Su honestidad y valentía para revelar la intimidad
cotidiana y dolorosa, aquella que todos conocen, pero que pocos se atreven a
confesar, devela el estado de alerta permanente en que muchas personas viven.
La novela se presentará el 12 de noviembre a las 18:15
horas, en la Sala Aldo Francia del Museo Palacio Rioja, Viña del Mar.
Pablo extraña a Glenda, su mejor amiga, su casi
hermana, su protectora y protegida. Solo y encerrado por la pandemia, repasa la
vida que han compartido, desde el primer día en el liceo hasta que el nombre de
ella acapara la atención de los medios.
Pablo se preocupa por Glenda, mientras la rabia del
estallido y el confinamiento desborda los cerros, las calles, el plan, el
puerto, los ascensores e incluso las redes sociales.
“En un país desencajado por una revuelta social y una pandemia, en un
territorio que deja asomar las huellas de una violencia amparada por años en
mentalidades retrógradas, el protagonista de este libro recuerda a Glenda, su
amiga transgénero, quien brilla con la urgencia del “cometa que se resiste a
ser fugaz”.
Ambientada en las calles de un Valparaíso fuera de
cualquier postal y escrita en situación de emergencia, con la lengua suelta y
el chispazo de un presente que estalla entre polvos y fluidos, esta primera
novela de Enrique Herrera Ibáñez es euforia y saña, goce y tormento”, dice la
escritora Alejandra Costamagna sobre Grafitis humanos.
Su autor da cuenta de la transfobia que existe en nuestra sociedad y, con ello,
de la violencia que sufren las minorías sexuales por parte de sus propias familias
y entorno.
“Espero que mi libro contribuya a generar el respeto y
empatía que las minorías de nuestra sociedad se merecen. Es una novela que
recorre la vida de una persona que padeció el rechazo en cada espacio que
habitó, pero que supo sobreponerse.
Las personas pueden tener diferentes batallas en sus
vidas, pero jamás debieran luchar por ser respetados como un igual. Eso TIENE
que ser inherente a todo ser humano, sin importar orientación ni condición”,
dice Enrique Herrera.
La novela ocurre durante el estallido social, pero
desde la vereda de las redes sociales, dando cuenta del alcance que tienen las
plataformas y aplicaciones virtuales en nuestra sociedad.
“La violencia de género, la cuarentena y el encierro
de una persona que vive sola también fueron gatillantes para escribir esta
historia. La amistad entre los protagonistas, la historia de vida que comparten
y la angustia frente a la incertidumbre del otro es una especie de estela que
recorre cada capítulo.
Como diría Lemebel, los protagonistas de esta historia
no tienen amigos, tienen amores”, explica el autor.
Enrique Herrera Ibáñez, nació en Valparaíso (1981). Fue becario de la
Fundación Pablo Neruda en 2005, integrando el Taller de Creación de Cuentos
realizado por Andrea Maturana.
En 2016, participó en el Taller de Creación Literaria impartido por la Pontificia Universidad Católica de Chile, y en el Diplomado de Escritura Creativa dictado en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Su texto “Réquiem para un hijo”, fue publicado en el libro colectivo Informe Valparaíso (Pornos, 2010), en el marco del Laboratorio de Escritura Creativa, realizado en la Casa-Museo La Sebastiana. Grafitis humanos (2021) es su primera novela.
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