El docente, logró seguir trabajando junto a la
orquesta en plena pandemia mediante ensayos online, lo que significó que sacarán
ocho covers y comenzarán a trabajar en una canción original.
Pero no todo ha sido fácil. Desde sus inicios como
director de la orquesta, Cristóbal ha tenido que realizar una serie de
adaptaciones, muchas innovadoras, para poder ensayar junto a los jóvenes
ciegos.
“En un comienzo tuve que hacer mis propias
adecuaciones para poder ensayar con los chicos. Busqué información o
metodologías sobre cómo hacer música con personas con discapacidad visual pero
no encontré nada.
Es por esto que una vez que empezamos a practicar,
además de ser muy descriptivo en todo aspecto porque uno no puede dar por hecho
que la otra persona ve, tuve que hacer adaptaciones de lo visual a lo verbal,
por como ejemplo, darles las instrucciones de como ir tocando los
instrumentos”, afirmó Basso.
Además, Cristóbal comentó que también tuvo que
transformar otro aspecto como lo es el método de dirección de la orquesta,
pasando de lo visual a lo sonoro. “La dirección de orquesta se basa en gestos
visuales por lo que tuve que adaptarla y ahora en vez de palabras uso sonidos.
Además, utilizo un pandero que me pongo en el pie para darles la entrada, así
ellos saben que deben comenzar a tocar.
Esto en el resultado sonoro no se percibe como un
elemento externo, ya que son técnicas de dirección que yo las he musicalizado
para que estas sean imperceptibles para el público”, aseguró el docente.
Otro de los temas que ha tenido que trabajar Cristóbal
ha sido ensayar sin partituras, por lo que “he tenido que potenciar y
desarrollar otras habilidades musicales en ellos, como la memoria en general
pero también la auditiva, el tacto, y trabajar la música desde otros aspectos,
lo que nos ha dado muy buenos resultados” agregó el músico.
Junto con esto, hoy en día los ensayos no han estado
exentos de dificultades, a pesar de que ya llevan más de un año haciéndolo vía
online.
“Hemos enfrentado desafíos desde el uso de la
tecnología hasta los programas que usamos los cuales muchas veces no son
accesibles, porque algunos tienen captchas que no son auditivos, por lo que he
tenido que usar programas de asistencia remota para poder ayudarlos”,
explicó.
A pesar de los distintos retos del día a día, Cristóbal tiene la clara convicción de que la música es también una herramienta de inclusión.
“La música es fundamental en la enseñanza y desarrollo
de personas con discapacidad visual, sobre todo en los niños porque los ayuda a
fomentar sus habilidades auditivas y esto los hace ser más autónomos.
Gracias a esta actividad una persona con discapacidad
puede potenciar sus habilidades y se pueden destacar. Estoy convencido que, si
trabajamos y potenciamos los talentos de jóvenes con discapacidad, haremos que
este país sea mucho más inclusivo donde todos tengamos las mismas
oportunidades. El arte en general siempre es un camino de inclusión”.
En la actualidad la orquesta se prepara para una serie
de conciertos virtuales, en especial el de los 97 años de la fundación,
conversatorios y ya están confirmados para tocar en Lollapalooza 2022, siendo
la primera orquesta de personas con discapacidad visual en pisar ese
escenario.
Además, la orquesta se ha presentado en diversos espacios de importancia sociocultural y en actividades vinculadas a promover el desarrollo inclusivo de la sociedad, lo que demuestra su contribución para el progreso del país en este contexto.
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