jueves, 18 de julio de 2019

Publican historia del observatorio del Cerro San Cristóbal


El libro “Estrellas desde el San Cristóbal. La singular historia de un observatorio pionero en Chile (1903-1995)” de la historiadora Bárbara Silva acaba de ser publicado por Editorial Catalonia
En este libro la historiadora Bárbara Silva reconstruye con rigor y de manera muy amena los cientos de descubrimientos, aventuras y personajes asociados a este observatorio, hechos tan singulares que pueden servir de inspiración para una novela o una serie televisión.

Bárbara Silva, explica que “esta historia que comenzó como la Estación Austral del Observatorio Lick multiplica su interés y su atractivo, tal como los espejos del espectrógrafo multiplicaban los reflejos de esa ciencia. Entre gringos, latinos, científicos y políticos, entre modernidad y ciencia, entre tradiciones y patrimonios, se ilumina la historia de un pequeño observatorio en el hemisferio sur”.

Un día de otoño de 1903, el astrónomo norteamericano William H. Wright llegaba al puerto de Valparaíso, luego de cruzar los océanos con un enorme telescopio y todas sus piezas; un espectrógrafo, múltiples espejos e incluso, el domo que recubriría esta tecnología de vanguardia de la época.

Su viaje, tenía el objetivo de replicar el Lick Observatory, ubicado en California y así, indagar los astros que no eran visibles desde sus latitudes. Es así, como el distante Chile sería su hogar en los próximos años.

Difícil le resultaba imaginar a Wright, que la astronomía llegaría a ser, un siglo más tarde, una actividad de fundamental importancia en este pequeño país del fin del mundo y mucho menos, que su propio trabajo, sería una pieza clave en el desarrollo científico de los chilenos.

Se iniciaba así la construcción de un pequeño observatorio en Santiago, en lo alto del cerro San Cristóbal.

Más de cien años después, en 2010, el Observatorio Manuel Foster, como se llamaba entonces, adquiría la categoría de monumento histórico y consolidaba su carácter patrimonial en un país que se había levantado como un polo astronómico mundial.

Los detalles que alinean la historia que destina a Chile a estos astrónomos pioneros podría formar parte de la mejor novela de aventuras. En ese mismo registro de amenidad la autora nos presenta esta sólida investigación histórica que ilumina los orígenes de nuestra astronomía.

El cerro San Cristóbal —antiguamente Tupahue (en quechua: ‘Centinela’), ​ está ubicado en Santiago, la capital de Chile. Tiene una altitud de 880 msnm y una prominencia de 280 metros, es el segundo punto más alto de la ciudad, superado por el Renca.  El cerro se encuentra entre las comunas de Providencia, Las Condes y Vitacura teniendo a sus pies, al Barrio Bellavista.

El cerro San Cristóbal, que además de ser parte de un conjunto de montañas, junto a los actuales cerros Chacarillas, Los Gemelos y La Pirámide, dan forma al parque Metropolitano de Santiago, el parque urbano más grande de Chile y uno de los más grandes del mundo, ​ con aproximadamente 722 hectáreas de extensión.

El observatorio, Foster, como actualmente se le denomina, estuvo hasta fines de los años veinte, en manos de científicos estadounidenses y luego fue traspasado a la Universidad Católica de Chile siendo cerrado en 1995. Hoy el edificio y su cúpula se esconden bajo una tupida vegetación.

Estrellas desde el San Cristóbal, es parte de la Colección Ciencia & Vida, que coedita la Fundación del mismo nombre y Catalonia, con el objetivo de difundir el conocimiento científico desde sus más diversas especialidades a nivel masivo como un aporte a la comprensión, reflexión y acercamiento a las ciencias.
 Disponible en librerías de todo Chile, en nuestro sitio web www.catalonia.cl y en formato eBook en www.amazon.com

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