Una investigación desarrollada en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Concepción, logró como resultado la creación de la primera base de datos de alta resolución de la precipitación caída desde 2000 a 2011 en Chile Central.
El estudio abarca las
cuencas hidrográficas de los ríos Rapel, Mataquito, Maule, Itata, Bío Bío,
Imperial, Toltén y Valdivia.
El inédito producto permitirá que cualquier persona obtenga información de la lluvia de este período, lo que es fundamental para realizar pronósticos de precipitación para la agricultura o para la gestión de cuencas hídricas, especialmente en estos tiempos de alta variabilidad climática.
La investigación la desarrolló el geofísico Francisco
Alvial Vásquez, en el marco de su doctorado en Ciencias Físicas de esta casa de
estudios, la que fue efectuada junto al geofísico y tutor Rodrigo Abarca del
Río, quien es además investigador y académico del Departamento de Geofísica de
la U. de Concepción.
También fue parte del estudio el investigador Andrés
Ávila, del Departamento de Ingeniería Matemática y del Centro de Excelencia de
Modelación y Computación Científica, ambas de la Universidad de la Frontera.
El doctorante Alvial explicó que ahora “se puede
obtener información de precipitación en cada lugar de la zona centro de Chile,
cada 800 metros, al crear una metodología novedosa que permite construir una
base de datos homogénea de precipitación, es decir de calidad, en alta
resolución”.
La información, que abarca desde la Región de
O´Higgins hasta la Región de Los Ríos, será de acceso libre a través de una
página web que está en construcción, aunque ahora ya es posible obtener los
datos solicitándolos por correo electrónico a los autores.
Algunas de las relevancias de este estudio es que
contempla varias regiones con diferentes condiciones climáticas y que se
efectuó donde se encuentran las regiones con mayor explotación agrícola y
forestal de Chile, además de producción ganadera e hidroeléctrica que son aspectos
claves, considerando la incertidumbre climática actual que nos desafía a
generar estrategias de mitigación y/o adaptación sin precedentes.
También, podrá ser usado por instituciones que
trabajan directamente con este tema, como la Dirección General de Aguas, el
Instituto de Investigaciones Agropecuarias y el Instituto Forestal de Chile.
“Esta ignorancia de lo que ocurre está causando
grandes inconvenientes en el desarrollo de estudios hidro-económicos,
sustentabilidad y/o energéticos, presentes y por supuesto a futuro. Pues, ¿cómo
se podría investigar qué es lo que nos reserva el futuro si ni siquiera sabemos
qué es lo que pasa en la actualidad?”, destacó Alvial Vásquez.
Este proceso de modelación matemática de las precipitaciones
es una solución ante la carencia de información de los recursos hídricos y de
las precipitaciones, “pues el país posee una exigua red de estaciones de
observaciones meteorológicas (precipitación, temperatura, flujos de ríos, entre
otros), y muchos problemas en áreas cercanas a la cordillera”, explica el
investigador. Cabe recordar que es precisamente la cordillera la que provee la
mayor parte del agua utilizada en Chile.
Para crear el modelo utilizaron diferentes fuentes de
datos de precipitación, como locales de estaciones meteorológicas; bases de
datos satelitales; datos de centros internacionales de investigación y
pronósticos de modelos atmosféricos en alta resolución realizados en el marco
del doctorado.
La investigación continúa, pues la idea es extender los estudios a todo el país y además entregar información diaria, para lo cual ya están trabajando en mejorar la base de datos a nivel nacional e inclusive sudamericano, pero ahora incluyendo nuevos datos y nuevas herramientas estadísticas.
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