“No
busca ser biográfico ni emotivo, solo mostrar una obsesión terminal”, escribió
El Mercurio durante la primera temporada de la obra, en 2024. “No hay manera
que un montaje de esta naturaleza no resulte conmovedor y potente, que no
remueva a cualquiera que alguna vez se haya sentido caer”, agregó El Mostrador.
En
esta versión teatral del cuento homónimo de Cristián Geisse, el actor es un
hombre cuya paranoia lo mantiene en un estado de enajenación mental que a ratos
lo lleva a ser un profesor de 50 años y en otros momentos a la propia Gabriela
Mistral.
La
propuesta escénica desdibuja los límites entre la representación y lo
representado. “Nunca había leído una ficción literaria tan radical relacionada
con la figura de Yin Yin, donde además se muestra una versión inédita de
Mistral, a través de este profesor que se pone en la carne de ella”, confiesa
su director, Cristián Plana (“Excesos”, “La señorita Julia”, entre
otras).
Se
trata de un viaje en el que Alonso invoca la presencia de Yin Yin, intentando
desenmascarar la causa del fatal desenlace del muchacho.
En
medio de un peladero del norte, el protagonista se encuentra en una noche de
excesos con dos estudiantes haitianos que son encarnados por los actores
Mikclee Lafond y Benjamin Steevens.
Ante sus ojos, ellos son los supuestos jóvenes que hostigaron a Yin Yin en Brasil durante los meses previos a su suicidio. Según la propia Mistral, atribulada por buscar explicaciones a la tragedia, ellos pudieron haberle dado una droga nociva que provocó su muerte.
Juan
Miguel Godoy tenía 5 años cuando fue adoptado por Mistral, quien le dio el
apodo de Yin Yin. Desde entonces tuvo una relación muy estrecha con su hijo, y
su muerte le cambió la vida por completo, algo de lo que da cuenta en sus
escritos: «No es consuelo lo que busco, es verlo».
“No
existe en la vida de Mistral un momento más importante, doloroso, inaugural y
final que la muerte de su hijo. Si uno quiere hablar de la carrera de Mistral,
uno puede hablar del Premio Nobel, de la poesía,
pero lo central y palpitante de
su vida, es el momento en que perdió a su hijo.
Y
la obra habla de esa noche, a través de la anécdota de una persona que se
obsesiona con ese momento”, reflexiona Marcelo Alonso.
Y
agrega: “El protagonista conoce profundamente el drama que circundó toda esta
historia y va entrando en una especie de locura que se le escapa de las manos,
donde quiere sacarlo del infierno para aliviarla a ella, aliviarlo a él y
aliviarse a sí mismo.
Es
un relato muy conmovedor y a la vez hay mucho humor a través de este delirio”.
En
su obsesión, el profesor al que Alonso da vida en escena deja entrever del
deseo de una madre de reencontrarse con su “niñito”, de rescatarlo del infierno
donde, según creen, reside desde el día de su muerte por haber cometido
suicidio. Así la locura, el delirio persecutorio, el dolor, la discriminación,
los excesos y la maternidad se toman la narración.
“Conocer
un poco más sobre el alma de una creadora que se ha visto tan intervenida por
la forma en que ha sido representada y usada políticamente. Ver un montaje así
puede dar acceso a la fibra más íntima de Mistral y al acontecimiento que marcó
su vida completa”, agrega el protagonista.
Las funciones serán entre el 27 de marzo al 6 de abril, jueves y sábado a las 19.30 horas y domingo a las 18.30 horas. El sábado 29 de marzo no habrá función). Entradas en gam.cl
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