Es una de las catorce iniciativas ganadoras del fondo
Conarte 2021 de la Municipalidad de Valdivia. Consiste en la creación de una
serie de 13 obras de mediana y grandes dimensiones en técnica mixta (óleo y
acrílico sobre tela) hechas desde el inicio del segundo semestre. Cada pieza es
una invitación a entrar a un mundo de figuras que abundan en el entorno
inmediato y que son un sello de la zona.
“Son elementos que uno encuentra con frecuencia en el
paisaje y que se pueden ver cuando uno sale a caminar. También están al
interior de las casas. Corresponden a aquellas figuras que no son valoradas
artísticamente, pero que pertenecen a un bodegón propio, que en este caso es un
bodegón del sur. Entonces con el proyecto la idea es ponerlas en valor desde la
pintura.
Es que desde el arte en general existe una fascinación por documentar todo lo que es propio de un territorio.
Los ejercicios
presentados no pretenden ser decorativos, en mi caso buscan un desplazamiento
de los elementos actuales a una mirada reflexiva y contemporánea de una
identidad local o sureña, intentando que el espectador pueda percibir una
cercanía, producto de la convivencia del observador con esos elementos,
desproveerlo de superficialidad y buscar dignificación”, dice Escuvier.
“Bodegón del sur. Elementos del cotidiano simbólico” es
una figuración interpretada donde igualmente juega un rol fundamental la paleta
de colores.
“Evito en lo posible utilizar la expansión del color y
en ese sentido es una paleta más reducida. Es que la atmósfera del sur es así,
sin tantos colores. Por ejemplo, el invierno es más gris entonces eso hace que
lo cromático sea mucho más reducido y por ello también desafiante al momento de
llevarlo a una pintura”, agrega el artista.
Animales domésticos, cocinas a leña y frascos de
mermelada también están en la propuesta de Carlos Escuvier.
“Por ser habituales en el arte, no dejan de ser objetos con una riqueza estética oculta. En el proyecto completo, los elementos están dispuestos en una serie de bodegones de interior y otra de paisajes.
Ahí la selección está sujeta a mi propia observación
de cosas presentes en mi casa, en la casa de mis vecinos o aquello que surge en
los recorridos por la ciudad. De todo eso voy haciendo una documentación con
bocetos o fotografías y luego paso a la etapa de selección de los objetos”,
explica el pintor.
De esta forma, el artista propone una mirada distinta al concepto de bodegón o naturaleza muerta, que es un género pictórico, en la categoría figurativa de la pintura con un rango menor respecto a los grandes relatos de importancia en la pintura de representación realista.
El bodegón tiene orígenes en la antigua Grecia, que
decoraban de maneras ornamentales algunas paredes tanto en pintura como en
mosaico.
Carlos Escuvier es docente y artista visual formado en
la Escuela de Artes Visuales de la Universidad Austral de Chile, con
especialidad en pintura y grabado. Nació en Valdivia en 1978 y es miembro
fundador del colectivo Quarzo (especializado en creación de murales en espacios
públicos y privados).
Actualmente es
profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Corral; y mantiene una producción
permanente de obra a nivel individual.
“Bodegón del sur. Elementos del cotidiano simbólico” está actualmente en etapa de producción y su estreno está previsto para comienzos de 2022. No se descarta una exposición presencial en los salones de la Casa Prochelle Uno (Los Robles N° 4, Isla Teja, Valdivia).
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