedicada a su maestro David
Diamond, la obra fue estrenada ese mismo año en el Primer Festival de Música
Chilena, con la propia Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, dirigida entonces
por el maestro Víctor Tevah, figura de gran relevancia dentro de la historia
musical del país.
El estilo neoclásico de este compositor se
caracteriza por su interés en explorar nuevas posibilidades armónicas y
tímbricas, manteniendo vínculos con la tonalidad y la melodía.
Tras ello vendrá la Sinfonía n.º 31 de Wolfgang Amadeus Mozart, escrita en 1778, cuando el compositor tenía solo 22 años de edad.
La obra marcó el debut de Mozart en la capital
francesa y se distingue por su orquestación amplia y brillante, siendo la
primera de sus sinfonías en incluir clarinetes.
Aunque innovadora, conserva rasgos del clasicismo temprano y opta por la estructura de tres movimientos: rápido-lento-rápido. Respecto de esta obra, Gourlay indica que “hay muchos fragmentos clásicos y punzantes de aire y líneas que creo que la gente asocia con Mozart.
Esta especie de fanfarria y aire parisino que
tenemos en la sinfonía está acompañada por una hermosa escritura de cuerdas con
textura”, puntualiza.
El programa culminará con las
célebres Variaciones Enigma, de Edvard Elgar. En ellas, el compositor retrató
con humor y ternura a trece de sus amigos más cercanos, como también a sí
mismo. Los contrastes y matices de estas piezas, estrenadas en 1899, lo
consagraron como figura de la música británica.
Tras este concierto, la Sinfónica Nacional de Chile presentará el viernes 10 y sábado 11 de octubre un programa especial realizado gracias a una alianza entre el Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, CEAC, y la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles, FOJI. Así, el elenco compartirá escenario con la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana, OSEM, además de algunos jóvenes músicos de diferentes regiones, en un programa que contará con la batuta de la maestra Alejandra Urrutia.
Las entradas para todos los conciertos de la temporada 2025 están disponibles en ceacuchile.ticketplus.cl y en las boleterías de la Gran Sala Sinfónica Nacional (Av. Vicuña Mackenna 20) y del Teatro Universidad de Chile (Av. Providencia 43, salida Metro Baquedano. Martes a viernes de 10:00 a 19:00 horas). Más información en ceacuchile.cl.


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