Fines del siglo XIX en Chile. ¿Qué tienen
en común el hijo del presidente José Manuel Balmaceda y el poeta y diplomático
nicaragüense, Rubén Darío? En este nuevo libro de Ediciones UACh, su autor,
Leonardo Sanhueza, narra una amistad desconocida que influyó en la historia
fundacional de la literatura chilena, construida entre los recursos de la
crónica literaria, la microhistoria y la biografía.
Una pieza única y delicada que asombra por
sus recursos literarios y el contenido de una profunda historia de amistad y
letras, suspendida por la prematura pero no repentina muerte del joven Pedro
Balmaceda, dotado de una mente brillante y una salud quebradiza.
La obra, que forma parte de la biblioteca
Luis Oyarzún, fue publicada en una brevísima versión hace algunos años, se
amplía y desarrolla en esta nueva edición desde la cotidianidad y la vida
literaria y cultural de sus protagonistas: biografías cruzadas que están
inscritas en un momento clave desde el punto de vista político y social, lo que
permite atisbar y adentrarse en un Chile en ciernes, crispado por la reciente
recesión económica mundial y la posguerra del Pacífico, encaminándose a la
guerra civil de 1891.
Como señala Leonardo Sanhueza, autor,
entre otros, de La partida fantasma (2018), La juguetería de la naturaleza
(2016) y La edad del perro (2014), la historia de Pedro Balmaceda Toro es la
historia de una posibilidad y a la vez un reconocimiento póstumo a un eslabón
clave para comprender el origen de las vanguardias poéticas en la literatura
nacional:
“Su inasible imagen, su retrato
desarticulado por la incertidumbre y las conjeturas, ha difuminado su breve
existencia, disipando la frontera entre lo que fue y lo que pudo ser.
Desprovisto de contornos y relieves, su nombre figura en la trastienda de otros
nombres, como el típico desconocido que nadie logra identificar en las fotos
viejas.
Ahí está, mírenlo: esfumado entre los
párrafos de contexto, los apéndices y las notas al pie de la biografía de su
padre, la historia literaria chilena, la cultura de los salones artísticos en
el siglo diecinueve, las formas latinoamericanas de la Belle Époque o la vida y
obra de Rubén Darío [...] quitarle [de la historia] a Pedro sería suprimir el
detonante, el chispazo inicial, y con nuestro lenguaje así, sin asidero ni
explicación, a la manera del ‘ladrido sin perro´’ de Neruda, nos quedaríamos
muy solos y desorientados, sin saber qué hacer con buena parte de nuestros adjetivos”.
Cabe destacar que el autor ha recibido numerosos reconocimientos por su obra, entre ellos el Premio de la Crítica, el Premio de la Academia y en el extranjero, los premios internacionales Manuel Acuña (México) y Rafael Alberti (España).
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