Paula
Cometa Stange, artista residente, señala: "Postulé al llamado a concurso
público que hubo en octubre del año pasado para realizar esta residencia como
artista local. Virna Díaz trabaja en fomento lector y conversando sobre su
papá, mi abuelo, anécdotas con personas mayores, llegué al Club de Lectura del
Cerro Larraín, con quienes vivimos un proceso de colaboración y
creación”.
“Trabajamos
en torno a tres módulos, relacionados a lo personal, aquello que podemos
llamar cosas favoritas.
En
el primer módulo abordamos la idea de bitácora, diario de vida, y pudimos
conocernos más. En el segundo, desarrollamos aspectos plásticos a través de
habilidades manuales conectadas con lo cotidiano, resultando de esto
autorretratos con la técnica del collage.
En
el tercer módulo, trabajamos nuestras canciones y objetos favoritos. Hicimos
una lista de reproducción, trabajamos con cápsulas de petri y pequeñas vitrinas
que almacenan objetos preciados, colecciones, cosas que contienen emociones.
Poder
compartir eso a través del relato es maravilloso”, añade Cometa.
Club Lector del Cerro Larraín
El
año 2022, gracias a un proyecto ejecutado por Virna Díaz, Carolina Osorio y
Matías Salinas, se realizan los Encuentros Lectores para personas mayores en el
Cerro Larraín, financiado por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la
Lectura, Convocatoria 2022.
En
esta primera instancia el proyecto se gestiona desde Organización META. Al
terminarlo, en marzo 2023, el grupo decide mantener estos encuentros de manera
autogestionada, pasando a formar el Club Lector del Cerro Larraín. Algunas
integrantes del Club comparten unas palabras.
América
Guerrero Vera comenta: “Esta experiencia ha sido muy bonita, revisar los
tesoros que tengo en mi casa, cositas tan bonitas que las miro, las vuelvo a
mirar, y son recuerdos, cosas especiales para mí.
Van
a poder ver algunos tesoros míos, como mi negrito, San Martín de Porres. Es
luminoso, brilla de noche en la mesa del comedor, lo conocí una vez que fui a
Limache. Tengo también una imagen muy bonita de la Virgen de Montserrat,
metálica.
He
escuchado que es la Virgen de los maleantes, no sé por qué. Mi hermano, cuando
iba a España, siempre me traía una estampita”.
Patricia Vinciguerra
Lobos trajo una colección de ositos, la compró cuando iban de vacaciones a
Iquique y pasaban a la Zofri, en la época en no que había mall chinos en la
zona central y allá, llegaba todo lo primero.
También
trajo cosas de Alberto Saunero Álvarez, su esposo; un dedal de Venecia,
castañuelas de Españas, una mamushka, un sombrerito de México.
“Estos
encuentros han sido muy innovadores, no pensaba que había este tipo de
actividades. Todo ha sido novedoso, hacer collage, armar nuestros
gabinetes de curiosidades. Cuando uno iba a pensar que existían estas cosas.
Este
martillo era de mi papá, él lo usaba para muchas cosas. Él, sentadito, empezaba
a cascar nueces, a hacer sus marcos de los cuadros, golpear cualquier cosa que
quería. Es muy significativo para mí, porque es algo que quedó de él y lo
tomaba con su manito.
Y
hoy, vine con un jersey que me hizo mi mamá con sus poquitos de lana que le
iban quedando de sus tejidos. Tengo puros recuerdos aquí”.
Cecilia
Vera Díaz comparte: “La experiencia del taller ha sido buenísima, nunca
pensé que se podían hacer cosas tan bonitas como manualidades. Empezar y
terminar es una gran satisfacción, estoy chocha con eso.
Yo
colecciono tortugas. Antes vivía en un fundo que se llama Pitama y un día mi
hermano me dijo ¡Mira, una tortuga! Y yo no tenía idea qué era una tortuga.
Cuando la vimos empezó a caminar y era súper rápida, de un momento a otro se
escapó al cerro bajo un bosque de pinos.
Yo
me enamoré de la tortuga, ahora debo tener más de ochenta tortugas, de lana,
madera, velas, de Isla de Pascua me trajo una mi hijo. Tengo también en el
refrigerador, imanes, colgantes, me enamoré de las tortugas. Mi marido
colecciona encendedores y traje algunos para mostrarlos también”.
María
Silvia Sepúlveda Sepúlveda señala: “La verdad, la imaginación mee me ayuda
a recodar y me dan ganas de hacer muchas cosas. En un principio, no entendí
mucho el trabajo que íbamos a hacer, pero ahora me doy cuenta que me llena, me
hace salir todo lo simpático que se puede llegar a ser.
No
importa en qué edad estemos, siempre la imaginación y lo bonito se refleja en las
pocas cosas que te entregan y cuando uno tiene ese poco material, te hace al
tiro sentido.
Eso me agradó mucho de Cometita, que fue de a poco dándonos más temas y nos fuimos integrando. Yo traje algunas muestras de perfume, porque trabajé en una perfumería muchos años, lo que despertó en mí la sensibilidad a los aromas y por eso me gusta estar rodeada de ellos. Estoy muy agradecida y muy contenta de haber participado en este proyecto.
Desde el sábado 25 de mayo se realizará la muestra final de las residencias locales, nacionales e internacionales de la Bienal en la Galería Municipal de Arte, ubicada en Condell 1550, donde se podrá visitar parte de la exposición “Nuestras cosas favoritas”.
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